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octubre 05, 2013

Obamacare y las dos visiones de EE.UU.

Esta será recordada como una de las semanas políticas más horribles para el país, si se consideran los tuits del presidente Barack Obama sobre la actitud de los legisladores republicanos que lograron paralizar las actividades y funciones del gobierno federal.

El futuro inmediato se vislumbra aún más sombrío si no se logra elevar el techo de la deuda. Por ahora, los problemas más graves son internos ya que en el medio de la tormenta está la tozudez de demócratas y republicanos para delimitar los alcances económicos de la nueva ley de salud pública, Obamacare, que entró en vigencia el 1 de octubre. Pero los problemas serán aún más graves para el exterior, si los legisladores y la Casa Blanca no dirimen sus diferencias sobre la deuda pública, ya que países y economías de todo el mundo sentirán el impacto.

Los tuits de Obama fueron reveladores de su frustración, llamando chantajistas a los diputados republicanos, pero también de su arrogancia, si se considera que la pelea es parte del equilibrio natural de la democracia, donde los dos bandos en pugna siempre tendrán una visión distinta sobre el papel que el gobierno debe jugar en la vida del país. Y Obamacare es justamente la medida con la que se puede observar esa diferencia.

Obama y los demócratas optan por un país donde el gobierno tiene una alta participación en la economía, no solo regulándola y aumentando los impuestos, sino creando programas sociales aunque más no sea a base de subsidios y beneficios. Los republicanos, especialmente los más conservadores, creen que el papel del gobierno debe ser mínimo, el gasto público bajo y que sea la economía privada la que movilice al país.

Ambos grupos tienen principios y razones valederas. Esta pelea por más que Obama califique de chantajistas a los republicanos y estos lo distingan por demagogo, solo puede darse en medio de la coyuntura política actual, con un Obama que estaba cayendo en popularidad al saberse sobre los programas de vigilancia y espionaje contra ciudadanos de EE.UU. y líderes del mundo.
En apariencia los republicanos son los que tienen mucho más que perder. Este pataleo legislativo en contra de una ley popular, se parece a aquel tropiezo de Mitt Romney cuando en un acto político privado se le escabulló aquel 47%, al hablar de la gente que en el país vive a costas del gasto público. Aquel desliz, aprovechado por Obama, fue su lápida política y electoral.


Obama no podrá salir con la suya o con el 100 por ciento de lo que pretende. Los republicanos saben que el cierre del gobierno y la deuda pública son las debilidades de cualquier presidente. Obama tendrá que negociar, tendrá que ceder en algo. Los republicanos ya cedieron… perdieron un porcentaje razonable de su capital político.

enero 02, 2013

Sin abismo; otros precipicios se avecinan


Finalmente la actitud persuasiva de Barack Obama se puso de manifiesto para que EE.UU. no cayera a principios de este año en el abismo fiscal, un lío económico difícil de entender para el ciudadano medio que auguraba desastre para el país y para la economía mundial.

Primero con un Senado favorable y anoche con una Cámara de Diputados liderada por la oposición, se logró el acuerdo fiscal que permitió por ahora reducir las fricciones entre Demócratas y Republicanos y lograr un acuerdo que, aunque no sea de total agrado de Obama, compra tiempo para la economía para los próximos precipicios que se avecinan.

Con este acuerdo, lo principal es que continuará el recorte de impuesto que ya había establecido George Bush y que será la clase más rica, las familias que ganen 450 mil dólares y más, los que tendrán que pagar más al fisco. Obama quería que la cifra tope fuera 250 mil. También el Estado prorrogó el pago a los desempleados cuyo término estaba por expirar y no hubo recortes de gasto público.

Las bolsas del mundo reaccionaron muy bien, aliviadas por la noticia y con cierto optimismo en un año nuevo que todos esperan, y hasta auguran como el Papa Benedicto XVI, que sea de paz y prosperidad y que Europa también salga de su propio cataclismo.

EE.UU. sabe que el acuerdo fue importante y compra tiempo. Es que en los próximos meses deberá enfrentar acuerdos para otros abismos, el presupuestario y el de la deuda. Seguramente los republicanos tendrán más fuerza para exigir a Obama que haga más recortes en gastos sociales, que achique al gobierno y al Estado.   

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...