El papa
Francisco sigue haciendo cambios importantes y una vez más es evidente que hay
indicios de que la reforma de la Iglesia va en serio, tanto en cuestiones de
conducción administrativa como de costumbres arraigadas, como es el caso del
celibato obligatorio.
A todas las
reformas que ha venido implementando, desde crear una cultura más austera hasta
modificar los asuntos económicos y financieros que maneja el banco del
Vaticano, tal vez la más audaz es haber retirado al cuestionado cardenal
Tarcisio Bertone y nombrar a Pietro Parolin, como secretario de Estado.
Y lo mejor de
estos días, es que Parolin, entrevistado por el caraqueño El Universal después
de ejercer en Venezuela como Nuncio, abrió de repente las puertas para una
discusión postergada en la Iglesia, el tema del celibato, al que bien definió
como una cuestión que no es dogma de fe, sino una tradición que data del año
390 de nuestra era.
La admisión
del tema ya es en sí un golpe duro para los conservadores de la Iglesia y es
tal vez la forma en que Francisco, quien no se ha mostrado públicamente a muy a
favor del celibato voluntario, quiere empezar la discusión.
Aunque el
tema pareciera superficial ante otros grandes cambios que necesita la Iglesia –
incluyendo la ordenación de las mujeres - es muy significativo, ya que abriría
las puertas a las vocaciones frustradas, la de aquellas personas que no entienden
por qué no se puede servir a Dios y a una propia familia al mismo tiempo.
Lo importante
de Parolin y de Francisco es que ya han dicho que todas las reformas que se
implementen en la Iglesia deberán estar imbuidas de un “espíritu democrático”,
esto es, no solo de que se buscarán decisiones más colegiadas con la
participación de todos los obispos o la jerarquía eclesiástica, sino también –
y es lo más trascendente – que se escuchará a los fieles.
Parolin dijo
que el celibato no obligatorio es un desafío para el Papa, pero confía en que
habrá discusión. Seguramente de alcanzarse, será una reforma histórica, otra de
las tantas que permitirán a Francisco crear un legado permanente.