John Edwards tenía una carrera rutilante en el Partido Demócrata y aunque fue sacudido en las primarias de hace un par de años por los candidatos Hillary Clinton y el ahora presidente Barack Obama, se esperaba que el senador pudiera dar batalla en nuevas elecciones futuras.
Pero su carta de potencial triunfo se fue al traste cuando esta semana lo procesaron por haber malversado fondos de la campaña electoral para uso personal, especialmente para tapar las evidencias de su amorío extramarital con Rielle Hunter y el hijo que concibieron, mientras su esposa enfrentaba el cáncer que finalmente la venció en diciembre pasado.
Edwards es acusado no solo de malversar fondos sino de haber recibido dineros de personas más allá del límite permitido. Por estos delitos y otras acusaciones del mismo tipo de crímenes, puede ser sentenciado a 30 años de cárcel y a pagar una multa de 1,5 millones de dólares.
Lo importante de este enjuiciamiento es que se puede observar la igualdad ante la ley ante un delito que le permitió a Edwards tomar ventajas en un proceso electoral, que debiera ser justo, competitivo y transparente para así poder dar garantías a los ciudadanos sobre una elección limpia.
Cuando suceden ejemplos así, uno no puede dejar de pensar en otros procesos electorales que han sido viciados en los últimos años y sobre los que la justicia poco hace. En nuestra América Latina, donde las valijas llenas de efectivo viajaron desde Venezuela a Perú, Argentina, Paraguay, Nicaragua, Bolivia, entre otros países, o donde las narco-guerrillas de las FARC fueron denunciadas por infiltrar la anterior campaña presidencial en Ecuador, todavía se espera justicia y que se termine con tanta impunidad.
3 comentarios:
No, amigo Trotti. La diferencia radica precisamente en el último párrafo de su escrito. En América Latina NO SE ESPERA justicia en asuntos como éste.
En la mayoría de nuestros países se acepta como cosa normal que los políticos usen fondos de forma indebida y hasta se ve como un delito menor. Es frase comun decir: "otros han robado mas y por que Zelaya no lo iba a hacer".
Los gringos no son santos ni mucho menos, pero la población SÍ ESPERA y exige que se haga justicia.
Pienso que somos los electores quienes debemos cambiar primero para lograr que la nueva manera de pensar pueda frenar a los ladrones del dinero del pueblo.
A Edwards no lo joden por mujeriego sino por usar los fondos de la campaña. Igualito que en Honduras donde los políticos buscan hacerse ricos cuando entran en campaña. No importa que pierdan las elecciones, el negocio esá en el proceso. Que rico!!!
Que pensara Javier Nicolas al ver esto que esta haciendo el Imperialismo Yanki? Se imaginan que Chavez fuera gringo y mandara esas maletas al sur?.. Heey Nicolas..!!, estas oyendo compae?
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