diciembre 06, 2010

Wikileaks, se pasa de la raya


Hasta ahora, excepto para los gobernantes y gobierno retratados por los cables secretos de la cancillería estadounidense, lo revelado causó entre el público más risas por los chismes que preocupación por temas de seguridad nacional.
Pero lo que ayer Wikileaks publicó respecto a objetivos, territorios y actividades que EEUU considera “sensibles” y “críticos”, ya no causan risa a nadie. Julián Assange se pasó de la raya.
Estos puntos sensibles y críticos – dados a conocer a través de un cable del 18 de febrero pasado por Hillary Clinton bajo el título "Critical Foreign Dependencies Initiative" - son los que EEUU considera deben ser protegidos frente a los terroristas por los problemas estratégicos que causarían a la seguridad nacional e internacional.  Se menciona en la lista de objetivos que el mundo está dividido en seis regiones, incluyéndose gasoductos, cables submarinos, plantas industriales, explotaciones mineras, infraestructura de telecomunicaciones y transportes y empresas farmacéuticas de todo el mundo, según remarca el cable.
Es obvio que esta información le hace el juego al terrorismo al identificar los objetivos por lo que ahora los gobiernos deben elevar los sistemas de seguridad y protección. Esto, que provoca grandes gastos económicos, es justamente lo que los terroristas dijeron la semana pasada sobre “desangrar” económicamente a Occidente. Ya no necesitan grandes atentados para atentar, sino pequeños episodios, como las cartas explosivas que fueron enviadas y detectadas antes de que lleguen a su destino o las simples llamadas a un aeropuerto con amenzas de bombas, lo que por horas para al mundo y pone en marcha mecanismos de defensa costosísimos.
Exclusivamente con este cable, Wikileaks dando a conocer estos objetivos estratégicos lo que logra es ayudar a los terroristas en su misión.

diciembre 03, 2010

Art Miami... si tuviera $$$!!!!!

Esta tarde con mi esposa Graciela fuimos a Art Miami, una de las ferias internacionales más renombradas del país. Escogí estas obras y como siempre termino, entre tanto arte contemporáneo, yéndome por obras clásicas. Aquí un óleo abstracto de William de Kooning; un dibujo en tinta de Picasso; un dibujo autorretrato de Giacometti en el que también entró mi reflejo; posando detrás de una escultura de Sierra y por último un óleo sobre madera de Picasso.

Seguramente por estas obras no me alcanzarían 100 millones de dólares, por lo que seguiré intentando suerte con la Lotto de la Florida... como dijo mi esposa. Uno nunca sabe.






Art Miami, otras obras que me gustaron

Siempre me sorprende pasar por Art Miami cada diciembre. Me sorprende la sensación, por lo ecléctico del espacio y por la gente desprejuciada en su vestimenta y el botox que fluye de muchas caras. Pareciera como que estoy en otro sitio.

Lo del arte en Art Miami es lo más importante y he elegido en este post algunas obras que me gustaron o llamaron más la atención que otras, sin embargo siempre termino yéndome por valorar los artistas y obras más clásicas en desmedro de lo contemporáneo. Aquí les entrego de todas maneras algunas fotos que tomé de obras que me gustaron. Mi esposa, Graciela, que me acompañó concuerda solo con algunas. D, que estoy en otro sitio que no es Miami.

Pero además del arte, en Miami y especialmente en esta feria, así como la que en forma paralela se hace en Miami Beach, Art Basel, uno siempre queda soprendido por alguna celebridad. El año pasado el revuelo se armó entre los pasillos cuando apareció Pamela Anderson. Esta vez no tuve esa suerte, pero apareció Julián Lennon, el hijo de John, caminando y observando obras. Vino a Miami a exponer sus fotografías.

Estas obras me gustaron:











diciembre 02, 2010

Arte y tecnología


El mar y las playas de Miami quedarán reducidos a telón de fondo esta próxima semana. Toda la atención se concentrará alrededor de las mega-ferias de arte, Art Basel y Art Miami, y de un enjambre de exhibiciones satélites en museos, galerías y espacios públicos.

Estas exposiciones, con las que cierra el mercado del arte contemporáneo el 2010, atraerán a miles de coleccionistas, curadores, críticos y curiosos ocasionales; pero, más importante, permitirán observar la evolución del vanguardismo. En especial el desafío que presenta para los artistas y la industria del arte, la aplicación y acople de las nuevas tecnologías, en constante cambio.

Es que los materiales empleados en el arte contemporáneo son más efímeros o se hallan en continua mutación, a diferencia de los métodos que reconocemos tradicionales, más estables y perecederos, como óleo, bronce o mármol. No es lo mismo la vida de una pintura al óleo que una imagen digital, por ello los museos y coleccionistas, además de considerar el concepto del artista y la estética de la obra, también deben velar sobre cómo conservarla y mantener su originalidad.

El reto es que las tecnologías quedan obsoletas en poco tiempo, lo que es un dolor de cabeza para el arte visual como las obras concebidas en 8mm que debieron saltar a CD, DVD y ahora HD digital, considerando además que fenecieron sus utensilios y proyectores, y el público también sofisticó sus formas de observar.

Las obras clásicas no están exentas al deterioro ni a los accidentes como La Piedad de Miguel Angel atacada a martillazos por un tarado, o el agujero en una tela de Picasso causado por una visitante distraída al Museo Metropolitano de Nueva York. Pero los restauradores tienen mayor trabajo con los nuevos medios usados en el arte actual, como plexiglás, plástico, resinas, emulsiones y cintas magnéticas más sensibles al tiempo y a la luz, así como con software, chips y computadoras del arte virtual, cuya vida es muy limitada.

Las nuevas tecnologías crean dificultades a los museos y coleccionistas, pero más a las compañías de seguros. Deben cobrar primas por el valor intangible de una creación que se deteriora o desvanece en poco tiempo. ¿Cómo asegurar una obra de costo millonario compuesta por luz de neón cuando un foco tiene una vida útil de 2.000 horas y el artista no permite repararla? Quienes se dedican a este rubro, como la francesa AXA Art, saben que el reto es asegurar obras que se dañan y que calculan sólo sobrevivirá el 5 por ciento dentro de 100 años.

Pero independientemente de las nuevas tecnologías y de los métodos del artista, el mayor reto es para el público general. Cómo entender y distinguir lo que es arte, cuando lo contemporáneo busca transgredir sin mantener cánones tradicionales de estética. Es como si necesitara mayor información para comprender el mensaje, ya que algunas instalaciones y obras tienen más de entretenimiento efímero que de arte. Esta semana habrá que hacer mucho esfuerzo para comprender obras en Miami Beach, como la del colombiano Francois Bucher, que colocará libros dentro de las mesitas de luz de varios hoteles, mientras el mexicano Jorge Méndez Blake hará flotar en un recipiente con agua, una maqueta de una biblioteca hecha de plexiglás.

Es cierto que las tecnologías potenciaron las excentricidades, pero también el internet iluminó siglos de oscurantismo, como cuando los pintores y escultores ignoraban lo que hacían sus colegas o las tendencias que se tejían en sociedades aisladas.

El ciberespacio también ha contribuido a la expansión y recuperación económica de los mercados, como demostrarán las ferias de Miami. Los coleccionistas y compradores ocasionales cada vez acceden más a stands en ferias y galerías virtuales; compran on-line en remates; comparan precios, épocas y artistas en bancos de datos; ven catálogos en la aplicación de iPhone de la casa de subastas Christie’s u organizan foros sobre arte por Skype, permitiendo que el sistema de compra-venta sea más transparente.

Pero lo más importante, es que las nuevas tecnologías se han transformado en un aliado. Más allá de los desafíos para la industria, han servido para masificar y popularizar el arte, creando un público más educado e interesado.

diciembre 01, 2010

Wikileaks y la responsabilidad de EEUU


Las primicias siguen apareciendo, los gobiernos enardeciendo y la gente sonriendo. Por más que se discuta si está bien que Wikileaks haya publicado información clasificada o secreta que fue obtenida mediante robo, lo importante es que la gente sigue consumiendo y enterándose de cosas que de otra forma no hubieran quedado jamás en la superficie.
El hecho de que la palabra secreto o clasificado anteceda a toda información, pareciera que le diera a cada chisme la veracidad y rigurosidad de una información contundente, cuando en realidad, mucho de lo que se dice en los cables tiene que ver más con opiniones de funcionarios diplomáticos, chismes obtenidos de lo que dicen y rumorean los medios y en las fiestas sociales y en las tertulias de café, que en verdades rigurosamente obtenidas y contrastadas.
Si en realidad quisiéramos estar frente a secretos importantes y perturbadores que podrían desnivelar el balance en el mundo, deberíamos remitirnos a los que mantiene y ejecuta la CIA y todas las demás organizaciones de inteligencia, así sea el Mosad israelí, el M16 británico, el DAS colombiano o la SIDE argentina. Las filtraciones actuales son importantes igualmente no tanto por su contenido, sino porque demuestran cómo actúan los equipos diplomáticos de un país, como manejan las percepciones, prejuicios e imágenes de su contraparte, lo que terminan siendo en muchos casos solo opiniones subjetivas.
Varias cosas que se sacarán en limpio de toda esta maraña de información en las próximas semanas. No pareciera que el mundo va a la deriva, aunque EEUU está perdiendo cada vez más credibilidad. Esta cuarta etapa de filtraciones masivas es tal vez la más contundente, ya que mina la credibilidad del actual gobierno, dejando de lado las culpas que siempre se le cargaron a George Bush. Esta desconfianza en EEUU y entre todos los diplomáticos tendrá un efecto importante en las relaciones diplomáticas y de comunicación entre todas las naciones; creo que, así como el derribo de las Torres Gemelas trajo aparejado la molestia de la seguridad y de la revisión de los viajeros en los aeropuertos, las filtraciones de información de Wikileaks generarán medidas de prevención que coartarán las comunicaciones internacionales. Los gobiernos asumirán con mayor naturalidad recortes a la libertad de expresión, bajo la excusa de que les resultará más fácil convencer al público de que las regulaciones deben ser adoptadas para evitar problemas a la seguridad nacional.
Seguramente el gobierno estadounidense esté tentado a perseguir a Wikileaks y su dueño el australiano Julian Assange – ahora prófugo de la justicia internacional por delitos sexuales cometidos en Suecia – y ya se está estudiando si puede ser procesado por la Ley en contra del Espionaje estadounidense. Los abogados y la nueva fuerza de tarea creada por el presidente Barack Obama para evitar nuevas filtraciones, seguramente encontrarán la forma de neutralizar a Assange.
Este es justamente el peligro. Imponer cortapisas a Assange, podría servir de excusa a muchos países opresores y autoritarios del mundo a justificarse en el ejemplo de EEUU para impulsar leyes y regulaciones que les permitan violar la libertad de prensa y de expresión legalmente.
EEUU tiene ahora la responsabilidad, más que antes, de actuar de la forma más apropiada para que cualquiera acción en contra de las filtraciones no se transforme en un boomerang en contra de la libertad de prensa en el mundo.

Calentando motores

  Un nuevo comienzo. Hoy celebro que recomencé mi diario. ¿Qué significa? Que ya estoy calentando motores para la continuación de “Robots co...