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febrero 08, 2011

Carmen Aristegui, despido y rumor


La periodista mexicana Carmen Aristegui despierta cierta polarización en México y todo lo que ella hace y dice despierta polémicas o al menos reacciones. Es tan querida como criticada en los círculos periodísticos, intelectuales y políticos, pero más allá de eso se trata de una periodista cabal, preparada y con mucho respeto por la profesión a la que honra como buen profesional. Independiente, incisiva, rigurosa, balanceada y justa son algunos de los valores que de ella rescato, viéndola en su programa de actualidad y entrevistas que trasmite CNN en español.
Este 6 de febrero la opinión pública mexicana se sacudió cuando la cadena de radio en la que trabajaba, MVS, anunció que la despedía por transgredir el código de ética de la empresa por dar rumores como si fueran noticias ya que tiene prohibido la “presentación y difusión de rumores”.
Lo raro de todo esto es que un código de ética por lo general no es de aplicación obligatoria ni inmediata como sucedió con Aristegui, además que da la apariencia - de la forma que lo han interpretado los jefes de la periodista – que no tienen una buena definición sobre el rumor.
Aristegui lo que hizo fue dar una información y hacer una interpretación, ni siquiera dio su opinión. Simplemente, el 4 de febrero, reprodujo una protesta de legisladores del Partido del Trabajo, quienes en una manta o cartel público – en una tribuna de la Cámara de Diputados donde trabajan – expresaban: ¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No, verdad? ¿Y porque lo dejas conducir el país?” infiriendo los rumores sobre los problemas de alcoholismo que arrastraría el presidente Felipe Calderón.
Aristegui sin opinar, ni condenar la supuesta información o la supuesta enfermedad del Presidente, propuso que la Presidencia debía dar una respuesta para aclarar este asunto que no es la primera vez que sale a la luz y que en algunos círculos es un tema recurrente y que deviene en chistes y bromas.
Si bien el rumor puede ser considerado una noticia sin confirmar, algo de lo que habla la gente, Aristegui dio una noticia y la interpretó, no dio un rumor. Sería un rumor si ella hubiera dicho que el Presidente es alcohólico, pero ella lo que dio fue una noticia referida a la pancarta de los legisladores e interpretó que debería la Presidencia dar una explicación de algo que se hizo público, por quienes se supone asumen su responsabilidad como hacedores de opinión pública, es decir los legisladores.
Puede dudarse de que la intención de Aristegui haya sido la de calificar al Presidente de borracho y se aprovechara de los legisladores; pero ello sería medir la intención de la periodista y no su acción, lo que no debería medirse con la misma vara y por cierto por un código de ética.
En todo caso, debería ser la Cámara de Diputados la que debería aplicar su código de conducta interna para delimitar lo que los diputados pueden expresar contra la máxima autoridad o las responsabilidades éticas que tienen a pesar de su inmunidad legislativa.
Lo de Aristegui pareciera que va por otro terreno más allá de la ética. La emisora parece que combate los rumores, pero si no explica pronto su decisión abrupta, sus verdaderas razones serán presa de los rumores.

febrero 23, 2010

Chávez, descocado

En el programa de Carmen Aristegui por CNN en Español de esta noche se está mirando a un Hugo Chávez bastante descocado, sarcástico, cínico y mentiroso; y con todos los atributos que lo caracterizan y que lo hace uno de los líderes con mayor desprestigio a nivel internacional.
Habló de que Uribe se “parecía a un torito” y que si no hubiese habido una mesa de por medio, “me hubiese agredido físicamente” y que optó por callarse después de “mandarlo al carajo”, por respeto al “maestro” Raúl Castro quien le puso la mano por detrás para calmarlo, “como si bajara de la Sierra Maestra”.
Sobre Estados Unidos prefirió hablar de “los dos Obama” y que si Barack Obama empieza a destruir el “emporio imperial” vaticinó que lo matarían como “hicieron con Kennedy”. Dijo que hay “dos Obamas” y que a uno es al que él le da la mano en las cumbres y que le dice que EEUU no se inmiscuye con Venezuela, pero el otro es el imperialista, el que no acaba con la guerra en Afganistán o Irak.
Según Chávez se trata de ese Obama que tal vez no supo sobre el golpe de Estado en Honduras pero que luego de sucedido lo aceptó. Siguiendo con Honduras, dijo con bastante sarcasmo que él como no se inmiscuye en temas de otros países, aceptaría lo que decidieran “Daniel, Micheletti (se confundió dos veces con ese nombre en lugar del presidente de Panamá, Martinelli) y los hermanos centroamericanos”, respondiendo a si Venezuela aceptaría al nuevo gobierno de Porfirio Lobo.
Dijo que aceptaría la voluntad de los presidentes centroamericanos con algunas condiciones, como por ejemplo que se le permita a Manuel Zelaya volver a Honduras a hacer política. Obviamente insistió que no se inmiscuye en temas hondureños, a pesar de que la periodista le insistió que lo había hecho.
Respecto al nuevo organismo que se creará, la Comunidad Latinoamericana y del Caribe, con la exclusión de EEUU y Canadá, dijo que no será en reemplazo de la OEA, “sino además de la OEA”, pero que el organismo hemisférico que dirige José Miguel Insulza “desaparecerá”.
Por último, Chávez dijo el presidente brasileño Lula Ignacio da Silva es “el ideal” para dirigir el nuevo organismo cuando se quede desempleado al dejar la presidencia de su país. “Lo dije en broma, pero ahora lo sostengo en serio”.
Chávez siempre se mostró sarcástico en todos los temas, excepto que sobre el altercado con Alvaro Uribe se mostró como víctima.
La entrevista mostró a un Chávez conocido, pero que jamás dice esto a periodistas venezolanos, sino que solo espera estar a nivel internacional para ofrecer declaraciones a periodistas de otros países. En Venezuela no discute o dialoga o se deja entrevistar por periodistas, solo habla en forma de propaganda a través de sus cadenas obligatorias.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...