Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
abril 07, 2013
abril 05, 2013
"Pajarito" Maduro y "micrófono" Mujica
He hablado muchas veces en
este blog que los presidentes y otras personas públicas no tienen los mismos
derechos a la libertad de expresión que los ciudadanos comunes. Dicho de otra
forma: Sus palabras tienen mayores consecuencias y efectos por lo que deben y
tienen mayor responsabilidad sobre cómo las usan.
Dos ejemplos de esta semana
son elocuentes y ambos, a no ser por las carcajadas que pueden arrancar entre
nosotros por lo ridículas y porque despiertan vergüenza ajena, demuestran que
las palabras son poderosas.
El presidente encargado de
Venezuela, Nicolás Maduro, hizo el ridículo. Por más intenciones que tenga de
acercar al electorado vía memoria de Chávez, resultó desfachatado manipular la
imagen del ex mandatario (que vale aclara que hacía cosas parecidas) al decir
que un pajarito dándole vueltas alrededor de su cabeza con el que luego se
comunicó entre trinos y silbidos, era el propio Chávez trayéndole un mensaje de
esperanza al inicio este lunes de su campaña proselitista.
Creo que el realismo mágico
de Gabriel García Márquez jamás abrigó una imagen semejante. Maduro apeló a lo
emocional para acercar simpatías a su candidatura, pero fue, en definitiva, una
burla al sentido común de a quienes buscó agradar. Pura manipulación.
Lo del presidente José
Mujica de Uruguay fue accidental pero igual merece estar en los anaqueles de la
riquísima historia latinoamericana, llena de frases y episodios desopilantes.
Cuando los micrófonos de la
página web oficial de Uruguay seguían abiertos durante un acto con intendentes
esta semana, sin percatarse, Mujica sentenció: “Esta vieja es peor que el
tuerto”, en alusión a Cristina de Kirchner y a su ex esposo Néstor, a quien no
le faltaba un ojo pero tenía un problema serio de estrabismo.
Los términos peyorativos de Mujica
hacían referencia a las relaciones de su país con Brasil y Argentina, diciendo
que para conseguir algo de Argentina, Uruguay debía recostarse en Brasil. Pero
la conversación no quedó ahí. Mujica agregó: “El tuerto era más
político, esta es terca. No sabe lo que está haciendo” y luego en alusión
a que Cristina le regaló un mate al Papa Francisco en su primera audiencia en
el Vaticano, Mujica agregó: “A un papa
argentino, que tiene 77 años ¿le vas a explicar lo que es un mapa?... Digo…,
¿lo que es un mate, un termo?”.
Obviamente Mujica
piensa estas cosas de Cristina, pero una cosa es pensarlas y decirlas en
privado, como quiso hacerlo y otras que se hagan público, ya sea por accidente
por este caso o que alguien filtre una conversación privada a la prensa, como
la del candidato Mitt Romney y aquella famosa frase del “47 por ciento” que, a
la postre, le costó llegar a la presidencia.
Sobre este problema de la irresponsabilidad de
los dichos de los presidentes, detallo a partir de aquí algunos párrafos de una
columna que escribí años atrás.
“¿Tiene un presidente los mismos derechos que un
ciudadano para expresar sus opiniones y argumentos? Claro que sí. ¿Y para decir
lo que se le antoja, burlarse o insultar a otros? Por supuesto que no.
En materia de
libertad de expresión, por su envergadura pública y debido a las consecuencias
que sus pronunciamientos pueden acarrear, un presidente tiene más restricciones
y responsabilidades que una persona normal y corriente. Así como sus acciones
están limitadas – no puede declarar la guerra o irse de viaje al extranjero sin
la aprobación del Congreso – también lo están sus palabras.
El acto de
informar dentro de la administración gubernamental democrática, tiene otros
ingredientes esenciales, como la transparencia que garantiza y obliga una ley
de acceso a la información pública, la argumentación que se fragua en el debate
de las ideas con la oposición y el cuestionamiento que se alcanza en
conferencias de prensa y entrevistas periodísticas. Aspectos éstos, muy
ausentes en los gobiernos mencionados.
Evidenciado
por sus prédicas contra quienes los critican, muchos presidentes no admiten que
como funcionarios renuncian a privilegios de privacidad, asumen restricciones y
deben estar más expuestos a la crítica y a la fiscalización pública. Da la
impresión que manejan la función pública como patrones de estancia, creyendo
que se les dio un país en usufructo, cuando lo único que legitiman las
elecciones es la gerencia temporal de los bienes del Estado, actividad que
infiere tres valores: eficiencia, honestidad y transparencia.
La polarización extrema que hoy se vive en
Latinoamérica, no se debe tanto a la diferencia entre modelos políticos, sino
al antagonismo de las palabras, dichas por presidentes irresponsables que no se
comportan a la altura de su investidura, sino más bien, como agitadores de
barricada”.
abril 02, 2013
Maduro contra Capriles
En una
elección normal dentro de un proceso democrático, los candidatos deberían poder
competir en igualdad de condiciones. En Venezuela nunca fue así durante los 14
años de gobierno autoritario y mucho menos sucederá ahora rumbo al 14 de abril.
Siempre el oficialismo utilizó todos los recursos del Estado para su propio
beneficio, ya sea para hacer propaganda, estar en la conversación de los medios
y usar los fondos públicos para actividades proselitistas.
En esta
elección debería ser Maduro vs. Capriles;
sin embargo es evidente que se trata de Maduro contra Capriles. El presidente encargado
viene haciendo campaña desde que Hugo Chávez fue internado en La Habana a
mediados de diciembre, y lo hace sin tapujos a través de cadenas nacionales
obligatorias a la que se coacciona a los medios privados y a través de decenas de
medios de comunicación del gobierno – no existen medios públicos en Venezuela.
Si bien
Capriles está repuntando en las encuestas, será difícil remar contra todo un
aparato de gobierno que sin vergüenza utiliza los recursos públicos para su
beneficio y que ya ha dispuesto, por ejemplo, que para el día de las elecciones
los militares ayuden en la movilización de huestes chavistas para que no
escapen a su obligación de votar.
Según
Capriles, Maduro ya ha aparecido 46 horas en VTV desde que asumió como
presidente encargado del país después de la muerte de Chávez el 5 de marzo,
mientras que sólo se le concedió a él un par de minutos.
marzo 31, 2013
marzo 29, 2013
Nombre de Chávez en vano
El presidente Hugo Chávez no fue embalsamado como
dijo Nicolás Maduro ni bajará de los cielos con Jesucristo en el Juicio Final
como pretende el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, ni debe haber sido
recibido en el cielo por Bolívar y otros próceres políticos y religiosos
venezolanos como describe el video de la televisión gubernamental. Pero, igualmente,
la maquinaria chavista está jugando con armas de la religiosidad popular, la
propaganda y el sentimiento de la gente para convertirlo en símbolo viviente de
la campaña electoral.
Sin Chávez, Maduro no se siente seguro frente a
Enrique Capriles, con Chávez difícilmente habrá otro resultado que su victoria,
de ahí la necesidad de que el duelo por Chávez continúe, tal cual la necesidad de
un deportista de consumir esteroides para mejorar su rendimiento y
posibilidades de ganar.
Que haya gente que lo ubique a Chávez tan profundo
en sus sentimientos como a cualquier imagen de veneración debe ser entendido y
respetado. Pasó ya con varias imágenes de personajes y figuras de otros países,
como el caso de Evita en Argentina, a quien muchos, todavía ahora, le anteceden
el adjetivo santa, antes de citar su nombre, o critican a la Iglesia por no haber
hecho nada por beatificarla.
Pero más allá del entendimiento por la gente que ha
tenido y siente una conexión especial con Chávez, lo que no puede ser respetado
es la manipulación que de su imagen hace el gobierno con tal de hacer cualquier
cosa para lograr la victoria. De la misma forma en vano que lo hacía Chávez,
con tal de envolver su enfermedad y vida en una burbuja de religiosidad, esa misma
soberbia la está usando Maduro a su favor. El otro día en campaña proselitista –
contraria a las disposiciones vigentes – habló de resurrección de Chávez y si
bien no aludió el tema directamente como la estupidez de presidente iraní,
utilizó el verbo para confundir y manipular a la gente. Maduro dijo que el 14
de abril se verá el triunfo chavista como la “revolución de resurrección”, hablando
en términos de paz y amor, como si estuviera en una parroquia católica o en un
templo evangélico en lugar de en plena calle y en campaña proselitista.
Esto, horas antes de que la televisión gubernamental
– no existe TV pública en Venezuela – Vive TV, sin ningún tipo de tapujo
mostrara un video de dibujitos animados en el que Chávez entra a los cielos y
se sorprende por estar en compañía de Simón Bolívar, Ernesto “che” Guevara,
Salvador Allende, Augusto César Sandino y Eva Perón, entre otras figuras.
Lo mismo está ocurriendo ahora en el Cuartel de la
Montaña, donde el chavismo ha permitido a la gente la construcción y uso de un
pequeño oratorio llamado “Santo Hugo Chávez”, una pequeña capilla precaria con
techo de hojalata, que sirve a los peregrinos para depositar sus ofrendas y
elevar plegarias a quien ya consideran más santo que a cualquier otro.
Seguramente este será el lugar de oración y culto
que Maduro escogerá apenas termine la elección y se sepa de su posible triunfo,
para venir a agradecer al comandante y seguir prometiéndole un liderazgo leal a
los ideales que implantó en vida. La gente delirará y Chávez seguirá resucitado
para muchos quienes le deben haber recuperado su dignidad que otros gobiernos
no supieron darle.
Lo más lamentable es que el nombre de Chávez en vano
seguirá utilizándose para tapar todo lo que Chávez y su movimiento autoritario -
como otros populismos – ha hecho para continuar en el poder, como la
utilización de los recursos públicos de todos los venezolanos y la usurpación
de todos los poderes del Estado para su propio beneficio.
marzo 27, 2013
Plata para amordazar
Para silenciar a medios y
periodistas, el narcotráfico les ofrece una insalvable opción: Plata o plomo.
Algunos gobiernos, en cambio, son más sutiles, pero igualmente efectivos; dan a
elegir entre plata o mordaza.
Gobernantes de todas las
tendencias utilizan el dinero como recompensa y castigo para disciplinar a
medios privados, imponiéndoles multas exageradas, negándoles publicidad o
restringiéndoles acceso a los insumos. Si los medios se quejan, los acusan de
mercantilistas, oligarcas y de no compadecerse con el pueblo, como a menudo lo
hacen Rafael Correa, Cristina Kirchner o Evo Morales.
El ejemplo reciente es
Globovisión en Venezuela. Los propietarios anunciaron la venta de la
televisora, forzados por multas desproporcionadas que les impuso el gobierno –
la última de dos millones de dólares – lo que hace inviable su modelo
periodístico independiente y crítico. La estrategia de silenciar a Globovisión
no es tanto el problema, como que el comprador en fila es un allegado al chavismo.
Este esquema de acogotar en
lo económico para forzar la venta a partidarios del gobierno, no es nuevo. Es
un mecanismo bien utilizado en Argentina, Ecuador y Bolivia. En Nicaragua es
aún más perverso, muchos medios privados ya pasaron a manos de leales y
familiares del presidente Daniel Ortega, quedando solo una televisora en manos
independientes.
Los gobiernos también
malgastan los dineros públicos para hacer publicidad en medios de su
conveniencia, sin importarles la efectividad de su mensaje. La Sociedad
Interamericana de Prensa, en su reciente reunión en México, cargó la
culpabilidad de esta añeja práctica latinoamericana no solo en las autoridades,
sino también en aquellos medios que las incentivan, ya que generan competencia
desleal y divisiones en el gremio periodístico.
En varios países los
gobiernos son aún más atrevidos. Fuerzan a empresas privadas a retirar la
publicidad de los medios, boicoteando la fuente principal de ingresos. En
Argentina, bajo la excusa del congelamiento de precios, el gobierno decretó que
supermercados y comercios de electrodomésticos no pueden hacer publicidad,
excediéndose en terrenos que competen a la libertad comercial.
En Ecuador y Honduras, es
práctica común de los presidentes Correa y Porfirio Lobo, atacar a los medios
independientes. Las reformas legislativas que promueven permitirán el absurdo
de que en sus países haya tantos medios estatales como privados, a la vez de
crear organismos oficiales de censura que podrán usar el mismo histrionismo
económico que el gobierno de Venezuela utilizó contra Globovisión.
Una postura diferente se
está adoptando en México. El presidente Enrique Peña Nieto, presentó una
reforma de telecomunicaciones para terminar con el monopolio de la telefonía
que mantiene el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, y con el duopolio de
televisión entre Televisa y TV Azteca. De esta forma, el PRI, que por 70 años
restringió la libertad de prensa, reconoce que mayor número de empresas y
medios privados, más competencia y pluralidad, es la forma coherente de
construir buena gobernanza y democracia.
El presidente Correa, ante
el éxito en casa, intentó exportar la fórmula del dinero como mordaza. Su
gobierno viene liderando a un grupo de países a favor de la reforma del sistema
interamericano de derechos humanos. Este viernes, en la asamblea de la OEA,
insistía que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su
Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, no deberían operar con
dineros que aportan EE.UU., Canadá, países europeos y fundaciones u ONGs
estadounidenses.
La prioridad reformista de
Correa, bajo la excusa de que esas entidades son “instrumentos de la política
exterior de EE.UU.”, enmascara en realidad, un ajuste de cuentas. Prometió que
pulverizaría a la CIDH, después que el organismo pidiera a la justicia de su
país, suspender la exagerada sentencia que le adjudicaba 40 millones de dólares
por una columna que consideró difamatoria en El Universo; multa que pretendía
el cierre del diario.
El uso político del dinero para comprar lealtades o
como castigo para silenciar a los medios críticos, no solo es práctica corrupta
y contraria a la libertad de prensa, sino subversiva de otras libertades
económicas y democráticas declamadas en las constituciones.
marzo 25, 2013
Capriles con pocas chances
Todavía sin que se haya abierto oficialmente el
tiempo de campaña electoral para las elecciones presidenciales de Venezuela, el
presidente encargado, Nicolás Maduro, aventaja a Enrique Capriles en la
cantidad de actos públicos, en los recursos públicos utilizados en su campaña
que comenzó en diciembre cuando Hugo Chávez se fue para La Habana y en la
cobertura que recibe en los medios gubernamentales de comunicación.
En Venezuela no existen medios de comunicación
públicos. De las nueve cadenas de televisión cinco son del Estado o mejor dicho
del gobierno, ya que son usadas para hacer propaganda a favor del chavismo y
donde el gobernador Capriles solo consigue algunos minutos de crítica. Del
resto de televisoras, la única crítica es Globovisión, cuyo propietario
mayoritario, anunció desde el exilio, que ya la puso a la venta; mientras se
sabe que el comprador es un allegado del chavismo. Otros medios privados, como
muchas radioemisoras, si no se ajustan a la pauta oficial, corren el riesgo de
ser cerradas, como ya le ocurrió a varias decenas de ellas, por lo que la
autocensura a favor del régimen es galopante.
Es muy poco probable que en 15 días hábiles de
campaña, Capriles pueda hacer mucho. La campaña continuada de Maduro, la
movilización de las bases del chavismo, el duelo por la muerte de Chávez y la
revitalización de su imagen en el marketing popular, ayudan para que la fuerte
crisis económica, la inflación, el desempleo pasen por ahora desapercibidas o
para hacer ver que el problema de la inseguridad perteneció a un gobierno del
pasado, como si no se tratara del mismo.
Será muy difícil que Capriles pueda sobreponerse a la
gran mentira del chavismo - de violar la Constitución con un presidente
encargado por el solo hecho de que Chávez lo designó su sucesor y de haber
creído en un Chávez que en plena campaña de octubre dijo que estaba curado del
cáncer – y quedar en igualdad de condiciones para tratar de acceder a la
Presidencia. Tiene pocas chances.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Tensión entre la verdad y la libertad
Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...

-
Honduras está en riesgo de seguir la misma ruta de México: SIP 6 febrero, 2012 - Publicado por La Tribuna TEGUCIGALPA.- La peligrosidad q...
-
Barack Obama inauguró en la campaña política una nueva forma de hacer política: la utilización de las nuevas tecnologías de la información p...
-
De paso por Chile, las noticias de estos días giraron alrededor de la posibilidad de una reforma constitucional que permita, entre tantas ot...