viernes, 2 de julio de 2010

Libertad en Cuba: peor que antes

En materia de libertad de prensa y de expresión Cuba no ha mejorado ni un ápice, todo lo contrario, está restringiendo cada vez más a los periodistas independientes y a la disidencia, según el último informe que dio a conocer esta semana en Madrid, Amnistía Internacional (AI).

Para mí, lo que es peor, es que mientras esta denuncia de AI se difundía, el mismo día la Comisión de Agricultura del Congreso de Estados Unidos aprobaba un proyecto de ley por el cual se le quitan a los estadounidenses las trabas para viajar a Cuba, algo parecido a lo que el presidente Barack Obama suavizó el año pasado del embargo económico a la isla, al eliminar las restricciones para que los cubanoamericanos puedan viajar a Cuba.

Si bien puedo estar o no de acuerdo con el embargo – y esta es una discusión en la que cualquier persona podría estar enfrascada por días sin llegar a una conclusión coherente – me da la sensación que atando los dos hechos – el informe de amnistía y el proyecto de ley – se puede observar una incoherencia terrible de parte de Estados Unidos, ya que el espíritu del embargo siempre fue presionar económicamente para que el gobierno cubano revierta su política de violaciones a los derechos humanos.

Pero justo cuando el régimen de la isla está apretando más las tuercas, como dice AI, el gobierno estadounidense está flexibilizando el embargo.

El informe, denominado “Restricciones a la libertad de expresión en Cuba”, recalca que las limitaciones siguen intactas y que el gobierno utiliza detenciones arbitrarias, interrogatorios y amenazas para callar a la oposición.
Como muchas otras organizaciones, por ejemplo la SIP - así como individuos fuera y dentro de la isla, como es el caso del disidente Guillermo Fariñas que está a punto de la muerte debido a la huelga de hambre a la que se ha sometido - se le pide al gobierno que libere a los periodistas independientes y presos políticos que siguen encarcelados.
Obviamente, el gobierno cubano - como siempre - opta por ignorar los pedidos y el silencio.