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enero 20, 2009

Esperanzas, urgencias, desafíos

Hoy es un día histórico para EE.UU. y para el resto del mundo, ya que se ha depositado una confianza incomparable en la figura del flamante presidente Barack Obama quien – milagrosamente quizás y por la ayuda de la decadencia de George W. Bush – ha capitalizado las esperanzas de todos, incluso hasta de los anti estadounidenses, porque ven en él al primer personaje que ha desafiado el status quo de Washington y a la historia misma.
Este primer presidente afroamericano no la tendrá fácil a partir de hoy. Las urgencias son muchas y se espera que las resuelva. La crisis económica global que EE.UU. ha desencadenado en todo el mundo y las dos guerras impopulares de Irak y Afganistán son dos urgencias a resolver, además de otros conflictos internos y de mala imagen que el país proyectó con Guantánamo y la supresión de derechos civiles y el resquebrajamiento de los procesos judiciales. Pero las urgencias no acaban ahí, este mismo año Obama deberá regresara a reuniones del G-20, de la Otan, de la ONU y buscar de hacer relucir un liderazgo que se espera sea más diplomático que antes. A nivel interno hay otras urgencias que deberá corregir, como un sistema de salud ineficiente, un trato inmigratorio criticable y varias reformas económicas que tendrán que hacer más transparentes la forma en que se están gastando los rescates millonarios dados a bancos y automotrices.
No por esas urgencias podrá dejar de ver lo importante, donde realmente descansan los grandes desafíos. El narcotráfico empuja cada vez más desde la frontera sur con México y deberá encarar planes con aquel país, del que también pende mucho del bienestar a través del Tratado de Libre Comercio, el cual debería extender por varias regiones de América Latina que espera un mejor trato. Las energías renovables y alternativas son su otro reto mayor, así como derribar la burocracia y la corrupción de los sistemas políticos sobre los que prometió activar y desterrar respectivamente durante su campaña.
Barack Obama tiene un muy buen porvenir. Como nunca antes casi todo el mundo está expectante y a la espera de que sea un buen líder. Tiene una oportunidad histórica y es la primera vez tal vez que hasta los anti estadounidenses le permiten a EE.UU. y al presidente número 44 tener un marco de confianza razonable para trabajar. A partir de hoy se empieza a escribir una nueva historia.

diciembre 10, 2008

Diarios estadounidenses acechados

La crisis financiera actual no hizo más que profundizar y acelerar los problemas económicos de los grandes diarios estadounidenses que desde hace años vienen perdiendo circulación a razón de un 4% anual, un mayor porcentaje de pérdida en ventas de publicidad - especialmente en el rubro de clasificados donde los ingresos emigraron hacia el internet – y el declive asombroso de las acciones debido al aumento de deuda por malos negocios y por la inestabilidad de las empresas.

Los diarios no han perdido dinero como negocios de entrega de papel e información, pero sus porcentajes de ganancias han estado por debajo del reclamo pedido por sus accionistas. Tras varias adquisiciones fallidas como la del grupo McClatchy al comprar Knight Ridder y de Tribune para Los Angeles Times, en la que adquirieron prácticamente deuda después de la caída de las acciones, los diarios están reacomodándose, dejando a las noticias en un segundo plano, y buscando liquidez subastando medios y patrimonio.

Esta semana la compañía Tribune Company sorprendió con la petición de quiebra para hacer frente a una deuda que se estima en 13.000 millones de dólares; The Miami Herald mostró en sus páginas las conversaciones que McCaltchy tiene en la comunidad para vender no solo los dos diarios incluido la versión en español El Nuevo Herald, sino también los terrenos de valor millonario sobre la bahía de Biscayne. La compra del Minneapolis Star por una cifra sideral en su época es hoy para McClatchy un lastre muy pesado. El mismo criterio de vender patrimonio inmobiliario ya también lo ha asumido The New York Times para enfrentar sus deudas y a sus accionistas.

Gannett, la cadena más grande Estados Unidos anunció también sus proyecciones de venta de publicidad para el 2009, pronosticando una caída del 8%, lo que se cree es un declive moderado, ya que otros periódicos están teniendo problemas para sellar los contractos con los grandes anunciantes que también se han retraído. La caída está atada a inclusive a la incertidumbre y la recesión del mercado general para el 2009 que recién podría estar remontando para finales del próximo año.

Los periódicos están cada vez más dependientes del sistema público y la exigencia por mantener o aumentar sus porcentajes ha hecho recurran a recortes de personal, siendo las salas de Redacción las más afectadas. Algo, que según los expertos, ineludiblemente afectará la calidad editorial en el futuro cercano creando un círculo vicioso difícil de destrabar.

Los periódicos en Estados Unidos desde hace años han comprendido la indiferencia de los lectores jóvenes para leer sobre papel, por lo que han destinado recursos y personal a mantenerse como referencia noticiosa en plataformas multimediáticas. Sin embargo, da la apariencia que debido a sus estructuras paquidérmicas no ha podido adaptarse velozmente a los cambios.

La encrucijada es grande y el debilitamiento también. Sin dudas, esta es una época de crisis. En las anteriores era sólo momento de esperar a que llegue de nuevo el ciclo de la bonanza, esta es diferente. Tendrá que venir un cambio fundamental de modelo de negocio, de repente es hacer lo mismo pero alejado de Wall Street y volviendo al sistema de ownership familiar, o un modelo en que el papel como plataforma desaparecerá pronto y acomodarse a los cambios repentinos de tecnologías y de los hábitos que crea y modifica año tras año en sus audiencias.

septiembre 30, 2008

27 para Bush y 18 para el Congreso

Estos son los índices de popularidad que tanto el presidente Bush como el Congreso trataron de levantar en estos días con el plan de rescate de los 700 billones. Ningún político goza de popularidad como para tener el plafón político que le permita ser el propietario del plan de rescate y sumarlo a su currículum.

Hoy empezarán las negociaciones de nuevo e imagino que no hay muchas opciones. Ayer como era previsible Wall Street se hundió y su efecto cascada se hizo sentir con fuerza en las economías más desarrolladas del mundo - en esta primera parte – y no pasará mucho tiempo hasta que el remezón en los países menos pudientes. Todo es cuestión de tiempo.

El no acuerdo del Congreso también era de esperar. Cuando los legisladores invitados a la Casa Blanca salieron nerviosamente sonrientes el domingo, dijeron que faltaba la votación de sus colegas y que no sería tan fácil, especialmente porque la actualidad tiene un aditamento especial: muchos se juegan sus puestos en las elecciones.

Todo fue tragicómico. Los mercados miraban al Congreso y no lo podían creer. Los diputados republicanos desbarataron el plan no sólo como un mensaje a su líder de que no hay liderazgo cuando sólo el 27% de la población lo apoya, sino además porque no se están defendiendo los intereses de la clase media, de los contribuyentes.

Algo, justamente, sobre lo que los republicanos, la presente administración y el propio McCain, es acusado en forma vehemente por el demócrata Obama, quien sí votó a favor del plan de rescate que favorece lo que él viene combatiendo, el sostenimiento de un sistema financiero que se ha engreído por arriba de la política. Por otro lado, las acusaciones entre uno y otro bando partidario son tan fuertes que hasta se sumó McCain a criticar a los demócratas a pesar de que su lema de campaña es anteponer los intereses nacionales o bipartidarios a los de su propio partido.

Aquí hay dos (entre muchas otras) lecciones: el periodo electoral nunca es buen consejero a la hora de votaciones trascendentes, y otras, es que a pesar de todo, el sistema estadounidense tiene la fortaleza todavía de ser bien trasparente como para que todos sepamos tomar nuestras decisiones anque no sepamos para que lado ir.

En cuanto a mi voto, que fue cambiando de demócrata a republicano y viceversa y con lapsos prolongados de indecisión, hoy está en blanco o directamente ni eso, sino desistiendo de ir a las urnas el 4 de noviembre.

septiembre 26, 2008

Como montando una montaña rusa

Este viernes empieza como cada uno de los últimos 15 días desde que explotó la burbuja, pero con la dimensión que el tiempo se le está acabando a Washington para cerrar un plan que arregle el desbarajuste financiero que amenaza con atacar nuestros bolsillos. Ni Bush, ni sus ministros, ni demócratas ni oficialistas lograron nada.

Anoche, al plan de Bush que parecía tenía un guiño demócrata, aunque no le dejarían gastar 700.000 millones sino mucho menos y con más restricciones, lo derribaron varios legisladores republicanos escépticos, quienes dudan de un salvataje estatal contrario a la filosofía partidaria de no intromisión ni regulación. Es obvio, que la campaña electoral y principalmente las encuestas que a minuto salen pulsando el sentir de la gente sobre temas varios afectan las decisiones y por eso esta montaña rusa en los consensos y disensos.

A todo esto, se suma una increíble cantidad de malas noticias que tienen que ver con el aumento de la inflación, la explosión del desempleo, la paralización de la industria y del crecimiento y la montaña rusa de la bolsa que hace perder millones a los fondos de jubilación.

Hay varias cosas interesantes de aprender de esta crisis. Primero, no creo que este es el principio del fin del imperio como anuncian los agoreros, simplemente refleja un profundo desquicio económico; no se trata de una intervención socialista o estatista del capitalismo, más bien la búsqueda de soluciones temporales que demanda el mercado y que manda la Constitución y cuyos beneficios volverán a los contribuyentes una vez se retome el curso (criterio opuesto al “corralito” argentino); un sinceramiento de los mercados y una transparencia gubernamental sobre todo tipo de índices para entender mejor los riesgos macro y micro; y un momento de fortaleza institucional, en que a pesar del descalabro, sin miramiento de ideologías y filosofías todos se sientan a la misma mesa a buscar una misma solución.

Por último, ojalá que McCain deponga su actitud, que parece más demagógica que otra política, y esta noche aparezca en el debate con Obama. Es cierto, la política internacional no es el tema del día, como está pactado para el primer round, pero por lo menos será un modo de entretenernos y despejar un poco el estrés de estos primeros quince días de montar una montaña rusa.

septiembre 25, 2008

Obama-McCain: crisis económica e indecisos

En un escenario normal, un descalabro económico como el actual, a pesar del discurso rescatista de anoche de George Bush, daría una ventaja inalcanzable al partido opositor, en este caso a Barack Obama por sobre el oficialista John McCain.

Las encuestas sin embargo lo ubican todavía bastante parejos, aunque Obama, como era lógico esperar, se está despegando. Si habrá o no debate este viernes, lo decidirán hoy en su reunión en la Casa Blanca a la que han sido llamados otros legisladores para ver como arreglan y tienen consenso en este entuerto y deciden cuanta plata es justa para el Estado y los contribuyentes para desembolsar y comprar temporalmente la deuda privada de la banca nacional.

Si bien Obama aventaja entre cuatro a 10 puntos porcentuales en la intención de voto a McCain, según quien sea la encuestadora, lo cierto es que el 18 por ciento de los electores todavía se mantiene indeciso, y ésta, para los candidatos, pareciera ser una crisis más profunda todavía que la económica teniendo en cuenta que solo faltan cinco semanas para el gran día.

En gran medida, la indecisión que antes se basaba en quien sabría manejar mejor las crisis internacionales – guerras de Irak y de Afganistán, y los conflictos con Irán, Pakistán, Rusia y Corea del Norte de por medio – ahora se basa en quien manejaría mejor las crisis financieras y la recesión económica que se avecina; y que en el bolsillo ya se siente desde el último año.

Pocos dudan de que el Estado debe salir a rescatar a la banca privada y sanear la economía, 2 x 1 indican los sondeos, pero la gente está más preocupada si esos avaros banqueros terminarán o no en la cárcel acusados de corrupción o si se pavonearán por ahí con que sólo obedecieron las reglas especulativas del mercado, al que le echan la culpa de haber sido el causante de crear la burbuja inmobiliaria que arrastró todas las demás pompas de jabón.

Obama lleva la delantera y parece que la tienen también en el conteo de electores de los colegios estatales. Al menos hasta ayer, Obama llevaría 229 votos electorales con 18 estados ganados, principalmente los de California y Nueva York; mientras que McCain tendría 200 con 24 estados más pequeños.

Pero hasta aquí no hay nada seguro. Todo es suposición, resultados de sondeos que pueden tambalearse para cualquier lado dependiendo de las noticias diarias (un repunte repentino en Wall Street o que atrapen a Bin Laden o que de nuevo suceda un ataque terrorista en suelo norteamericano) el papel de la raza, el de la popularidad de Sarah Palin en sectores más machistas, etc…

Yo soy parte de ese 18%.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...