jueves, 11 de diciembre de 2008

Premios y castigos

Dos hechos cobraron trascendencia esta semana que ponen en riesgo la salud de la democracia, trastocando el valor de la Justicia, los premios y castigos.

Por un lado, el Parlatino decidió en su reunión en Panamá pedir la reinserción de Cuba a la Organización de Estados Americanos, lo que equivale a normalizar todo tipo de relaciones con Cuba. Probablemente los legisladores están obnubilados por los grandes logros democráticos en Cuba y ni siquiera hacen mención que es el país que todavía tiene a unos 300 prisioneros políticos pudriéndose en las cárceles. Al menos hubieran podido ser más decentes y exhortar la gobierno cubano a liberar a los prisioneros y terminar con la violación a los derechos humanos. El anuncio del Parlatino fue hecho justo en el preciso momento que la policía cubana arrestaba a 30 activistas, desmantelando una manifestación pacífica que conmemoraba ayer el 60 aniversario de la declaración Universal de los derechos Humanos.

Por otro lado, la presidencia de Alvaro Uribe continúa con su tesitura de cubrir con un manto de impunidad a aquellos guerrilleros que se entregan y que traigan consigo a algún secuestrado, dejando de reconocer que el secuestro es considerado un crimen internacional y de lesa humanidad y que no puede quedar impune o el secuestrador inmune. En esta causa a la que contribuye el gobierno francés, está siendo cuestionada por organismos internacionales como Aministía Internacional. No es para menos, hace un par de días, se le dio un recibimiento apoteósico en Francia al ex guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Wilson Bueno Largo, quien en octubre pasado ayudó a la fuga del ex legislador Oscar Tulio Lizcano, que estaba secuestrado desde el año 2000.

Al ex guerrillero se lo vio contento junto a su novia, también una ex guerrillera, en una conferencia de prensa junto a Ingrid Betancourt, y hablando sobre los 400 mil dólares que el gobierno colombiano le obsequió.

Aunque Colombia necesita de toda la audacia y creatividad para liberar a los secuestrados, no parece ser que premiar a los delincuentes sea la manera de imponer un ejemplo en la sociedad.

"No puede haber amnistías o perdones prejuzgamiento para aquellos que han cometido serios abusos de derechos humanos o violado el derecho internacional humanitario", sentenció Amnistía en un comunicado.