martes, 29 de enero de 2013

“Qatarstrofe para el fútbol”


Hace pocos días en este blog hablé sobre la falta de responsabilidad de la que se puede acusar al periodismo deportivo debido a que solo parece interesado en entretener y comentar, dos aspectos que son naturales a la disciplina deportiva, pero que son insuficientes en la tarea periodística.
Lamentablemente los medios periodísticos, como otras empresas sacudidas por las crisis económicas, han venido desmantelando sus unidades de investigación, lo que consume muchos recursos y tiempo para construir buenas historias que ayuden al público a entender las características complejas de las tramas deportivas.
El caso de Lance Armstrong es una de las grandes omisiones del periodismo investigativo estadounidense que solo se ha limitado a respetar lo que Armstrong o los protagonistas han dicho sobre este caso histórico y apabullante de dopaje.
Hoy se supo, por suerte, sobre la investigación de la revista francesa France Football – patrocinadora  junto a la FIFA el Balón de Oro – que mancha a los principales jefes de la FIFA y al ex presidente francés Nicolás Sarkozy, por ayudar al pequeño y riquísimo país árabe, Qatar, a conseguir la sede del Mundial de Fútbol para el 2022 a expensas de otras buenas candidaturas como la Inglaterra, Australia y Corea, y de la de Estados Unidos, país al que venció en la última ronda de votaciones en 2010.
Desde entonces se vienen escuchando rumores sobre que los jeques qataríes compraron o sobornaron voluntades a diestra y siniestra con tal de quedarse con la sede y poner a su país en el mapa mundial. Pero no fue hasta ahora que la revista francesa, haciendo gala de buen periodismo de investigación, da nombres de sospechosos de haber estado en esa trama y cómo se fueron tejiendo los entuertos.
Es probable que no suceda nada como ocurre muchas veces con las denuncias periodísticas, pero es evidente que la FIFA tendrá que ser más transparente y dar explicaciones de lo que pasó. Se trata de un organismo muy oscuro y que muchas veces hasta parece inmune a los tentáculos de la justicia o de aquellos fiscales que quisieran trabajar de oficio.
Si esto llegara a comprobarse, creo que vendría muy bien aquel titular de una editorial de una publicación alemana que en 2010 tras la decisión de la FIFA a favor de Qatar tituló con inventiva: “Qatarstrofe para el fútbol”.

1 comentario:

Paul Vasso dijo...

A decir verdad, yo siempre he pensado que todas esas decisiones son vendidas.Como los reinados de belleza y cosas por el estilo.
Como dicen por allí. ¿cuánto hay pa eso?
Simplemente Qatar puso mas plata esta vez, que se hace.