domingo, 3 de mayo de 2009

Cuba y Venezuela sin libertad de prensa

En este día en que el mundo entero celebra la libertad de prensa, es bueno remarcar que en los dos países donde hay una aversión total sobre este tema de parte de los gobiernos, es en Venezuela y en Cuba, al menos así lo hizo ver la encuesta que todos los años realiza el Freedom House, una organización sin fines de lucro que se dedica a medir el clima de libertad existente en el mundo.
Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, son los dos únicos países y mandatarios considerados como no libres de un total de 35 naciones en el continente americano.
En este día, desde que fue instaurado por la UNESCO en 1991 durante la reunión de Windoek en Africa, vale recordar por los cientos de periodistas asesinados en toda América, por todos aquellos que son encarcelados, amenazados, extorsionados, sobornados…
Comparto con ustedes, el comentario que con motivo de este día emitimos desde la SIP, de parte de su presidente, el periodista colombiano Enrique Santos Calderón.
“Salvo algunas excepciones, la libertad de prensa permanece vigente en las Américas, pero se ha visto ensombrecida por la actitud hostil de gobernantes poco tolerantes, así como por la situación económica mundial que afecta a la industria periodística y por la violencia contra periodistas y medios de comunicación.
En Venezuela, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Uruguay, la crítica a la gestión del gobierno no es bienvenida. Se rechazan, hostigan y castigan las posiciones diferentes a la oficial, utilizando diversos métodos para frenar las opiniones adversas, entre ellos, la disminución de la publicación de anuncios oficiales en algunos medios, mientras otros afines a las políticas del Estado de pronto gozan de beneficios insospechados.
Varios elementos positivos se destacan en esta primera parte del año: una decisión, la semana pasada, de la Corte Suprema de Justicia de Brasil para prescindir de la Ley de Prensa, una reliquia de la dictadura que contradecía las garantías de libertad de expresión contenidas en la Constitución de 1988; y un fallo judicial de febrero en Argentina que obligó al Estado a otorgarle publicidad al diario Perfil, al considerar que utilizaba la pauta publicitaria oficial como mecanismo para premiar o castigar a los medios de comunicación; la favorable tendencia de los estados en adoptar leyes de acceso a la información pública, como las que acaban de entrar en vigencia en Chile y Guatemala; y otras disposiciones de apertura y transparencia gubernamental como en Estados Unidos y Canadá.
Aprovechando el marco de la Cumbre de las América en Trinidad y Tobago, la SIP hizo un llamado público a los mandatarios del hemisferio occidental para mantener vigente la libertad de expresión y de prensa como fundamentos para la consolidación de la democracia y, con ese mismo propósito, iniciamos a nivel internacional una campaña publicitaria de anuncios para crear mayor conciencia sobre la libertad de expresión entre los ciudadanos.
Nuestro trabajo estuvo enfocado particularmente en resaltar que en el asesinato de un periodista se concentra la violación de varios derechos fundamentales: el derecho a la vida, a la libertad de expresión y, por extensión, cuando se calla a un comunicador se cancela el derecho de los ciudadanos a recibir información. Así sucedió en los casos de 14 periodistas asesinados desde la celebración en 2008 del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Lamentamos el reciente asesinato por razones de oficio de un periodista en Colombia tras 20 meses sin registrarse crímenes de esa naturaleza en ese país. En México han sido ultimados seis periodistas, dos en Guatemala, dos en Venezuela y uno en Ecuador, Honduras y Paraguay. Son ellos Luis Daniel Méndez, Jean Paul Ibarra Ramírez, Armando Rodríguez, David García Monroy, Miguel Angel Villagómez y Alejandro Fonseca Estrada, de México; José Everardo Aguilar, de Colombia; Rolando Santis y Jorge Mérida Pérez, de Guatemala; Orel Sambrano y Pierre Fould Gerges, de Venezuela; Raúl Rodríguez Coronel, de Ecuador; Rafael Murguía, de Honduras y Martín Ocampo Páez, de Paraguay.
Sobre la falta de justicia y la impunidad, temas a los que la SIP da seguimiento continuo, fueron celebradas varias actividades. En abril, durante una conferencia en México, se hizo un llamado a los gobiernos para que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se realice bajo estrictas normas de transparencia y apertura informativa. También se instó a los periodistas y medios de comunicación a mejorar sus prácticas profesionales y criterios editoriales. En abril además realizamos un foro en Colombia en el que fiscales, juristas y periodistas coincidieron en que se requieren ajustes a la ‘justicia premial’ para que se restrinjan las rebajas de penas y se haga obligatoria la imposición de sentencias mínimas a los asesinos de periodistas.
En noviembre del año pasado, reclamamos a los poderes públicos de Perú que legislen para terminar con la impunidad, agravar los delitos violentos, extender los plazos de prescripción y crear una jurisdicción especial para su procesamiento. Aspectos que hemos venido exhortando a las autoridades en México para que los crímenes contra periodistas sean procesados a nivel federal.
En esta celebración, muy especialmente, no nos olvidamos de nuestro reclamo permanente por los 26 periodistas independientes que continúan presos en las cárceles cubanas desde que el gobierno detuviera a 75 disidentes en marzo de 2003. Siempre seremos solidarios con las familias y colegas de estos periodistas, así como con aquellos que siguen cumpliendo con su deber moral de informar y expresar sus ideas, así sea por los medios tradicionales, enviando información fuera de Cuba o promoviendo información a través de blogs y redes sociales.
No podemos obviar la situación económica errática que afecta a los medios de comunicación, en especial en Estados Unidos, donde compañías periodísticas han debido acogerse a leyes de quiebra o han cesado todas sus operaciones. Periodistas, trabajadores de prensa y los ciudadanos han sido testigos de los efectos sobre muchas publicaciones que, en algunos casos, han optado por seguir funcionando solo por Internet. Más allá de estas tribulaciones de épocas de crisis, la SIP ve con optimismo el futuro de los medios de comunicación, sus distintas y nuevas plataformas informativas que han ventajosamente acarreado las nuevas tecnologías.
Por último, en este 3 de mayo, junto a cada uno de los miembros de la SIP, e inspirados por la Declaración de Chapultepec y la Carta de Aspiraciones, redoblamos el compromiso por nuestra misión de seguir luchando por la libertad de prensa y de expresión, herramientas fundamentales para el desarrollo sostenible y la democracia”.