marzo 16, 2012

Legalización de las drogas, renovado debate


Lo más positivo de la visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden esta semana a México y Centroamérica es que Estados Unidos admitió su co-responsabilidad en materia de narcotráfico. Prometió no solo más apoyo económico en la región para tareas de erradicación, prevención y salud pública, sino también mayor compromiso en su territorio para reducir el consumo de estupefacientes, el lavado de dinero y el tráfico ilegal de armas hacia el sur.

Esta nueva actitud vino acompañada de otras sorpresas. Por primera vez, Estados Unidos de declaró dispuesto a escuchar las propuestas que surjan de un debate sobre la legalización de las drogas y la despenalización de su consumo para combatir el narcotráfico, aunque adelantó que su administración no cree que así se degradará la fuerza de los carteles, ya tan diversificados en todas las áreas del crimen organizado.

Hasta ahora la sola idea de ese debate había creado divisiones y resistencias, desde que lo propusieron en 2009 varios ex presidentes, entre ellos Ernesto Zedillo, Herinque Cardoso y César Gaviria. Otro elemento importante es que bajo la iniciativa del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, la discusión sobre la legalización o no de las drogas se corporizará el 24 de marzo en su país, en una cumbre a la que asistirán los mandatarios centroamericanos Porfirio Lobo, Mauricio Funes, Daniel Ortega, Laura Chinchilla y Ricardo Martinelli.

Es bueno que haya debate público, que los gobiernos expongan pero que también se escuche a los expertos y a la sociedad civil, tratándose de una lucha contra las drogas que todos coinciden tiene muchos fracasos y pocos éxitos, si se mide por el promedio de 70 homicidios cada 100 mil habitantes en Centroamérica, comparado a 8.8 con el promedio mundial, según la Organización Mundial de la Salud.

El narcotráfico es un tema complejo que requerirá propuestas integrales e internacionales para atacar deficiencias en seguridad y salud pública, corrupción, economía y moralidad. Ojalá se eviten echar la culpa unos a otros, entre países consumidores, de tránsito y productores, porque si bien el consumo es mayor en países desarrollados, en los subdesarrollados la producción no se debe a que existen mejores tierras para el cultivo, sino a que los delincuentes prefieren convivir entre gobiernos con sistemas judiciales e instituciones más débiles y corruptibles.

No creo en la teoría simplista del ex presidente mexicano Vicente Fox que dijo que con la legalización se blanqueará el negocio sucio de las drogas, que éstas bajarán de precio por la competencia y que los narcotraficantes deberán inscribirse como empresarios para pagar impuestos. Es una hipótesis tan ingenua como si para combatir los robos se pretendiera sindicalizar a los ladrones y que paguen impuestos a las ganancias o si para reducir los homicidios y secuestros, se tuvieran que despenalizar los asesinatos.

También son ingenuas las teorías de que el narcotráfico debe ser combatido en forma prioritaria como un problema de salud pública, cuando la región no es ni siquiera eficiente para combatir epidemias y catástrofes naturales o que resurgen por negligencia y magros presupuestos. Sería difícil combatir de esa forma una epidemia provocada y alimentada por criminales sanguinarios cada vez más creativos y en expansiva competencia por sus territorios, a quienes les da lo mismo corromper a presidentes, fiscales y jueces, o extorsionar, secuestrar y matar, que traficar personas u órganos. 
 
Creo, en cambio, que Estados Unidos podría hacer mucho más si su ayuda financiera es dedicada a fortalecer los sistemas judiciales. Más recursos económicos para proteger, especializar y entrenar a fiscales, jueces, funcionarios y depurar policías corruptas, podrían tener mayor impacto que solo militarizar la guerra contra las drogas.

Lo importante de este debate que estaba trunco, es que más allá de sus resultados, la discusión abierta y descarnada servirá para que los ciudadanos aprendamos y nos sintamos partícipes. Será bueno, además, que la discusión prosiga en la Cumbre Iberoamericana de Cartagena el próximo mes. Me parece un tema más importante, que perder el tiempo y gastar recursos públicos para discutir si la dictadura opresora de Cuba debe ser o no parte de cumbres las presidenciales.

marzo 14, 2012

Un logro muy esperado

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) aplaudió y consideró como un significativo avance para combatir la impunidad en México que rodea los crímenes contra periodistas, la aprobación en el Senado de la enmienda para federalizar los delitos contra la libertad de expresión y el derecho a la información, al tiempo que exhortó a las autoridades pertinentes a agilizar los trámites para la inmediata entrada en vigor de la reforma constitucional.

El Senado aprobó hoy por unanimidad de los 95 congresistas presentes, la reforma al Art. 73 de la Constitución que establece que “las autoridades federales podrán conocer también de los delitos del fuero común, cuando éstos tengan conexidad con delitos federales o delitos contra periodistas, en el ejercicio de las libertades de expresión, información e imprenta”.

Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente de la Comisión de la SIP Contra la Impunidad, quien estuvo presente en la sesión de aprobación en el Senado, expresó que "se trata de un avance fundamental, una muestra de sensibilidad del Congreso, que recoge un largo reclamo del gremio periodístico mexicano y de la SIP”.

Ealy, presidente ejecutivo y del Consejo de Administración de El Universal de México, agregó que “se requieren nuevos pasos en esta línea de trabajo para combatir con eficacia la impunidad y evitar nuevos ataques contra los periodistas". Previo al inicio de la discusión, los congresistas guardaron un minuto de silencio por los periodistas asesinados.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Gustavo 
Mohme, director de La República de Perú, añadió que “en momentos en que en varios países se agudizan los problemas de libertad de prensa, esta decisión del Congreso mexicano es una noticia muy alentadora para el periodismo de ese país”.

Desde hace 15 años la SIP viene reclamando y enfatizando a diferentes niveles la importancia de impulsar legislación sobre la federalización de estos delitos para minimizar el impacto de los crímenes contra periodistas y la impunidad que los rodea.

La SIP, a través de su Proyecto Contra la Impunidad, ha llevado adelante las iniciativas en materia de federalización con el auspicio desde 1993 de la Fundación John S. y James L. Knight.
Las gestiones a favor de la federalización se remontan a 1997, fecha que dio inicio a la visita a México de más de 20 delegaciones internacionales de la institución que se reunieron en ocho ocasiones con los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, ante los que se reiteró la urgencia de atender en la jurisdicción federal los asesinatos contra periodistas, la no prescripción de estos delitos y el aumento de las penas por los crímenes.

La organización hemisférica envío desde entonces al Congreso mexicano y a otras autoridades sendas resoluciones, aprobadas en sus reuniones semestrales, en las que exhortó a la aprobación de reformas necesarias para evitar que los delitos contra libertad de expresión quedaran impunes. 

La SIP también celebró en este país conferencias nacionales e internacionales, entre éstas el Segundo Encuentro de Editores de la República Mexicana en junio de 2008, del que emanó un anteproyecto de reformas legales presentada al Congreso por directivos de diarios, para promover la federalización y la penalización rigurosa de los delitos cometidos contra la libertad de expresión y de prensa.

Atenta además a los riesgos de los periodistas durante la cobertura periodística en México, donde desde 1987 según estadísticas de la SIP han sido asesinados 83 periodistas y otros 19 están desaparecidos, la organización ha organizado en diversos estados del país seminarios, talleres y cursos sobre violencia, sobrevivencia, crimen organizado, justicia y prensa en los que han participado unos 600 periodistas mexicanos.
 

marzo 11, 2012

Legalización de las drogas de nuevo a debate

RICARDO TROTTI: Debate trunco: legalizar o no las drogas - Opinión - ElNuevoHerald.com

Prensa ecuatoriana exige a Correa

En una buena demostración de lo que sucede en Ecuador, donde el presidente Rafael Correa acusa a los medios de comunicación de todos los males que afectan al país y de ser los desestabilizadores de la democracia, los editores de diarios, en un espacio público señalan que los verdaderos desafíos para el país son otros: corrupción, pobreza, narcotráfico, entre otros problemas.

Prensa de Ecuador exige al Gobierno acabar campaña contra medios y dar "giro" - América Latina - ElNuevoHerald.com

marzo 09, 2012

Propaganda chavista con recursos públicos

No será le fácil a la oposición venezolana imponerse al gobierno de Hugo Chávez en las próximas elecciones de octubre.

Como muchas veces dije en este blog, son numerosos los medios y el dinero que el gobierno tiene para hacer propaganda, además de la información que niega a los periodistas y a los medios de comunicación independientes.

Chávez no pudiendo ser Cuba pero adquiriendo los vicios del vulgar aparato de propaganda ideológica del castrismo, también ha sabido motivar y apoyar esa propaganda en otros países del hemisferio, incluso por fuera del ALBA, como en Argentina, gobierno que también practica la propaganda a través de medios propios y mediante medios que maneja a través de testaferros y gente comprada a su servicio.

Esta semana el diario El Nacional de Caracas dio a conocer una lista bastante completa de medios oficiales, que no son públicos, sino a disposición de la propaganda del gobierno.

Entre ellos, se destacan tres diarios financiados con fondos públicos, Vea, Correo del Orinoco y Ciudad CCS; seis canales de televisión nacional, VTV, Vive TV, Asamblea Nacional TV, TVES y Ávila TV y Telesur; cuatro emisoras de radio del circuito YVKE Mundial; una red que se identifica como de "medios paraestatales", compuesta por alrededor de 400 emisoras de radio comunitarias, 36 televisoras comunitarias y cerca de 100 periódicos; la Agencia Bolivariana de Noticias; una red digital del Ministerio de Comunicación e Información, que incluye las páginas web de los distintos órganos del aparato estatal; Misión 2.0 con la cuenta @ChávezCandanga en twitter, para cuyo funcionamiento disponen de 200 funcionarios, explica el artículo de El Nacional.

Si bien en pocos países hay una concepción sobre medios públicos como de alguna forma sucede en Chile y El Salvador, por lo general en casi todos, los medios del Estado son usados para beneficio del propio gobierno. Esto ocurre con alevosía, no solo en Venezuela y Argentina, sino también en Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

marzo 08, 2012

Globovisión sigue perseguida

Se nota que el gobierno de Venezuela tiene cualquier excusa para atropellar a los medios independientes. Una vez más encaró a la televisora Globovisión. El Tribunal Supremo de Justicia ratificó una sanción económica interpuesta por algo más de dos millones de dólares lo que equivale a que lo está “sentenciando” al cierre.
El Tribunal rechazó el recurso presentado por Globovisión sobre una multa impuesta por Conatel, ente regulador de las telecomunicaciones del país, por supuestas violaciones a las leyes en junio pasado en su cobertura del amotinamiento de la cárcel de El Rodeo. Conatel consideró que Globovisión incurrió en “una apología del delito, alterando el orden público y fomentando la zozobra de la ciudadanía”.
Globovisión alega que la multa es impagable y que nunca violó la ley, limitándose a  informar sobre el motín del penal El Rodeo, que duró casi un mes y donde se enfrentaron militares con presos armados, resultando muertos y heridos en ambos sectores.

Es obvio que se trata de una represalia en contra del canal. Es un método administrativo que se viene utilizando continuamente para doblegar al canal.

Algunos piensan que Hugo Chávez pudiera terminar de emular a su colega Rafael Correa en Ecuador, quien luego de ganar un pleito judicial contra el diario El Universo, por el que cuatro periodistas fueron sentenciados a pagar 40 millones de dólares y tres años der cárcel, decidió pedirle a la Justicia que perdone el castigo.

Gestos políticos poco confiables

Comparto mi columna del pasado fin de semana.

"No todos los gestos políticos, por mucho que aparenten, son producto de cambios genuinos. A menudo son resultado del oportunismo, de necesidades o presiones; y otras veces, cortinas de humo para despistar o desviar la atención a cuestiones menos espinosas.

Esta semana se sucedieron varios de estos gestos en el mundo, y aunque aliviaron tensiones, se desconoce y desconfía sobre sus intenciones. Entre ellos, se destacan el del presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien perdonó a varios periodistas condenados a tres años de cárcel y pagar millones de dólares en multa; la renuncia de las narco guerrillas colombianas FARC a cometer secuestros como método de financiamiento; y el anuncio del gobierno de Corea del Norte, que paralizará su programa nuclear a cambio de comida.

Jamás el mundo se hubiera imaginado que los tomates orgánicos tendrían más fuerza que las bombas atómicas. En un giro de 180 grados en las tirantes relaciones entre EE.UU. y Corea del Norte, el nuevo líder Kim Jong Un, prefirió dejar de enriquecer uranio a cambio de 240 mil toneladas de alimentos para detener la hambruna en su país. Pero como la necesidad tiene cara de hereje, habrá que ver si el régimen no seguirá presionando con ensayos nucleares, apenas sacie su hambre, como ocurrió otras veces.

El “buen” gesto de las FARC es una piedra en el vacío; puro oportunismo. Anunciaron que dejarían la práctica de los secuestros, al mismo tiempo que sus guerrilleros aumentaban los atentados y la colocación de minas antipersonales. No es la primera vez que engañan. Esta vez buscan neutralizar a multitudes que protestan públicamente por los plagios de familiares y generar confianza para un eventual plan de paz con el gobierno. Dudo que el presidente Juan Manuel Santos conceda o negocie, hasta que las guerrillas no muestren un cambio total de actitud, y decidan cesar todo tipo de violencia y acciones de narcotráfico.

El gesto del presidente ecuatoriano Rafael Correa de pedir a los jueces que no ejecuten la sentencia de prisión y multas contra los directivos y columnistas de El Universo y contra los autores del libro El Gran Hermano, está lejos de ser un profundo cambio de filosofía hacia el respeto de la libertad de prensa y expresión. Se trató, en todo caso, de una lógica respuesta a las fuertes críticas que recibió de la prensa internacional, de instituciones que defienden los derechos humanos y de renombrados escritores y pensadores del mundo entero.

No hay que engañarse. Correa perdonó por la presión y la solidaridad internacional con los afectados, algo difícil de soportar en plena preparación de una campaña electoral. Es cierto que su gesto descomprimió tensiones, pero sus ambiciones por controlar a la prensa y la crítica siguen intactas.

El proceso judicial contra los periodistas resultó una buena cortina de humo para que, lejos de la opinión pública, avancen dos legislaciones mucho más peligrosas para la libertad de prensa. Un nuevo código de reglas electorales prohíbe a los medios hacer entrevistas o reportajes a los candidatos, hablar siquiera de opciones y preferencias electorales, para evitar que los periodistas se conviertan en “actores políticos”, como argumentó Correa.

También bajo su justificación de que se debe aniquilar la “dictadura mediática”, Correa inventó la Ley de Comunicación que solo permite que en el país haya 33% de medios privados, impone códigos de ética obligatorios y crea un Consejo de Comunicación e Información, que con mayoría de integrantes del gobierno, será el encargado de vigilar, sancionar y hasta cerrar aquellos medios que violen pautas oficiales sobre violencia, sexo y discriminación.

Si bien sobre el código electoral ya vigente pesan varios recursos de inconstitucionalidad y la oposición en el Congreso se niega a sancionar la Ley de Comunicación tal como está concebida, estas iniciativas de Correa por controlar los contenidos de los medios y maniatar la discusión pública, evidencian su carácter autoritario, un contraste profundo con la imagen generosa que quiso arrogarse con el perdón a los periodistas.

Su frase de “perdono, pero no olvido” desnudó la poca autenticidad de su gesto, que no condice con la actitud a favor de la libertad de expresión que todos esperaban.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...