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noviembre 03, 2008

Al fin... ¿Obama o McCain?

Parecía una carrera interminable, pero en un par de horas empieza el día decisivo. Después de más de un año y medio y de estar expuesto a tanta propaganda, análisis e información, sabremos quién será el Presidente. Se augura un resultado aproximado para mañana a partir de las cinco de la tarde

Hay mucho más en juego que Obama o McCain. Además de la renovación de la Casa Blanca, podrá haber cambios sustanciales en los 435 asientos de la Cámara de Diputados, en 33 puestos del Senado, mientras que 11 estados tendrán nuevos gobernadores. Aquí en mi distrito en el Sur de la Florida, también tuve que votar sobre la permanencia de varios jueces, administradores para el condado, sobre el casamiento de personas de un mismo sexo, sobre si los concejales deberán seguir ganando 5.000 dólares o tener un salario de algo más de 95 mil y si la universidad comunitaria podrá contar con más dinero.

La Florida es un estado privilegiado. Siempre ha sido, para bien o para mal, deseado por todos, ya que representa el 10% de los 270 votos que se necesitan en el Colegio Electoral, de 538 miembros, para ganar las elecciones. California tiene 55 electores, siendo el estado más poblado del país, pero muchas veces, debido a la diferencia horaria de tres horas con el Este del país, las elecciones suelen estar definidas. El número de electores de un estado es el equivalente a la suma de diputados y senadores federales que tiene, a lo que se suman tres del Distrito de Columbia, la capital, que no cuenta con representantes nacionales.

La importancia de la Florida es crucial por ser uno de los estados que junto a Ohio, Michigan, Colorado y Pennsylvania suelen cambiar mucho de bando. Por eso Obama y McCain están terminando su campaña en estas tierras; Obama en Jacksonville, un área muy republicana, y McCain en Tampa Bay.

Pero esta vez puede ser diferente. El Partido Demócrata consiguió registrar mucha más gente que el republicano y durante las elecciones anticipadas de estos últimos 15días, se calcula que votaron 300.000 personas más de los Demócratas. Los Republicanos esperan que este martes, los indecisos cuenten a su favor, de lo contrario pueden perder el estado de la Florida al que siempre necesitaron desde 1924para entrar a la Casa Blanca.

Esta campaña ha sido histórica y este martes lo será aún más. Se calcula que más de 130 millones de personas votarán y que los indecisos, un gran número todavía, pudieran dar la vuelta a estas elecciones que favorecen a Obama.
Democracia a pleno.

noviembre 02, 2008

Voté por John McCain

No esperé hasta el martes. Después de meses de leer, mirar y escuchar noticias, encuestas y análisis, preferí votar anticipadamente este fin de semana. Tras cinco horas y media de cola deposité mi boleta en la biblioteca pública de Miami Lakes. Toda una fiesta democrática.

Si me hubiese dejado guiar por la lógica, por la prensa, por las encuestas, por lo que se dice en el mundo entero, hubiese tenido que votar por Barack Obama. Sin embargo, Obama no representa lo que son mis convicciones ideológicas – las que redescubrí en estos meses - por eso tuve que sufragar por ideas más conservadoras, a pesar de que tuve que luchar un poco internamente, debido al lastre o al mal manejo que de ellas ha hecho el presidente George W. Bush en los últimos años.

Gane quien gane creo que cualquiera de los dos son excelentes personas, sabrán defender los intereses del país y terminarán haciendo un excelente trabajo. No creo que Obama tendría una administración socialista que busque redistribuir la riqueza al estilo de lo que se idealiza en otros países, ni que McCain sería la continuidad de Bush o que es culpable de la crisis porque votó el 90% de las veces a favor del actual Presidente; creo que esos aspectos son parte de estrategias que le han servido a los dos para hacer contra propaganda.

Tampoco me importa que uno sea joven e inexperto o el otro sea más viejo y saludable, ni que Sarah Palin o Joe Biden tendrían una carga difícil de sobrellevar si les toca asumir la Presidencia. Pienso que hubo una presión constante de la prensa a la que por ser más liberal, le resulta más fácil opinar en contra de los republicanos.

De todos los temas que han tratado ambos candidatos, hay tres que sobresalen y que me llamaron la atención por sobre los demás. Dos de ellos, porque han hablado hasta el cansancio y el tercero porque lo omitieron olímpicamente: la economía o la crisis financiera; la política exterior o la guerra en Irak y Afganistán; y la inmigración o qué hacer con los doce millones de indocumentados.

Economía: Obama se muestra mucho más proteccionista, cerrando las fronteras y volviendo al “Made in America”. McCain favorecerá los tratados de libre comercio y de esa forma ayudará a las economías de América Latina. Sobre el tema impositivo los planes no son muy diferentes y ambos respaldaron el plan de rescate para la crisis financiera sobre la que nadie puede acusar sólo a Bush, ya que el Congreso de los últimos ocho años también debe cargar con esa culpa.

Guerra: Obama está favoreciendo una retirada de tropas de Irak y las redirigiría hacia Afganistán; y se permitirá hablar sin condiciones con los líderes autoritarios o dictadores; mientras que McCain demorará el retiro de las tropas y mantendrá una política más dura con los dictadores, poniendo condiciones, como la liberación de presos políticos, antes de sentarse en la mesa de negociaciones.

Inmigración: Ninguno de los dos ha sido muy explícito por temor a desbandar a gente de su propio partido. Seguramente en el 2009 cualquiera de los dos tendrá que buscar una solución al tema migratorio, y Obama deberá tener más responsabilidad porque los hispanos lo estarán respaldando más en las urnas.

No comparto mucho las ideas del Partido Demócrata pero puedo convivir con ellas, como en el 2000, ya que si hubiera votado lo hubiera hecho por Al Gore, en contra de los republicanos.

Pero en este momento no confío en los demócratas. Creo que la crisis actual, y con un Congreso muy diferenciado a favor de los liberales, Obama se sentirá muy justificado a tomar medidas muy extremas que serán, en los primeros meses y años, muy populares pero también muy drásticas y peligrosas, con regulaciones al por mayor, que entorpecerán el sistema económico a largo plazo.

Me incliné por McCain porque sostendría las ideas conservadoras, las que comparto más plenamente y en general, considerándolas mejores para este país y más convenientes de este país hacia el mundo. Al país le esperan varios años de desafíos pero también de oportunidades. Creo que McCain sabría lidiar con ambos aspectos mejor que Obama.

octubre 31, 2008

Fin de semana para pensar y votar

Ya estamos en la recta final. Finalísima. Lo que nunca parecía que terminaría desde que comenzó a principios del 2007, estos son los últimos cuatros días antes del “gran martes”. Por suerte, en una especie de celebración democrática, este fin de semana seguirán habilitadas las urnas en el Sur de la Florida, para no esperar hasta último momento.

Las elecciones anticipadas, si bien representan una erogación enorme de parte del gobierno, es un gran esfuerzo que permite disminuir el número de excusas o razones para no asistir a las urnas. En un país, en el que las elecciones son optativas, la apatía en el día electoral forma parte de razones irresponsables, de la indiferencia y de cuestiones o causas naturales – como puede ser la lluvia, el frío, el dolor de cabeza – suficiente como para obviar el proceso democrático.

Para darles un dato palpable de la efectividad de la votación anticipada, más allá de que en la Florida se estableció ya el récord de más de dos millones de personas que depositaron su voto, en mi oficina, integrada por unas 14 gentes, soy el único que todavía no ha ido a votar. En los sufragio del 2004, solo la mitad emitió su voto.

Estas elecciones son diferentes. Hay mucho más compromiso. Creo que gran parte de ello se debe a las nuevas tecnologías, hay una mayor cantidad de información e incentivos para votar. La debacle económica, la guerra, la mirada posada de todo el mundo, y la cantidad de artistas y personas populares que están incentivando el voto, además el enorme poderío de las campañas proselitistas que han batido todos los récords.

Más allá de que gane Obama o McCain, ya hay fiesta. Mañana escribiré sobre mi decisión, no completa del todo. Y es mi intención votar el domingo. Diré por quién.

octubre 27, 2008

El racismo en las elecciones

El racismo es un componente subliminal, pero dinámico de la cultura estadounidense. Es un tema latente, en especial por la posibilidad de que el país tendrá su primer presidente afroamericano, y afloró en la campaña republicana aunque fue rápidamente morigerado por el propio John McCain.

En un evento de caridad el día después del último debate, McCain insistió con su mensaje de sepultar el racismo, al menos durante la campaña. Felicitó a Barack Obama por estar haciendo historia: "Hubo un tiempo en que la mera invitación de un afroamericano a cenar a la Casa Blanca se tomaba con indignación y como un insulto”.

El éxito de Obama en la política es insoslayable. Es el único afroamericano entre 100senadores, de un Senado que tuvo que sancionar varias leyes para desterrar, menos de 50 años atrás, la segregación en el transporte público y en los barrios; y descolgar los carteles de “Only Whites” de escuelas y universidades, baños y restaurantes.

Según las encuestas, Obama ya tendría un pie en el umbral de la Casa Blanca. Pero pidió prudencia. Sabe que en política, como en el fútbol, hasta el último minuto cuenta. Difícilmente habrá un rebote económico que pudiera estabilizar el subibaja de las bolsas o la catástrofe financiera, pero la cordura se puede deber al temido efecto Tom Bradley, un alcalde de Los Angeles que en 1982 comandaba ampliamente las encuestas, pero que al final perdió. La gente opinaba sin discriminar por cuestión de piel, pero hizo lo opuesto en la privacidad del cuarto oscuro.

Tal vez la prudencia de Obama es obsesiva. Después de todo, el electorado está más maduro o los jóvenes votantes primerizos no tienen los prejuicios del ayer, lo que quedó demostrado al derrotar a Hillary Clinton. Sabe, sin embargo, que perderá votos por su color. Un sondeo de AP-Yahoo News estableció que el 17% de los blancos demócratas apoyará a McCain y sugiere que si Obama fuera blanco, tendría siete puntos adicionales.

Obama no ganará por el voto negro, en realidad insuficiente, sino por los jóvenes blancos que se inscribieron en las huestes demócratas y por el sufragio femenino. Si bien se estima que el 94% de los afroamericanos votará por Obama, éstos solo conforman el 12.8% de la población total, por debajo de los hispanos con el 14.4%, de los cuales un 57% lo apoyará. El 56% de los blancos irá por McCain.

A diferencia de otros países más xenófobos, Estados Unidos ha hecho numerosos esfuerzos para desterrar la discriminación racial. Abolió la esclavitud hace 143 años, la segregación en las escuelas públicas en 1954 y sancionó en 1964 la ley de los derechos civiles, prohibiendo la discriminación sobre la base de la raza, el origen étnico y el género. En 1965 sancionó la ley de igualdad del voto, en 1968 la de equidad de oportunidades para la vivienda y en 1994 dictó la ley federal que persigue los crímenes de odio.

A pesar de esos adelantos en los derechos civiles, el racismo no desapareció de los estándares culturales. Freedom House definió que el racismo es todavía hoy el “talón de Aquiles” del país en un reciente estudio sobre desigualdad racial. Atribuye este fenómeno a factores que todavía no han sido superados del todo, como el mayor nivel de pobreza de la raza negra por sobre otras, la segregación demográfica, los desacuerdos sobre los alcances de la acción afirmativa, una política pública que devino del movimiento de derechos civiles de los 60, y los crímenes de odio que todavía persisten.

No hay garantías de que el tema del racismo no pueda aflorar y con fuerza como parte de la estrategia electoral antes del 4 de noviembre. Mucho dependerá de la sensatez de los equipos de campaña. Tampoco si tendrá influencia alguna dentro del cuarto oscuro como para cambiar el enojo que despertó la crisis financiera.

De lo que sí hay seguridad es que Obama está por hacer historia. Si llega a la Casa Blanca será el paso más decisivo que el país dará en contra de la desigualdad, pudiendo abrirse un proceso de reparación para cerrar las heridas que dejó la esclavitud, y su consecuencia actual, la discriminación.

octubre 22, 2008

Estados Unidos socialista

A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales, los candidatos se enfrascaron en una disputa, más allá de la crisis financiera, sobre cuál será la filosofía económica a partir de enero próximo. Para McCain, Obama aumentará los impuestos con su idea de redistribuir la riqueza, subyugando así a gente como “José el plomero” que quiere alcanzar su sueño de crear mayor riqueza convirtiéndose en un pequeño empresario. Para Obama la ecuación es más fácil, quiere una política más controlada por el Estado para que no se ensanche la brecha entre ricos y pobres que se viene acrecentando desde la época de Ronald Regan.

Ambos están en estos días cortejando a los electores de la Florida, un estado clave que aportará el 10 por ciento del colegio electoral. Si bien a nivel nacional las nuevas encuestas lo sitúan a Obama por más de seis puntos por arriba de McCain, en la Florida el republicano estaría arriba por un punto.

Los mensajes buscan captar los votos a través del temor. McCain pronostica que con Obama se vendrá el Tío Sam a recaudar impuestos y les habla a los oídos a los cubanos americanos de que se viene un relajamiento con la dictadura de los Castro. Obama les dice a los jubilados – Florida es el estado con mayor población de ancianos – de que McCain recortará drásticamente los donods del Medicare, el sistema de salud estatal.

El discurso de McCain, tapado con la evidencia de los sondeos y del favoritismo de la prensa sobre Obama, es quien más se arriesgará en estos días para descontar puntos. No tiene nada que perder, así que será cada vez más virulento enfrascándole a Obama el mote de socialista, algo que a los estadounidenses le motiva un cosquilleo de intranquilidad. Es solo una estrategia de campaña, pero tal vez lo sitúa de nuevo en el ruedo.

octubre 14, 2008

Tercer round: A la caza de los indecisos

Ahora con la confianza restablecida – al menos por esta semana después de la caída en picada de la anterior en materia financiera – el tercero y último debate presidencial entre McCain y Omaba de mañana por la noche se avecina con mayor tranquilidad y en el que los candidatos deberán hacer gala para plantear propuestas concretas y conquistar a los indecisos.

El segundo debate, tras el primero de los candidatos a vicepresidentes, fue para el olvido. Con las bolsas del mundo en picada y con un plan de rescate unilateral estadounidense que no detuvo la hemorragia, los presidenciables tuvieron pocas chances de hacer ofertas. La gente y el mundo estaban concentrados en el debacle financiero más grande de la historia desde la “gran depresión” del 29 y cualquier propuesta de los candidatos estaba eclipsada por las de Henry Paulson, secretario del Tesoro y de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal.

Mañana, mayor confianza de por medio, los candidatos hablarán sobre la reducción de impuestos, los incentivos económicos y los planes para generar empleo, aspectos que representan la mayor preocupación del ciudadano de a pie, que ya no está interesado por la guerra en Irak o el terrorismo.

Obama lleva la delantera en la intención de voto por un seis por ciento de acuerdo a un promedio de encuestas, lo que es poco alentador si se tiene en cuenta que McCain tiene la carga de ser del mismo partido que el impopular George Bush. En situaciones normales, Obama debería estar robando o ganando por goleada. Obama también tiene la delantera en la intención de voto de los indecisos, del 44% al 41%.

Estos indecisos y los independientes, estiman que el líder próximo debe tener más conocimiento en el manejo de la economía que de los asuntos foráneos.

Mañana concluyen los debates. A la hora de la verdad, no han servido para inclinar la balanza para uno u otro costado. El mayor acceso a la información y la generación de nuevos medios, como páginas de internet, blogs y la interactividad comunicacional, así como la mayor mediatización de la política, han hecho que los debates no tengan ese factor sorpresa de antaño. Los debates son más vistos que nunca, pero las ideas ahí vertidas son menos apreciadas, han quedado viejas comparadas al día anterior.

agosto 27, 2008

Obama-McCain: Todavía estoy indeciso

En noviembre debutaré con mi voto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Estoy ansioso. Pensé que a esta altura ya no estaría indeciso, pero lo soy. No me registré en ninguno de los dos partidos predominantes. No soy Demócrata ni Republicano. Soy independiente. Pensé que la Convención Demócrata y el discurso de Hillary Clinton de anoche me hubiesen decidido. No fue así.

Quienes me conocen, se sorprenden que no sea demócrata. Me encasillan como liberal, y se sorprenden aún más cuando me escuchan simpatizar con ideas más conservadoras; en lo económico sobretodo. Debería ser demócrata, soy más pro derechos humanos, y en 1976 mientras vivía en Dakota del Norte como estudiante becado, fui voluntario de la campaña demócrata de Carter-Dole. Pero no. Siempre me pareció que los demócratas son más hipócritas, en realidad igual de conservadores que los Republicanos, nada más que no lo admiten. Las diferencias no son muchas o no se advierten.

Todavía ni Obama ni McCain me han convencido. Sigo como indeciso y represento a un gran porcentaje de la población que está esperando una estocada especial. Como hispano me siento adulado por ambos partidos que están desesperados por ganar los votos de este segmento. En el 2000, por 237 votos, la Florida se convirtió en un estado republicano que le hizo perder la presidencia a Al Gore a pesar de que había ganado las elecciones voto por voto en el país. La lección de aquel sufragio en el que 237 papeletas inclinaron la balanza de todo un país, es que cada individuo cuenta y es importante.

Como buen indeciso vengo cambiando mi inclinación a cada minuto, según como soy influenciado por los medios, los discursos de los candidatos, por su raza y por su edad, por las decisiones que dicen que van a tomar y por quien representa mejor los intereses de mi billetera y quien promete un mejor país para mis hijos o mis futuros nietos. No estoy confundido, estoy alerta. Leo, veo, escucho y consumo información y opiniones. No es fácil tener claridad. A veces el corazón dice una cosa y la razón otra. Y al día siguiente a la inversa.

Hoy no votaría por ninguno de los dos. Pero quiero votar y no lo haré en blanco. Iré contando en posts periódicos (y en algunas líneas al final de aquellos que opino de otra cosa) como irá cambiando mi posición y mi voto de acuerdo a lo que lea, perciba y sienta. Creo que este ejercicio me ayudará a estar mejor enfocado y a tener una decisión más responsable.

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