El juicio en Miami por la valija de Antonini promete ser tan escandaloso como el “valijagate” de la época en que la cuñada de Menem, Amira Yoma, quien solía viajar con una valija repleta de dólares; aunque aquel era un conflicto interno que no se compara a la relevancia de la internacionalidad del actual.
Nadie se debe sorprender que Hugo Chávez reparta dinero a diestra y siniestra, lo que demuestra que tiene la billetera más gorda del continente. Reparte en forma lícita y pública a través de innumerables iniciativas como el ALBA, acuerdos multilaterales en el Caribe sobre energía, compra de bonos de la deuda como el caso argentino y hasta dona petróleo a los pobres en Estados Unidos o mantiene a Cuba a flote con donaciones, intercambios.
Pero también lo hace por la puerta de atrás, a espaldas de su pueblo venezolano a quien verdaderamente le corresponde ese dinero fuera del presupuesto oficial. Ilícitamente y a hurtadillas, dona y apoya a las Farc y a cualquier grupo de izquierda desestabilizador. Lo mismo le da que sus petrodólares subsidien a Evo Morales, Daniel Ortega y a Raúl Castro; apoyen las elecciones de Cristina Kirchner, Rafael Correa y el ex obispo Lugo; incentiven el cambio de gobierno en El Salvador; o fracasen intentando con López Obrador en México o Humalá en Perú.
Como era de esperar, los gobiernos argentino y venezolano achacarán al de Estados Unidos y particularmente a los Republicanos, que este es un ajuste de cuentas y harán análisis exhaustivos del sentido conspirativo y desestabilizador. De esa forma tratarán de tapar la ilicitud e ilegalidad de los 800.000 dólares que sólo habrá sido una migaja en la financiación de la campaña electoral.
El conflicto promete ser internacional, porque en lo interno, los Kirchner seguramente tratarán de minimizarlo y taparlo de la misma forma que escondieron el manejo de cientos de millones de dólares de regalías petroleras de su provincia.
Sobre la Elección en Estados Unidos
El escándalo de los viáticos que cobraba Sarah Palin como gobernadora me dejó un sabor amargo. Neutralizó un poco mi intención de voto. Tal vez su falta no fue legal, pero definitivamente sí fue ética. Estas semanas prometen estar cargadas y de que los trapitos relucirán al sol.
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
septiembre 10, 2008
septiembre 09, 2008
Corrupción, narcotráfico y "huracán tropical"
Hace mucho tiempo que no disfrutaba de un discurso ameno, claro y contundente. Fue en el foro Internacional Democracia y Libertad de Expresión ayer aquí en México donde coincidí con el ex presidente boliviano Jorge Quiroga.
Después de hablar con claridad sobre la necesidad de fortalecer la libertad de expresión para asegurar la democracia y de recordar las palabras de Tony Blair, quien dijo que aquel político que se queja de la prensa es como el marinero que se queja del mar, Quiroga consideró que hay tres amenazas que socavan a América Latina.
CORRUPCIÓN: sufrimos de una profunda debilidad institucional, no existen órganos de control en nuestros sistemas. La corrupción es sólo el síntoma, por lo que se deben hacer campañas de fortalecimiento de las instituciones, fomentar la rendición de cuentas y la responsabilidad política. Los medios tienen un papel importante, deben generar intolerancia a la corrupción de parte de la sociedad. La gente es la que puede presionar por los cambios.
NARCOTRAFICO: deben estructurarse políticas internacionales, no se puede solo alimentar planes Colombia o Mérida (apoyo de EE.UU. a México). ¿Por qué no hay planes Nueva York o Los Ángeles? Los países latinoamericanos en conjunto deben trabajar sin pensar sólo en las soluciones de EE.UU, “quienes no entienden nada” de esto. La narco criminalidad está siendo glorificada y los medios tienen el deber de denunciarla.
HURACAN TROPICAL: fue el seudónimo que utilizó para el presidente venezolano Hugo Chávez. Él no es de izquierda ni derecha, decir que es populista es una calificación benigna, él busca hegemonía para gobernar y mecanismos de tiranía para perpetuarse. Hoy en América Latina está en curso el proyecto político más ambicioso de la historia. Chávez tiene filiales y franquicias (particularmente habló de Evo Morales y Daniel Ortega) en todos los países. Tiene a varios de ellos “petrohipotecados”, su petróleo compra lealtades. Su receta para establecer los sistemas es fácil: asambleas constituyentes, no para cambiar el sistema sino para licuarlo, creando hegemonía doblegando a las Fuerzas Armadas, montando sistemas de inteligencia, monopolizando a la información y los medios, neutralizando a la Iglesia e inhabilitando a los candidatos políticos. Nuestros países no deben ser escépticos y pensar que los “gringos” solucionarán el problema. No lo harán porque son adictos a la energía (15% de la energía de EE.UU proviene del petróleo venezolano) sino que la respuesta vendrá de la ciudadanía. El 2 de diciembre del 2007 se vio algo significativo (Chávez perdió el referéndum sobre la base de una movilización estudiantil enorme).
Sobre las elecciones en EE.UU
Como estaba previsto (y por primera vez) después de la Convención Republicana y de la elección de su vicepresidenta de fórmula, McCain trepó varios puntos porcentuales y acapara ahora mayor intención de voto que Obama. Es indicativo de lo que sucedió con mi intención, de demócrata indeciso a Republicano, por ahora.
Después de hablar con claridad sobre la necesidad de fortalecer la libertad de expresión para asegurar la democracia y de recordar las palabras de Tony Blair, quien dijo que aquel político que se queja de la prensa es como el marinero que se queja del mar, Quiroga consideró que hay tres amenazas que socavan a América Latina.
CORRUPCIÓN: sufrimos de una profunda debilidad institucional, no existen órganos de control en nuestros sistemas. La corrupción es sólo el síntoma, por lo que se deben hacer campañas de fortalecimiento de las instituciones, fomentar la rendición de cuentas y la responsabilidad política. Los medios tienen un papel importante, deben generar intolerancia a la corrupción de parte de la sociedad. La gente es la que puede presionar por los cambios.
NARCOTRAFICO: deben estructurarse políticas internacionales, no se puede solo alimentar planes Colombia o Mérida (apoyo de EE.UU. a México). ¿Por qué no hay planes Nueva York o Los Ángeles? Los países latinoamericanos en conjunto deben trabajar sin pensar sólo en las soluciones de EE.UU, “quienes no entienden nada” de esto. La narco criminalidad está siendo glorificada y los medios tienen el deber de denunciarla.
HURACAN TROPICAL: fue el seudónimo que utilizó para el presidente venezolano Hugo Chávez. Él no es de izquierda ni derecha, decir que es populista es una calificación benigna, él busca hegemonía para gobernar y mecanismos de tiranía para perpetuarse. Hoy en América Latina está en curso el proyecto político más ambicioso de la historia. Chávez tiene filiales y franquicias (particularmente habló de Evo Morales y Daniel Ortega) en todos los países. Tiene a varios de ellos “petrohipotecados”, su petróleo compra lealtades. Su receta para establecer los sistemas es fácil: asambleas constituyentes, no para cambiar el sistema sino para licuarlo, creando hegemonía doblegando a las Fuerzas Armadas, montando sistemas de inteligencia, monopolizando a la información y los medios, neutralizando a la Iglesia e inhabilitando a los candidatos políticos. Nuestros países no deben ser escépticos y pensar que los “gringos” solucionarán el problema. No lo harán porque son adictos a la energía (15% de la energía de EE.UU proviene del petróleo venezolano) sino que la respuesta vendrá de la ciudadanía. El 2 de diciembre del 2007 se vio algo significativo (Chávez perdió el referéndum sobre la base de una movilización estudiantil enorme).
Sobre las elecciones en EE.UU
Como estaba previsto (y por primera vez) después de la Convención Republicana y de la elección de su vicepresidenta de fórmula, McCain trepó varios puntos porcentuales y acapara ahora mayor intención de voto que Obama. Es indicativo de lo que sucedió con mi intención, de demócrata indeciso a Republicano, por ahora.
septiembre 08, 2008
México: entre acribillados y decapitados
Ya no se puede hablar de la “colombianización” de México, porque en realidad el crimen organizado, en especial el narcotráfico, ya ha hecho que en este país supere con creces lo que sucede en Colombia.
En esta etapa los carteles de la droga en México están creando una psicosis del terror para poder ganar y “gobernar” sus territorios a placer. La reacción del gobierno, que el año pasado envió a los militares a las calles, todavía no está dando resultados muy concretos. Lo que tampoco es una tarea fácil, porque el narcotráfico ha infiltrado y corrompido a las instituciones, incluyendo a las Fuerzas Armadas. Justamente, uno de los carteles más temidos es el de Los Zetas, conformado por ex militares desertores que los hacen por dos razones: para cuidar el propio pellejo y el de sus familias porque son continuamente amenazados si no saltan de bando, y porque traficando o protegiendo a los contrabandistas cobran tres, cuatro o cinco veces más su salario.
Esta tarde llegué a México y las sorpresas son espeluznantes. Ayer, un grupo comando del crimen organizado acribilló a siete policías en el estado de Michoacán, no muy lejos de la zona del Distrito Federal. En ese mismo estado ya hubo otras masacres de policías en semanas recientes, lo que lleva a una cifra de 197 uniformados asesinados este año, de un total de 3.051 personas acribilladas en todo el país a manos del crimen organizado.
Las noticias indican que en Sinaloa apareció decapitado un agente de tránsito que había sido secuestrado días pasados. Esta modalidad, morbosa, al estilo de aquellas guerras pasadas en que los vencedores mostraban como trofeo las cabezas de sus vencidos en sus picas, pretende crear un clima de terror y ansiedad colectiva.
En otro estado, en Tabasco, los militares capturaron a una banda de secuestradores compuesta de siete personas, y ya no causó sorpresa que tres de los maleantes hayan sido también militares en su pasado reciente. En Veracruz, la Procuraduría General de Justicia indicó que capturaron a los responsables de un veterinario y un ganadero: entre ellos, el comandante de la Policía Municipal de una localidad. El jefe policial confesó que participó del secuestro y que cobraba 5.000 pesos (unos 500 dólares) por “limpiar la carretera” (para que sus “cuates” pudieran emboscar a quienes plagiarían, y un porcentaje del rescate. Pero lo peor del caso, es que también confesó que le habían ofrecido desertar y ser integrante de la banda, pero prefirió quedarse porque dentro de la corporación “servía más”.
A diario explotan noticias en Perú, Argentina, Brasil, Centroamérica, por no citar a todos, sobre la participación de narcos mexicanos en numerosos delitos violentos, tratando de ganar sus territorios y negocios. México, que todavía sigue siendo un país de paso y no de producción de droga como los es Colombia, sin embargo, ya se ha convertido en un país consumidor. Y ese es el problema, ya que no solamente el narcotraficante mexicano está exportando violencia, sino consumo.
La “mexicanización” de muchos países ya hace rato que empezó. Y si los gobiernos siguen escépticos ante este fenómeno, no faltará mucho en que las calles se llenarán de decapitados y de militares y policías desertores.
En esta etapa los carteles de la droga en México están creando una psicosis del terror para poder ganar y “gobernar” sus territorios a placer. La reacción del gobierno, que el año pasado envió a los militares a las calles, todavía no está dando resultados muy concretos. Lo que tampoco es una tarea fácil, porque el narcotráfico ha infiltrado y corrompido a las instituciones, incluyendo a las Fuerzas Armadas. Justamente, uno de los carteles más temidos es el de Los Zetas, conformado por ex militares desertores que los hacen por dos razones: para cuidar el propio pellejo y el de sus familias porque son continuamente amenazados si no saltan de bando, y porque traficando o protegiendo a los contrabandistas cobran tres, cuatro o cinco veces más su salario.
Esta tarde llegué a México y las sorpresas son espeluznantes. Ayer, un grupo comando del crimen organizado acribilló a siete policías en el estado de Michoacán, no muy lejos de la zona del Distrito Federal. En ese mismo estado ya hubo otras masacres de policías en semanas recientes, lo que lleva a una cifra de 197 uniformados asesinados este año, de un total de 3.051 personas acribilladas en todo el país a manos del crimen organizado.
Las noticias indican que en Sinaloa apareció decapitado un agente de tránsito que había sido secuestrado días pasados. Esta modalidad, morbosa, al estilo de aquellas guerras pasadas en que los vencedores mostraban como trofeo las cabezas de sus vencidos en sus picas, pretende crear un clima de terror y ansiedad colectiva.
En otro estado, en Tabasco, los militares capturaron a una banda de secuestradores compuesta de siete personas, y ya no causó sorpresa que tres de los maleantes hayan sido también militares en su pasado reciente. En Veracruz, la Procuraduría General de Justicia indicó que capturaron a los responsables de un veterinario y un ganadero: entre ellos, el comandante de la Policía Municipal de una localidad. El jefe policial confesó que participó del secuestro y que cobraba 5.000 pesos (unos 500 dólares) por “limpiar la carretera” (para que sus “cuates” pudieran emboscar a quienes plagiarían, y un porcentaje del rescate. Pero lo peor del caso, es que también confesó que le habían ofrecido desertar y ser integrante de la banda, pero prefirió quedarse porque dentro de la corporación “servía más”.
A diario explotan noticias en Perú, Argentina, Brasil, Centroamérica, por no citar a todos, sobre la participación de narcos mexicanos en numerosos delitos violentos, tratando de ganar sus territorios y negocios. México, que todavía sigue siendo un país de paso y no de producción de droga como los es Colombia, sin embargo, ya se ha convertido en un país consumidor. Y ese es el problema, ya que no solamente el narcotraficante mexicano está exportando violencia, sino consumo.
La “mexicanización” de muchos países ya hace rato que empezó. Y si los gobiernos siguen escépticos ante este fenómeno, no faltará mucho en que las calles se llenarán de decapitados y de militares y policías desertores.
septiembre 06, 2008
Hostilidad oficial contra la libertad
Existe un incremento de manifestaciones hostiles contra periodistas y medios, debido a la polarización política, incentivada especialmente por los poderes ejecutivos como en el caso de Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
La intención es desacreditar a los reporteros, empujándolos hacia la diatriba y al terreno de la confrontación política. Los presidentes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Manuel Zelaya, Rafael Correa, Alvaro Uribe, Evo Morales, entre otros, suelen llamar “opositores” a aquellos medios independientes y críticos para que les merme la confianza del público. Lo que sucede, peor aún, es que esas agresiones verbales suelen derivar en ataques físicos y amenazas contra periodistas y medios, una práctica que siempre utilizó el presidente venezolano.
A ello, se suma un incremento de medios de comunicación en manos del poder del Estado, en países como Bolivia y Venezuela o como en Ecuador, cuyo gobierno confiscó varias televisoras y un diario pero no los puso a disposición de la iniciativa privada como prometió.
De esta forma, los gobiernos cometen un doble ilícito. Utilizan recursos públicos para crear empresas cuya única intención es utilizarlas como agentes de propaganda gubernamental, no como medios públicos de información.
En Bolivia se instaló con el apoyo económico venezolano una cadena de 30 radioemisoras y en marzo pasado estaba prevista la instalación de una cadena de canales de televisión, financiada por el gobierno de Irán.
En Venezuela, el gobierno no contento con cerrar las trasmisiones de RCTV, también confiscó sus equipos, robándolos para iniciar su propia televisora oficial. Un estudio sobre medios de comunicación en ese país reveló que el gobierno controlaba, hasta marzo último, el 85 por ciento de las señales televisivas, 3.000 radioemisoras comunitarias y 100 portales en Internet.
La intención es desacreditar a los reporteros, empujándolos hacia la diatriba y al terreno de la confrontación política. Los presidentes como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Manuel Zelaya, Rafael Correa, Alvaro Uribe, Evo Morales, entre otros, suelen llamar “opositores” a aquellos medios independientes y críticos para que les merme la confianza del público. Lo que sucede, peor aún, es que esas agresiones verbales suelen derivar en ataques físicos y amenazas contra periodistas y medios, una práctica que siempre utilizó el presidente venezolano.
A ello, se suma un incremento de medios de comunicación en manos del poder del Estado, en países como Bolivia y Venezuela o como en Ecuador, cuyo gobierno confiscó varias televisoras y un diario pero no los puso a disposición de la iniciativa privada como prometió.
De esta forma, los gobiernos cometen un doble ilícito. Utilizan recursos públicos para crear empresas cuya única intención es utilizarlas como agentes de propaganda gubernamental, no como medios públicos de información.
En Bolivia se instaló con el apoyo económico venezolano una cadena de 30 radioemisoras y en marzo pasado estaba prevista la instalación de una cadena de canales de televisión, financiada por el gobierno de Irán.
En Venezuela, el gobierno no contento con cerrar las trasmisiones de RCTV, también confiscó sus equipos, robándolos para iniciar su propia televisora oficial. Un estudio sobre medios de comunicación en ese país reveló que el gobierno controlaba, hasta marzo último, el 85 por ciento de las señales televisivas, 3.000 radioemisoras comunitarias y 100 portales en Internet.
septiembre 05, 2008
Lima, muestra de la inseguridad urbana
La inseguridad pública es la preocupación mayor de los latinoamericanos. Desde México hasta la Argentina, pasando de Brasil a Ecuador, ningún ciudadano se siente a salvo de sufrir violencia, un atraco o un secuestro express. Todo ha cambiado para peor, incluso en aquellas ciudades, como Buenos Aires, que hasta hace unos años se enorgullecían por su tranquilidad.
En ese sentido, no hay ciudad más demostrativa que Lima. Cuando uno desembarca en el aeropuerto del Callao, y en el recorrido hacia los hoteles de los barrios más acomodados de la ciudad, como San Isidro y Miraflores, no se puede dejar de sorprender de las casas, edificios y comercios que parecen verdaderas fortalezas medievales, con doble rejas de lanzas bien puntiagudas, muros, guardias y hasta alambres electrificadas. Casa humilde o majestuosa da igual, todas están protegidas por una cultura que ha aprendido a desconfiar de la protección del Estado.
Ni el gobierno ni las instituciones de seguridad tienen un gran banco de confianza, aunque la floreciente economía peruana que ha sacado a muchos de la indigencia y de la informalidad laboral, se ha encargado de reducir los niveles de pobreza, y con ello los índices criminales. Sin embargo, no es suficiente todavía para caminar sin mirar de reojo o subir a un transporte público sin poner la billetera en el bolsillo delantero.
Lima es una ciudad rústicamente bella, colonial, arqueológica y con una gastronomía incomparable; pero sin la tranquilidad y la seguridad necesarias, ninguno de esos atributos puede saborearse a plenitud. Me pregunto cuánto debe estar perdiendo esta ciudad en ingresos por turismo, por no tener la visión de hacerla segura y confiable.
En ese sentido, no hay ciudad más demostrativa que Lima. Cuando uno desembarca en el aeropuerto del Callao, y en el recorrido hacia los hoteles de los barrios más acomodados de la ciudad, como San Isidro y Miraflores, no se puede dejar de sorprender de las casas, edificios y comercios que parecen verdaderas fortalezas medievales, con doble rejas de lanzas bien puntiagudas, muros, guardias y hasta alambres electrificadas. Casa humilde o majestuosa da igual, todas están protegidas por una cultura que ha aprendido a desconfiar de la protección del Estado.
Ni el gobierno ni las instituciones de seguridad tienen un gran banco de confianza, aunque la floreciente economía peruana que ha sacado a muchos de la indigencia y de la informalidad laboral, se ha encargado de reducir los niveles de pobreza, y con ello los índices criminales. Sin embargo, no es suficiente todavía para caminar sin mirar de reojo o subir a un transporte público sin poner la billetera en el bolsillo delantero.
Lima es una ciudad rústicamente bella, colonial, arqueológica y con una gastronomía incomparable; pero sin la tranquilidad y la seguridad necesarias, ninguno de esos atributos puede saborearse a plenitud. Me pregunto cuánto debe estar perdiendo esta ciudad en ingresos por turismo, por no tener la visión de hacerla segura y confiable.
septiembre 04, 2008
Los Republicanos cerraron en alza
John McCain no es tan buen orador como Barack Obama, pero esta noche tiró tantas ideas y definió tan bien la plataforma Republicana, que sus partidarios creyeron tocar el cielo con las manos y se sintieron en la Casa Blanca. Su discurso sirvió para diferenciarse de Obama pero también del propio Bush. Prometió que con él llega el cambio a Washington.
No hubo tema con el cual no haya neutralizado la promesa de los Demócratas, desde energía alternativa, mejor economía, salud, educación, mercados libres, seguridad pública, antiterrorismo y liderazgo mundial. Como héroe de guerra defendió la paz mundial y que trabajará sobre ella. Y prometió mayor transparencia y rendición de cuentas en asuntos gubernamentales. Confieso que esto último es de lo que más me gustó de su alocución.
Una de sus prioridades de la noche fue defender a Sarah Palin, que a esta altura, y después del discurso del miércoles no necesita defensa alguna. Ella es de “armas tomar”, y lo demostró con toda la parafernalia que le tiró a Obama, a Biden, e incluso a los medios y periodistas, robándoles a ambos sus líneas de crítica. Su belleza y elegancia, su femineidad y honestidad para decir las cosas, hacen creer que podrá combatir el “establishment” de Washington.
McCain cerró con su experiencia personal. Heroica. Siendo el hijo de un almirante y a quien le ofrecieron la libertad, prefirió quedarse cinco años en un campo vietcong para no abandonar a sus soldados colegas. Dijo que esa misma determinación por luchar por su país, es la experiencia y el amor que trae a la Casa Blanca. “Peleen conmigo”, pidió al final y cerró con una frase muy republicana y nacionalista: “We never hide from history, we make history”. La gente aplaudió a rabiar.
En cuanto a mi intención de voto… el martes dije que me inclinaba por Obama, pero esta noche McCain me hizo pensar diferente. Y cuando la ví a Sarah más aún. Y bueno, el voto no siempre es razonado, también es sentimental.
No hubo tema con el cual no haya neutralizado la promesa de los Demócratas, desde energía alternativa, mejor economía, salud, educación, mercados libres, seguridad pública, antiterrorismo y liderazgo mundial. Como héroe de guerra defendió la paz mundial y que trabajará sobre ella. Y prometió mayor transparencia y rendición de cuentas en asuntos gubernamentales. Confieso que esto último es de lo que más me gustó de su alocución.
Una de sus prioridades de la noche fue defender a Sarah Palin, que a esta altura, y después del discurso del miércoles no necesita defensa alguna. Ella es de “armas tomar”, y lo demostró con toda la parafernalia que le tiró a Obama, a Biden, e incluso a los medios y periodistas, robándoles a ambos sus líneas de crítica. Su belleza y elegancia, su femineidad y honestidad para decir las cosas, hacen creer que podrá combatir el “establishment” de Washington.
McCain cerró con su experiencia personal. Heroica. Siendo el hijo de un almirante y a quien le ofrecieron la libertad, prefirió quedarse cinco años en un campo vietcong para no abandonar a sus soldados colegas. Dijo que esa misma determinación por luchar por su país, es la experiencia y el amor que trae a la Casa Blanca. “Peleen conmigo”, pidió al final y cerró con una frase muy republicana y nacionalista: “We never hide from history, we make history”. La gente aplaudió a rabiar.
En cuanto a mi intención de voto… el martes dije que me inclinaba por Obama, pero esta noche McCain me hizo pensar diferente. Y cuando la ví a Sarah más aún. Y bueno, el voto no siempre es razonado, también es sentimental.
García Márquez se agarrará la cabeza
Gabo tiene una preocupación notable por el buen periodismo y suele criticar a menudo la falta de calidad. Esta semana, desde Monterrey, donde su Fundación Nuevo Periodismo realizó un seminario sobre el tema, dijo que “sufre como un perro” por la mala calidad de los periódicos. Acusó que el periodismo actual se hace muy de prisa, con lo que los periodistas no pueden pensar mejor lo que escriben.
Digo que se agarrará la cabeza porque el periodismo también es negocio y a veces esa vertiente hace que la calidad desmejore o se pierda a propósito. Mientras el Premio Nobel decía esas palabras, en Bogotá, anoche, el diario de referencia, El Tiempo, lanzaba el periódico gratuito ADN, cuya marca la heredó de la empresa española
Planeta que este año compró al líder del periodismo colombiano.
Hasta ahí la historia va bien. ADN será un diario de éxito, gratuito, como se distribuye en Europa, de 24 a 32 páginas, y tendrá una tirada de 300 mil ejemplares por día que circularán en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, El Tiempo tiene una estrategia diferente para su diario popular, “Hoy”, al que desde ayer lo han convertido en un diario más amarillista de lo que era, casi goteando sangre, con la idea de que compita en un segmento mucho más popular para restarle mercado a un nuevo periódico, “QuiHubo”, que entrará el 1 de octubre en Bogotá, un diario propiedad de un conglomerado de periódicos del interior del país.
La mala noticia para la calidad del periodismo es que desde que “Hoy” se transformó en un diario más amarillo, de un día para el otro, su circulación pagada trepó de 11.000 a 24.000 ejemplares. No habrá mejor periodismo, pero sí un mejor negocio y no se puede culpar a una empresa que trate de hacer dinero con lo que el mercado pida, siempre dentro de la ley, más aún cuando no claudica su calidad en su periódico de referencia.
Es una difícil ecuación. Lamentablemente la no calidad también es un buen negocio y la calidad muchas veces es mal negocio. Los diarios están creando o alcanzando nuevos segmentos porque sus lectores tradicionales están desapareciendo, sus empresas se debilitan, y no por un problema de calidad sino por una cuestión de costos de producción, menores índices de lectura y mayor penetración de las nuevas tecnologías.
En Estados Unidos el problema es aún mayor. Los periódicos se están resistiendo porque para sobrevivir están recortando costos y lo primero que se ve afectado es la reducción de periodistas de las salas de redacción. (En posts anteriores di cifras sobre los principales diarios). Obviamente, la calidad se resentirá en el corto y mediano plazo arrastrando a los diarios – al menos en sus versiones impresas - a un callejón sin salida.
De todos modos, entiendo que Gabo se refiere a la calidad de los diarios de referencia, a los líderes, a los que crean opinión en cada ciudad. Y se preocupa con razón. El periodismo, para cumplir cabalmente su misión, debería tener mayor calidad que el contexto donde ejerce, pero rara vez sucede, está inmerso y mimetizado con su propio contexto. Hay mucha mediocridad cuando se habla de la técnica, la profesión y la ética periodística. Puede ser que sea una cuestión del poco tiempo que tienen los periodistas para hacer buen periodismo, como dice Gabo, pero creo que es un tema más profundo, es una cuestión de formación, de liderazgo y de estrategia dentro de los medios.
Digo que se agarrará la cabeza porque el periodismo también es negocio y a veces esa vertiente hace que la calidad desmejore o se pierda a propósito. Mientras el Premio Nobel decía esas palabras, en Bogotá, anoche, el diario de referencia, El Tiempo, lanzaba el periódico gratuito ADN, cuya marca la heredó de la empresa española
Planeta que este año compró al líder del periodismo colombiano.
Hasta ahí la historia va bien. ADN será un diario de éxito, gratuito, como se distribuye en Europa, de 24 a 32 páginas, y tendrá una tirada de 300 mil ejemplares por día que circularán en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla a partir del 15 de septiembre. Sin embargo, El Tiempo tiene una estrategia diferente para su diario popular, “Hoy”, al que desde ayer lo han convertido en un diario más amarillista de lo que era, casi goteando sangre, con la idea de que compita en un segmento mucho más popular para restarle mercado a un nuevo periódico, “QuiHubo”, que entrará el 1 de octubre en Bogotá, un diario propiedad de un conglomerado de periódicos del interior del país.
La mala noticia para la calidad del periodismo es que desde que “Hoy” se transformó en un diario más amarillo, de un día para el otro, su circulación pagada trepó de 11.000 a 24.000 ejemplares. No habrá mejor periodismo, pero sí un mejor negocio y no se puede culpar a una empresa que trate de hacer dinero con lo que el mercado pida, siempre dentro de la ley, más aún cuando no claudica su calidad en su periódico de referencia.
Es una difícil ecuación. Lamentablemente la no calidad también es un buen negocio y la calidad muchas veces es mal negocio. Los diarios están creando o alcanzando nuevos segmentos porque sus lectores tradicionales están desapareciendo, sus empresas se debilitan, y no por un problema de calidad sino por una cuestión de costos de producción, menores índices de lectura y mayor penetración de las nuevas tecnologías.
En Estados Unidos el problema es aún mayor. Los periódicos se están resistiendo porque para sobrevivir están recortando costos y lo primero que se ve afectado es la reducción de periodistas de las salas de redacción. (En posts anteriores di cifras sobre los principales diarios). Obviamente, la calidad se resentirá en el corto y mediano plazo arrastrando a los diarios – al menos en sus versiones impresas - a un callejón sin salida.
De todos modos, entiendo que Gabo se refiere a la calidad de los diarios de referencia, a los líderes, a los que crean opinión en cada ciudad. Y se preocupa con razón. El periodismo, para cumplir cabalmente su misión, debería tener mayor calidad que el contexto donde ejerce, pero rara vez sucede, está inmerso y mimetizado con su propio contexto. Hay mucha mediocridad cuando se habla de la técnica, la profesión y la ética periodística. Puede ser que sea una cuestión del poco tiempo que tienen los periodistas para hacer buen periodismo, como dice Gabo, pero creo que es un tema más profundo, es una cuestión de formación, de liderazgo y de estrategia dentro de los medios.
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Tensión entre la verdad y la libertad
Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...

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