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octubre 20, 2012

Fujimori: Fax y pintura


Las sorpresas han sido parte de la vida pública del ex presidente peruano Alberto Fujimori.

Renunció a la Presidencia de Perú mediante fax que envió desde Japón y ahora preso con una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad y corrupción, hizo público un cuadro con su autorretrato con una frase pidiendo perdón, que quedará para la posteridad de la historia latinoamericana: “Perdón por lo que no llegué a hacer, y por lo que no pude evitar”.

Si Keiko Fujimori le hubiera ganado la pulseada presidencial a Ollanta Humala, muy posiblemente su padre estaría en libertad contradiciendo a un país entero que alguna vez luchó para condenar las atrocidades cometidas por el dúo dinámico de Fujimori- Montesinos. Se trató de un gobierno arbitrario, del que muchos rescatan las bases de un país económicamente más sólido en la actualidad.

Fujimori estuvo en el poder en la década 1990-2000, y su relevancia internacional la ganó con otra sorpresa fujimorista, el autogolpe de 1992. Luego se supo de otro hecho inédito, amasó una fortuna que se estima en 600 millones de dólares, algo así como un sueldo extra de 60 millones de dólares por año.

Pero sin dudas, la máxima sorpresa de todas fue la de renunciar por fax. Y uno se pregunta si no lo hubiera hecho por Twitter o por Facebook de haber existido esas redes sociales en su época. Finalmente, y para su sorpresa, a Fujimori no le aceptaron la renuncia, lo destituyeron por incapacidad. Y después de quedar en un limbo gracias a su doble nacionalidad japonesa, fue a Chile y de ahí extraditado a Perú donde fue condenado en 2009.

A sus jóvenes 74 años y superado un cáncer de lengua, Fujimori se apresta a seguir dando sorpresas. No hay dudas que seguirá usando su ingenio y creatividad. 

junio 12, 2011

Humala en Brasil: ¡Qué bueno por Perú!


La primera visita de Ollanta Humala como presidente electo de Perú fue a Brasil. Se trata de una buena señal que no haya ido a Venezuela como muchos temían y que sigue los pasos del presidente salvadoreño Mauricio Funes, quien también escogió a Lula en su momento como el modelo político – económico que propuso a El Salvador.

Hasta ahora las señales son buenas. Su primera reacción después de que se cayó la Bolsa fue nombrar a algunas personas de su futuro gabinete e incluir gente del equipo del ex presidente Alejandro Toledo. La Bolsa se recuperó de inmediato.

Hasta ahora, aunque es tempranísimo adivinar que sucederá en el futuro próximo, Humala cumplió sus promesas de no acercarse a las políticas de Hugo Chávez. Su movida es un voto de confianza para seguir atrayendo inversiones y con el ritmo de crecimiento que logró Alan García.

El viaje a Brasil sirvió a Humala para revisar cómo se redujo la pobreza y miseria que afectaba a más de 35 millones de personas a solo algo más de 16 millones y como varios millones de personas pasaron a engrosar la clase media. Justamente esa “inclusión productiva” es la que Humala ha prometido. Si lo logra y Perú mantiene el ritmo de crecimiento, pronto podrá compararse a otros países de la región como Chile. Ojalá sea así y Humala no se desvíe hacia su amor original: la izquierda.  

junio 02, 2011

Perú: Se acerca el 5 de junio

El 5 de junio es una de las fechas más trascendentes de las últimas décadas para los ciudadanos peruanos, pero también les representa una situación inoportuna. Están obligados a elegir el destino de su gobierno, aún cuando preferirían quedarse así como están, con un país que se aprecia estable en lo político y reluciente en lo económico.

El acto electoral es la festividad máxima de la democracia. Es cuando el elector decide la alternancia del gobierno y confía el rumbo a los mejores postulantes. Pero para muchos peruanos no hay suficientes motivos para celebrar, ya que este proceso electoral generó intranquilidad y ansiedad. Tendrán que elegir entre dos opciones que la mayoría no escogió, entre visiones políticas contradictorias y opuestas, justamente, cuando Perú no aparenta requerir cambios ni necesidad de virar hacia la izquierda o la derecha.

Un alto porcentaje de peruanos teme elegir a la candidata Keiko Fujimori porque no brinda suficientes garantías de que se alejará de los pasos autoritarios de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori, actualmente en prisión. Pero otra mayoría también teme que los cambios “audaces” que promueve el candidato opositor, Ollanta Humala, son los mismos que busca Hugo Chávez para toda América Latina, aunque ahora insista en que su modelo se basa en el de los brasileños Lula da Silva y Dilma Roussef.

El presidente Alan García, que experimentó las antípodas del poder y de las ideologías, gobernando mal y con hiperinflación desde la izquierda en su primera presidencia, y mucho mejor con una economía abierta desde la derecha en este segundo período, comprende muy bien el temor de sus conciudadanos. La experiencia reciente, desde Alejandro Toledo a García, demuestra que la suerte de la economía, el bienestar y el desarrollo están íntimamente ligados al rumbo político inalterable del gobierno.

Fujimori y Humala trajeron a escena un bagaje oscuro y muchas interrogantes en materia política. Por eso, más allá de sus sistemas económicos que navegan desde el neoliberalismo al nacionalismo, se les obligó a que se comprometieran con los valores democráticos. Debieron reconocer que el respeto a las instituciones, a la libertad de prensa, los derechos humanos  y la transparencia del gobierno, es la única forma válida para profundizar la inclusión social, achicar la brecha de la desigualdad y ganar credibilidad para atraer inversiones.

Pero más allá de sus promesas, elegir a uno u otro candidato es difícil, porque ninguno garantiza una relación apropiada entre su visión política y sus ideas económicas. Keiko genera confianza en continuar con una economía liberal, pero desconfianza en lo político. Y Ollanta poco ha explicado cómo alcanzará una economía más incluyente y nacionalista, sin tener que alterar el sistema político.

Y como si esta elección ya no fuera difícil con la existencia de tantas acusaciones y polarización, se le han sumado actores de gran influencia en la opinión pública que alimentan aún más las contradicciones de los candidatos. El mejor ejemplo es el del premio Nobel, Mario Vargas Llosa, quien pide que se vote por Humala, porque ha prometido no afectar la democracia, para evitar que resucite la dictadura fujimorista que potencialmente encarnaría Keiko Fujimori.

En esa petición por el mal menor, Vargas Llosa da más crédito a las promesas futuras que al bagaje pasado, aún contradiciendo sus propias ideas liberales, económicas y políticas, apoyando a un candidato con ideas estatizantes y nacionalistas, admirador del chavismo venezolano.

El mayor desafío que tienen los peruanos antes del 5 de junio, es seguir escrudiñando las plataformas y promesas en busca de señales sobre si el próximo presidente mantendrá el rumbo de bienestar creciente en el país. El reto es mayor cuando de ejemplo están los continuos fracasos de modelos políticos ciclotímicos latinoamericanos, ligados al vicio de cada nuevo gobierno en esforzarse por borrar todo lo hecho por el anterior.

Esta elección no será infame, si se considera que Perú tiene la posibilidad de convertirse en la segunda democracia de éxito, después de la de Chile, si el nuevo gobierno, pese a su ideología, elije el continuismo de los objetivos económicos y políticos del país impulsados por Toledo y García.

abril 11, 2011

Sida y cáncer; derecha o izquierda

Muchos se equivocaron, incluso Mario Vargas Llosa. El premio Nobel predijo que elegir entre Keiko Fujimori u Ollanta Humala sería un mal para el país, como tener que elegir entre sida o cáncer. Lo dijo poco antes del domingo pasado cuando quiso inclinar la balanza fuera de estas dos alternativas populistas; la de Ollanta, cercana a la izquierda y a un nacionalismo que no puede ocultar sus lazos con el chavismo venezolano, y la de Fujimori, un populismo de derecha que nació y se nutrió de la mano de su padre, quien transformó (o al menos lo intentó hasta que renunció por fax desde Japón) al Perú en una monarquía presidencialista.

Veremos cómo se comportan las otras fuerzas del Perú que se quedaron con las ganas y que juntas rechazaron completamente a estos dos nacionalismos. Para junio falta una eternidad, es decir unas pocas semanas, pero a juzgar de cómo cambiaron las intenciones de voto en el último mes y en la última semana, todo parece indicar que no se pueden hacer muchas apuestas.

¿Podrá Humala romper el maleficio esta vez y no perder como le ocurrió con Alan García en la última elección? ¿Podrá Fujimori reivindicar la figura corrupta de su padre y sumar las voluntades de quienes se oponen a la izquierda por una cuestión de piel?

El autoritarismo de Alberto Fujimori le hizo tanto mal a la derecha como el de Hugo Chávez a la izquierda y ese es justamente el que Humala se muere por imitar. ¿Será que terminará inclinándose por Chávez, o por el igualmente autoritario y popular Rafael Correa, o se guiará por los ejemplos de Mauricio Funes?

Las opciones de uno de los países estrellas de América Latina parece que está en riesgo de palidecer. A no ser que Humala, si gana, se vaya por el camino de Lula o si Keiko, de salir vencedora, se enfile tras Juan Manuel Santos. Dos presidentes, izquierda y derecha, con grandes contrastes, pero enfocados en los mismos objetivos: crecimiento, igualdad y una buena política de derechos humanos.

marzo 24, 2011

Bolivia y el justo reclamo de salida al mar

No comparto para nada la visión de Evo Morales sobre la forma de hacer gobierno ni como mira a la realidad o al mundo. Me identifico mucho más con la manera ordenada de gerenciamiento de Sebastián Piñera y las características de un gobierno plenamente democrático como el chileno.

Sin embargo, me parece adecuado y legítimo que el presidente boliviano quiera buscar en los tribunales internacionales una salida al mar después de que su país, con la ayuda de Perú, perdió la guerra con Chile hace 132 años y con ello 400 kilómetros de costa en el Océano Pacífico y 120 mil kms cuadrados de territorio.

Aunque con su anuncio de que creará una Dirección General de Reivindicación Marítima, para crear estrategias de lucha ante los tribunales internacionales, Morales sepultó el diálogo con su homólogo chileno que contenía algunas esperanzas de obtener una salida al mar, creo que tiene todo el derecho de buscar otras alternativas, tal vez menos políticas y más rápidas.

La salida al mar de Bolivia no es un tema fácil y despierta nacionalismos y pasiones a ambos lados de la frontera. Muchos creen que nada avanzará a favor o en contra a pesar de los diálogos. Creer que Bolivia no puede reclamar porque ha perdido una guerra, sería como para la Argentina renunciar a la soberanía de las Islas Malvinas porque ha perdido varias veces esas islas en los campos de batalla.

Bolivia tiene todo el derecho de trenzarse una vez más en una disputa jurídica internacional. Lo peor que le pueda pasar es que todo el peso de la ley quede del lado chileno y se le cierren las puertas al diálogo y la salida al mar a varias generaciones bolivianas futuras.

septiembre 10, 2010

Candidatos peruanos y acceso a la información

Peruanos y acceso 9-09-10
Estando en Perú en estos días donde vine a inaugurar un seminario sobre Diarios Populares como parte de nuestra oferta de entrenamiento profesional con la Sociedad Interamericana de Prensa, tuve la satisfacción de llegar el día en que los candidatos a alcalde de Lima se comprometieron públicamente con la libertad de prensa y de expresión.
Los aspirantes al sillón municipal firmaron “Los principios de Lima”, comprometiéndose, en caso de ser elegidos el 3 de octubre, a “promover y facilitar el acceso a la información pública en favor de los ciudadanos para fortalecer la libertad de expresión”, según recoge el diario El Comercio en su portada de hoy.
Los candidatos, reunidos en esta iniciativa del Consejo de la Prensa Peruana, se comprometieron a mantener administraciones transparentes como forma de luchar en contra de la corrupción y en contra de la cultura del secreto. Entre ellos se encontraban las máximas aspirantes, según las encuestas, la ex candidata presidencial Lourdes Flores y Susana Villarán.
“Los principios de Lima” es un decálogo que incluye preceptos sobre acceso a la información como derecho humano, transparencia y desarrollo, protección de fuentes periodísticas y la obligación de las autoridades en estos casos.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...