noviembre 28, 2010

Chávez: $$$ y tiempo derrochados


Cada vez que leo sobre el avance cultural, educativo y arquitectónico en la península Arábiga a expensas de las ganancias del petróleo, no puedo dejar de pensar, comparar y lamentar el tiempo y los recursos que ha desperdiciado el presidente Hugo Chávez para que Venezuela se convierta en potencia.

Es obvio que la política manda sobre la economía, de ahí que Venezuela, incluso  teniendo 10 veces más posibilidades de las que tiene ahora igualmente caería en el atraso si continúa con su política nacionalista hacia adentro y expansionista en lo ideológico hacia afuera. ¡Cuánto dinero derrochado por Chávez - de todos los venezolanos - en su pretensión por imponer sus ideas en América Latina!

En una nota del sábado pasado en el New York Times sobre la construcción de sucursales de museos de arte de primer nivel y de campus de universidades occidentales en los Emiratos Árabes Unidos se observa cuán elocuente ha sido la política islámica en manejar inmensos presupuestos a favor del arte, la cultura, la educación y la arquitectura.

Estos países, gracias a los ingresos del petróleo, no solo que han escapado de la pobreza y el atraso que los condicionaba hace sólo un par de décadas, sino que además han abrazo la globalización, sin temor a la “colonización” – especialmente teniendo en cuenta que son países islámicos – y creado economías robustas y una nueva identidad nacional, dentro de un círculo vicioso en el que se ha potenciado el empleo, el turismo, las obras públicas y la auto estima nacional.

En la ciudad de Abu Dhabi, por ejemplo, ya se han diseñado tres museos y cavado sus cimientos. Se trata del Guggenheim que tendrá 12 veces más el tamaño de su contraparte en Nueva York, otro que será la sucursal del Louvre francés y otro que estará dedicado a la historia nacional. Otros museos sobre arte islámico ya se han construido, así como campus de sucursales de las mejores universidades del mundo, obras públicas millonarias que se suman a los planes de viviendas, puentes, carreteras, terrenos ganados al mar y una industria especializada en la tecnología y las energías alternativas.

Cuando el petróleo ya no domine el mundo estos países ya habrán conformado toda la infraestructura necesaria para competir en igualdad de condiciones con otras potencias.

Este uso de los recursos muestra lo poco inteligente que ha sido Chávez. La falta de obras públicas en Venezuela, así como la deficiencia habitacional y sus problemas en materia de salud, educación y cultura, demuestran que han pasado 11 años desperdiciándose tiempo y derrochándose dinero.

El arte y su desafío tecnológico

Esta semana se inicia en Miami uno de los mejores períodos del año, no solo porque se acaba la temporada de Huracanes y el clima empieza a estar más fresco, sino porque coincide con la realización de Art Basel, la feria de arte contemporáneo más importante del mundo, que se ahiere a la feria tradicional de la ciudad Art Miami. Contribuyo en esta columna desde el punto de vista de cómo la tecnología ha cambiado la forma de hacer y observar arte. Click en el enlace aquí abajo, para leer mi columna.

El arte y su desafío tecnológico - Opinión - EL UNIVERSAL

noviembre 27, 2010

Libertad de prensa y democracia

De visita en mi ciudad natal, San Francisco, Córdoba, Argentina, me entrevistaron en el programa AquíAhora de Canal 4 que conducen Daniel Pastore y Gómez, sobre los niveles de libertad de prensa y democracia en Latinoamérica.

Dona tu voz por los que no tienen voz

Esta es una de las campañas más creativas a favor de denucniar los críemenes en contra de periodistas y la impunidad que los rodea. Ojalá muchos puedan concursar enviando videos o al menos escribiendo letras o poemas, de tal forma de seguir educando al público que cuando matan a un periodista en represalia por su labor y denuncias, se mata un pedazo de democracia.
Dona tu voz por los que no tienen voz

Correa y su cinismo

Rafael Correa se sigue comportando como uno de los presidentes más arrogantes y arbitrarios de Sudamérica, enfrentándose a todo aquel que pronuncie una palabra de crítica en su contra o de su administración.
Endiosado, Correa se cree ser supremo e infalible, haciendo ver que todo aquel que despotrica en su contra es simplemente un desestabilizador de su gobierno o golpista, de ahí que continuamente amenace a la oposición y le endilgue a los medios de comunicación atrofiar su revolución.
En la reciente reunión de la UNASUR en Guyana, donde dejó la presidencia del organismo, instó a los demás presidentes a dictar leyes para regular a la prensa; una actitud demasiada soberbia, como creyendo que la libertad de expresión es patrimonio de los gobiernos. Además, no hace falta pedirles a los demás gobiernos que hagan lo que lamentablemente ya están haciendo y la censura de medios que él mismo busca a través de una Ley de Comunicación que ya ha sido criticada hasta por los organismos descentralizados de la OEA.
Correa defiende su interpretación rebuscada y equivocada de lo que es libertad de prensa, asumiendo que todos los medios cometen abusos y que no se trata de libertad de prensa sino de empresa. Dijo que en nombre de esa libertad se han desestabilizado presidentes y gobiernos y por ello “debemos perder el temor reverencial de tratar estos temas y buscar una legislación adecuada para combatir los excesos de cierta prensa".

"No nos engañemos, desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa no es otra cosa que la voluntad del dueño de la imprenta", pero en esta cita, si fuera cierto, tuviera que haber agregado que en Ecuador, el Estado se ha convertido en el dueño mayoritario de canales de tv, radioemisoras y periódicos.

No solo se trata de un presidente con mucho de arrogancia, sino también de sarcasmo y cinismo; actitudes muy alejadas que debería tener un primer mandatario.

noviembre 26, 2010

La desconfianza de los jóvenes

Ninguno de mis tres hijos, de 24, 22 y 21 años, votó en las elecciones intermedias de EEUU a principios de noviembre. Cuando me interesé sobre su falta de participación, argumentaron: “No tenía ganas de decidir entre un candidato más corrupto que el otro”; “todos son muy falsos, dicen una cosa y hacen otra”; “mucha negatividad en los debates y anuncios por tv”.
Sus respuestas evidencian la frustración y la falta de interés en la política que tiene el grupo entre 18 y 29 años de edad. La creciente apatía se tradujo en un 20% de participación electoral, una caída considerable desde las elecciones presidenciales del 2008, cuando Barack Obama arrastró a las urnas al 51% de los jóvenes.
Las objeciones de mis hijos pueden ser las de cualquier chico de la región. En Argentina, a pesar de que los jóvenes peronistas y kirchneristas comenzaron a mostrarse más a activos y libres para actuar tras la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, los datos tampoco son alentadores. Una encuesta reciente de la Universidad Católica de Córdoba reveló que un 87% de los estudiantes de escuela secundaria desconfía de los políticos, 73% de la justicia y 57% de la prensa, entre otras mediciones desalentadoras.
Incluso en países con democracias fuertes, como Chile, existe desencanto con la gestión de gobierno en general y con los partidos políticos. Un sondeo en Santiago de la organización País Joven, mostró resultados parecidos a los de Argentina, EEUU, Brasil y Venezuela: un 90% de la juventud desconfía de los políticos y del Congreso, y a un 80% no le interesa votar.
Los incidentes reiterados en Chile sobre violencia estudiantil o la toma de colegios en Argentina para exigir mayores comodidades y mejor educación, muestran atajos que los jóvenes no parecen encontrar en partidos políticos adulto-dependientes o en líderes que no reflejan sus intereses, no responden con pragmatismo e incumplen promesas.
Esta semana en Córdoba, muchos jóvenes se sintieron burlados cuando no se les permitió participar en la Legislatura provincial del debate de un nuevo proyecto de ley educativa como se les había prometido para detener la toma de escuelas.
El recelo sobre las instituciones está potenciado por la falta de oportunidades laborales y económicas del sistema; pero también por las denuncias constantes de corrupción que la justicia parece ignorar. A esto hay que sumarle la escasa instrucción cívica en la escuela, la deficiente participación en los centros de estudiantes, así como el relajamiento de la disciplina escolar, en la que se confunden derechos con normas y orden, y la búsqueda de atajos económicos que derivan en pandillas juveniles, drogas y crimen organizado.
Muchos partidos políticos tienen gran parte de la culpa. No son escuelas de formación, habiendo confundido la participación con la militancia y el debate de ideas con la agitación. El idealismo e ímpetu de los jóvenes es utilizado para armar fuerzas de choque o llenar concentraciones, más que para contribuir a la agenda política. La Cámpora, agrupación de choque manejada por el hijo de Cristina de Kirchner, y los cibermilitantes kirchneristas, son parte de esa ecuación, que se replica en muchas juventudes políticas del continente.
Esta manipulación de los menores pareciera dar la espalda a la Conferencia Mundial de la Juventud 2010 realizada en agosto en México, que pautó políticas de inclusión en varios campos, así como a la ignorada Carta Democrática Interamericana que pide crear programas para la juventud asegurando “la permanencia de los valores democráticos, incluidos la libertad y la justicia social”.
Valores descuidados, por cierto, según un estudio de organismos de la OEA, que reveló que los jóvenes chilenos y colombianos no captan muy bien situaciones que amenazan a la democracia, como el nepotismo, la corrupción o el control de los medios por parte del Estado.
Por ello, incentivar el debate de ideas, plasmar objetivos realizables, así como más instrucción cívica y lectura crítica de los medios, son materias esenciales que le caben a los partidos y a la escuela.
Reganar la confianza de los jóvenes es la asignatura pendiente, evitando que votar y participar sean tareas relegadas detrás de la fiesta de fin de año o la edad legal para beber.

noviembre 25, 2010

Ortega y la reelección a toda costa

El presidente nicaragüense Daniel Ortega utiliza todo tipo de artimañas para perpetuarse en el poder. Sin dudas, la exacerbación del nacionalismo con el conflicto limítrofe con Costa Rica por el río San Juan, no puede leerse de otra forma.
Más allá de las válidas razones para ambos países y la interpretación de los viejos tratados limítrofes que impiden zanjar las diferencias, lo cierto es que la veta nacionalista favorece a un gobierno que fenece y le brinda las excusas necesarias para opacar desmanes internos, desconfianza y aguerridas formas ilícitas para aferrase al poder.
Ortega ha venido dando muestras fehacientes de querer reelegirse o auto imponerse a como dé lugar incluso a contrapelo de la Constitución que explícitamente limita a los presidentes estar por dos mandatos consecutivos. En su reciente historial se pueden contar, entre otros ardides, el fraude electoral del 2008, el uso del dinero del gobierno venezolano para comprar medios y sobornar conciencias, a que los jueces, ya todos sandinistas a los que por decreto extendió su mandato, votaran a favor de la reelección porque los derechos humanos del primer mandatario estaban siendo violados como ciudadano.
En fin, así como lo hizo Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa y lo intentó el derrocado hondureño Manuel Zelaya, Ortega no descansará hasta reformar la Constitución, doblegar a la Asamblea o hacer demagogia interna con tal de lograr la reelección, para lo cual, extender la confrontación con el gobierno tico siempre le dará un margen favorable.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...