La detención de Julian Assange esta semana provocó innumerables protestas de ciberactivistas, principalmente del grupo de agitadores denominado Anonymous que hace meses se dio a conocer después de atacar varios sitios en el mundo dedicados a la protección de los derechos de propiedad intelectual y dirigidos por la industria literaria, discográfica y cinematográfica para contrarrestar la piratería.
Los hackers de Anonymous que creen que todo debe ser libre en el internet, incluso las descargas de música, libros y película, comenzaron una cruzada a favor de Assange esta semana aunque el fundador de Wikileaks no la solicitó.
El perfil del grupo de agitadores fue cancelado en Facebook y Twitter, donde tenía su principal centro de operación además del sitio de chat 4chan desde donde se formaron.
Anonymous defiende la causa de la libertad de expresión pero se la niega a las compañías como Amazon, Visa, Mastercard, PayPal, entre otras, por haber desenchufado a Wikileaks de sus sistemas. En realidad, se trata de un grupo que está produciendo una peligrosa anarquía en el internet y cuya influencia se irá haciendo notar cada día más.