miércoles, 14 de abril de 2010

Obama "nuclear": renovado liderazgo

En momentos que su popularidad venía en picada, Barack Obama logró a lo interno la reforma del sistema de salud y en lo externo un pacto con Rusia para la no proliferación de armas nucleares y de esa forma retomó un liderazgo nacional e internacional que elevan su popularidad.
Tal vez lo más importante de su administración, por lo que tendrá que ser recordada en la historia, será su liderazgo para la reducción de armas nucleares con Rusia, en un compromiso que intenta continuar esa disminución en el futuro y el pacto que logró esta semana tras la cumbre atómica mundial en Washington en la que 47 jefes de Estado se comprometieron a tener mayor seguridad de sus arsenales – para los que lo tienen – resguardar el uranio enriquecido o plutonio y tratar de experimentar con otras fuentes de energía alternativa para evitar la peligrosidad y dependencia de la energía nuclear.
Todo esto, con la intención de hacer de este mundo un mundo mejor evitando que los terroristas puedan hacerse de una bomba atómica con la que desencadenarían una catástrofe de envergadura y buscando mayores sanciones contra Irán y Corea del Norte, dos naciones a las que se le acusa de ser poco transparente en el manejo de energía atómica, que si bien dice tendría un uso energético, la dialéctica y la propaganda que usan - Irán promete borrar del mapa a Israel – desdice sus fines pacifistas.
Más allá de los grandes logros de esta semana tras los compromisos de cooperación internacional y de seguridad, que fueron expuestos cuando el presidente chileno Sebastián Piñera se comprometió a que Chile envíe su plutonio a EEUU por cuestiones de mayor seguridad, Cristina Kirchner brindó garantías para recibir en el país comisiones verificadoras y Felipe Calderón aceptó la cooperación de que EEUU y Canadá para reducir el enriquecimiento de su uranio para que no pueda ser utilizado como material para bombas atómicas, me quedo con las declaraciones del brasileño Ignacio Lula da Silva.
El presidente brasileño también bregó por mayor seguridad pero insistió en que la mejor forma de asegurar que las bombas atómicas caigan en manos terroristas es que todas las potencias mundiales eliminen sus ojivas en forma “total e irreversible”. Rusia y EEUU, a pesar de su excusa de la Guerra Fría, son, en definitiva, los que han alocado a todo el mundo con la carrera armamentista.
Más allá de estos temas políticos, lo que más me llamó la atención de estas “semanas nucleares” fue el comportamiento de los nuevos medios de comunicación y de las redes sociales, en la que poco cupo este tema manejado con bastante despliegue en los medios tradicionales. ¿Será que las redes sociales no están interesadas en las buenas noticias?
Una primera conjetura es que pudiera tratarse de un tema que no se origina en un hecho conflictivo, como pudieron ser las elecciones fraudulentas en Irán el año pasado o la destrucción de Haití tras el terremoto, que despertaron gran interés de las redes sociales como Facebook, YouTube y Twitter, que están más prestas a reaccionar a los hechos que a comentar o a interpretar las noticias, especialmente cuando son muy complejas.
Un tema interesante de comunicación que abordaré en mi próxima columna.