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noviembre 05, 2008

Gracias por participar

Sentí el aplauso, me saqué los audífonos y supe que Obama había ganado. Eran las 9 de la noche y el capitán del vuelo 917 de American de Miami a Lima en la noche del 4 de junio interrumpió una película de Eddy Murphy para dar la proyección irreversible de que Barack Obama era el presidente de Estados Unidos. Histórico. Un afroamericano con el mayor número de votos de la historia presidencial del país. Gracias por participar es realmente el lema que tanto Obama como John McCain utilizaron para agradecer que la democracia se haya explayado con números récords de votantes.

De camino al hotel Los Delfines en Lima, la radio del taxi anunciaba a Obama como ganador. Ya era definitivo. Hacía minutos que McCain había dado su elocuente discurso. Ya en el hotel, CNN estaba enloquecida trasmitiendo a las 3 de la mañana el discurso de Obama y mostrándolo a él y a Joe Biden con sus familias saludando en el acto masivo de Chicago.

En mi Blackberry varios amigos esperaban respuestas de lo que diría después de haber votado republicano. Contesté uno por uno. Sigo pensando que McCain hubiera sido mejor para campear la crisis, de la misma forma que pensé que Al Gore era mejor que Bush en el 2000 y que en el 2004 pensé que Kerry era lo peor para elegir. Contesté justamente eso y me referí a mis post sobre porqué voté por McCain aunque hice la salvedad de que mis columnas siempre mostraron la preferencia del público, de la prensa, de las estrellas y de la mayoría de los países del mundo que ven que Obama podrá liderar al país y ayudar al mundo a salir de la crisis financiera.

Aquí en Lima, como en el resto de América Latina y Europa y Africa, se vivió la victoria de Obama como propia, lo que es un buen comienzo para que Estados Unidos deje de lado ese sentimiento antiamericano – que si bien es tradicional e histórico –Bush lo aumentó considerablemente durante su doble mandato y en particular en estos últimos tres años.

En lo personal me siento muy complacido y agradezco a quienes participaron de la encuesta en mi otro blog Prensa y Expresión que cerró anoche a las 8 de la noche, en el que votaron 67 personas. Obama ganó por mayoría, con 44 sufragios, 65%; McCain 21, 31% y Ninguno 2, 2%.

Si bien es un número insignificante, es al menos una lectura correcta de lo que realmente ocurrió. Gracias a todos por participar.

octubre 19, 2008

La risa celebrando democracia

Todo el mundo espera que las elecciones siempre traigan acusaciones bien fuertes entre los candidatos. John McCain y Barack Obama no son la excepción. Se acusan mutuamente de todo y de que ninguno sabrá manejar la herencia de un país que está en profunda crisis y arrastrando a todo el mundo a la recesión.

Pero a diferencia de otros países, lo que distingue la tradición democrática estadounidense, es que a la hora de la verdad, los candidatos se respetan, tiran de la misma cuerda y hasta se dan el lujo de hacer bromas del otro contrincante y sobre sí mismos.

Anoche, Sarah Palin, quien se está llevando las perores risas, sarcásticas y cínicas, por su falta de experiencia e ingenuidad política, apareció en Saturday Night Live, un programa satírico donde una de las invitadas la imita con tanta destreza que ha hecho subir los ratings a cifras impensadas. Palin se rió de sí misma y seguro cosechó más votos.

Pero la experiencia humor–democracia más valiosa la dieron esta semana Obama y McCain cuando un día después del tercer y último debate del miércoles pasado, participaron de una cena caritativa católica que trasmitió en vivo CNN, en el que no solo se gastaron bromas sino también se rieron de sí mismos. Se hicieron chistes sobre el personaje más famoso de la semana “Joe el plomero”, sobre numerosos episodios y acusaciones mutuas en la campaña. McCain fue jocosamente personificado por su vejez y Obama por su arrogancia.

Al final, ya más serios, McCain elogió a Obama por sus habilidades, energía y determinación, “no por nada ha inspirado a muchos más allá de su propio partido”; mientras que Obama habló del honor y distinción que significa competir con un héroe nacional.

Al día después, ambos se enfrascaron en la lucha despiadada por la Presidencia, con algunos golpes bajos pero sin odio y con respeto. Un ejemplo de lo que se logra cuando se alcanza una cultura democrática.

octubre 16, 2008

¿Quién ganó el debate?

¿Quién ganó el debate? La discusión en sí misma creo que no gravitó en nadie como para cambiar su voto. Los republicanos piensan que McCain ganó y los demócratas lo mismo de Obama. En realidad ninguno de los tres debates hizo la diferencia, sólo acentuó las propuestas sobre lo que ya todo el mundo sabía que cada candidato diría. En los debates la gente y los analistas se enfrascan más en los gestos, en las formas, y no en el fondo. Obama se muestra más moderado y presidenciable, dicen algunos, y los del otro lado dicen que McCain llegaría a ser un buen presidente porque tiene mano dura y experiencia. Un dato revelador sobre los debates, es que una encuesta de CNN de anoche, estableció que el 67% de la gente no cree que debería haber un cuarto o quinto debate. Como que no sale nada en limpio.

Lo que sí es notable, es la preferencia de la gente o quienes hablan abiertamente de estos temas. Anoche vi el debate en Nueva York, invitado por la Universidad de Columbia, junto a un diverso grupo de periodistas convocados para una conferencia sobre periodismo y México. En la sala viendo el debate éramos unas 50 personas. Sorprendí a muchos antes y después del debate cuando dije que todavía estaba indeciso en mi preferencia de voto, pero que mis ideas me inclinan siempre más al lado republicano que al demócrata. (Noté que no fui bien visto). Todos eran “obamistas”, excepto uno o dos con quienes hablé en la cena previa y estaban inclinados hacia McCain. Pero cuando públicamente se preguntó, prefirieron no decir nada o no ser políticamente incorrectos tal vez. Los de Obama, o quienes se manifiestan por él, son abrumadores. Como que todo lo que dice o hace está bien. No se le cuestiona mucho o se lo defiende en demasía.

Si me guío por este sondeo personal – así como la sensación en mi lugar de trabajo y otros círculos - me da la impresión que Obama robará las elecciones. Pero me pregunto cuánto gravitará el voto de toda esa gente que no habla para no quedar como incorrectos.

Sobre algunos temas importantes, quedé pensando. Sobre inmigración, ninguno de los tres debates entre McCain y Obama acercó respuestas; ni siquiera se habló del tema. Desaprovecharon la oportunidad de acercar los votos hispanos. La única referencia a América Latina fue cuando McCain enrostró a Obama que no votaría el tratado de libre comercio con el mejor aliado en la región, Colombia, y que se sentaría sin condiciones ante el antagonista de Hugo Chávez. Hablaron, además, de economía, siendo obvia la primera pregunta de la noche, se refirieron a su respaldo al plan de rescate pero no jugaron ninguna ficha sobre la volatilidad de Wall Street y de todos los mercados financieros del mundo. Extendieron la agenda a otros temas interesantes como los impuestos, la energía, el aborto y el nombramiento de jueces, pero se mostraron bien distanciados. Esta vez Obama sólo dijo que coincidía una o dos veces con su contrincante.

Ese tono a la ofensiva lo adoptó McCain toda la noche y Obama hizo gala de que está hecho de teflón. Los ataques le resbalaron e incluso dijo que no le importaría que lo siguieran atacando por las próximas tres semanas. McCain siguió con su estrategia, como en los debates anteriores, más forzado ahora porque Obama se escapa en todas las encuestas, especialmente en las que difundieron la CNN, The New York Times y The Washington Post horas antes del debate que lo dieron, en algunos casos, a Obama ganador por hasta 14 puntos. Hoy, la intención de voto favorece a Obama por entre el 14 y el 6 por ciento. La CNN en su análisis del colegio electoral, del voto estado por estado, lo pone ya a Obama por arriba a una distancia insuperable ganando en aquellos grandes que en el 2004 se comportaron como republicanos.

octubre 14, 2008

Tercer round: A la caza de los indecisos

Ahora con la confianza restablecida – al menos por esta semana después de la caída en picada de la anterior en materia financiera – el tercero y último debate presidencial entre McCain y Omaba de mañana por la noche se avecina con mayor tranquilidad y en el que los candidatos deberán hacer gala para plantear propuestas concretas y conquistar a los indecisos.

El segundo debate, tras el primero de los candidatos a vicepresidentes, fue para el olvido. Con las bolsas del mundo en picada y con un plan de rescate unilateral estadounidense que no detuvo la hemorragia, los presidenciables tuvieron pocas chances de hacer ofertas. La gente y el mundo estaban concentrados en el debacle financiero más grande de la historia desde la “gran depresión” del 29 y cualquier propuesta de los candidatos estaba eclipsada por las de Henry Paulson, secretario del Tesoro y de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal.

Mañana, mayor confianza de por medio, los candidatos hablarán sobre la reducción de impuestos, los incentivos económicos y los planes para generar empleo, aspectos que representan la mayor preocupación del ciudadano de a pie, que ya no está interesado por la guerra en Irak o el terrorismo.

Obama lleva la delantera en la intención de voto por un seis por ciento de acuerdo a un promedio de encuestas, lo que es poco alentador si se tiene en cuenta que McCain tiene la carga de ser del mismo partido que el impopular George Bush. En situaciones normales, Obama debería estar robando o ganando por goleada. Obama también tiene la delantera en la intención de voto de los indecisos, del 44% al 41%.

Estos indecisos y los independientes, estiman que el líder próximo debe tener más conocimiento en el manejo de la economía que de los asuntos foráneos.

Mañana concluyen los debates. A la hora de la verdad, no han servido para inclinar la balanza para uno u otro costado. El mayor acceso a la información y la generación de nuevos medios, como páginas de internet, blogs y la interactividad comunicacional, así como la mayor mediatización de la política, han hecho que los debates no tengan ese factor sorpresa de antaño. Los debates son más vistos que nunca, pero las ideas ahí vertidas son menos apreciadas, han quedado viejas comparadas al día anterior.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...