marzo 28, 2012

“Abajo el comunismo”

La frase sintetizó lo que sucede en Cuba: “¡Abajo el comunismo!”.

Lo dijo un manifestante durante la visita de Benedicto XVI, el que fue sacado de inmediato por agentes de Seguridad del Estado vestidos de civil. Fue golpeado hasta por una persona con un chaleco con la insignia de la Cruz Roja.

Digo que sintetizó lo que sucede en Cuba por lo siguiente. Tanto Raúl Castro, Fidel Castro como el Papa y el cardenal Wenski de Miami, coincidieron en criticar el marxismo en forma pública, pero ningún ciudadano, a quien los gobernantes y el espíritu de la Iglesia se deben, puede expresar lo que siente sin ser blanco de las represalias y la violencia.

El comunismo como cualquier otra forma de ismos autoritarios tiene esa visión del Estado y gobiernos todopoderosos que hasta puede jugar y maltratar el sentido de libertad del pueblo.

Ese grito que en cualquier lugar pasaría desapercibido y hasta podría despertar nostalgias románticas para algunos, en Cuba es un pecado capital, un signo de desobediencia y de desacato a una autoridad que siempre se ha sentido con la libertad para oprimir y castigar.

La represalia contra quien osó gritar abajo el comunismo refleja 53 años de ostracismo y de quitarle a cada ciudadano el derecho humano más elevado y fundamental incluso más que el de la vida, el de la libertad, así sea la de traslación, de asociación y de expresión.

No hay derecho humano más fundamental que el de la libertad y régimen más oscurantista que aquel que les prohíbe esa libertad a sus ciudadanos.

Nota aparte merece el dato, no menor, de que la paliza recibida por el gritón de la libertad fue de parte de un señor que vestía un chaleco con la insignia de la Cruz Roja, lo que implica la malversación de una representación, tan disparatada como la que años atrás critiqué en este blog, cuando algunos integrantes de las fuerzas colombianas que rescataron a Ingrid Betancourt se enmascararon con ese símbolo para perpetrar el rescate. 

marzo 24, 2012

Coincidencias del Papa y los Castro

Si en algo coinciden el Papa Benedicto XVI y los hermanos Raúl y Fidel Castro, es que el marxismo de Cuba ya es un sistema agotado y que "no responde a la realidad".

Raúl y su hermano Fidel hace meses que vienen declarando y escribiendo que el Estado que ellos concibieron como marxista y comunista debe cambiar, ya que su modelo económico está totalmente agotado y sin sincronía con lo que el país necesita. Obviamente, para defender la poca dignidad que les queda de un sistema tan opresivo, le siguen echando la culpa al embargo estadounidense.

Pero el Papa cuando habla de un sistema agotado no se refiere a lo económico, sino que su visión está más centrada en la opresión y la falta de libertad; algo a lo que los Castro no les interesa, ya que ven en el posible mejoramiento de su economía la mejor forma para continuar con su régimen absolutista y unipartidario.

La visión de los Castro está centrada en el Estado egoísta, el que decide el destino de sus ciudadanos, el que como Dios dispone del libre albedrío sin tener en cuenta que la libertad es el derecho humano por antonomasia que cobija incluso a los demás valores, sueños y aspiraciones del ser humano como la vida, el amor y la felicidad, mensaje que en cada frase reclama el Papa.

En los días previos a la visita del Papa, los Castro redoblaron su mensaje egoísta, ordenando la detención, encarcelamiento y las golpizas en contra de quienes quieren vivir en libertad.

Es cierto que la Iglesia Católica está presionada por los acontecimientos políticos en la isla, pero así como el viaje de 1998 de Juan Pablo II, éste que empezará el lunes con Benedicto XVI a la cabeza, ofrecerá la esperanza de seguir concientizando sobre la libertad.

Benedicto XVI dijo antes de llegar a México, el primer peldaño de su viaje, que en Cuba “es evidente hoy en día que la ideología marxista, tal y como fue concebida, ya no responde a la realidad”, por lo que “hay que encontrar modelos nuevos, con paciencia, y de una manera constructiva”.

Ojalá que los hermanos Castro traten de seguir coincidiendo con el Papa, pero ya no basándose en sus declaraciones, sino en acciones concretas para que Cuba deje de ser un país comunista, unipartidario y anti democrático.

Una reforma política y de apertura, antes que económica, es lo que necesitan los cubanos y el Gobierno de los Castro para integrarse al concierto de naciones. Pedir, como Rafael Correa y los gobiernos socios del ALBA, que Cuba sea incluida en la Cumbre Iberoamericana a celebrarse en Cartagena, es una actitud egoísta que solo entiende a Cuba como si fuera gobierno, sin pensar que la verdadera Cuba y los demás países en una democracia, no son sus autoridades, sino sus pueblos dignos y libres para elegir su destino.

marzo 23, 2012

Correa cada vez más patético

El presidente Rafael Correa insiste que en su país hay libertad de prensa, de expresión y de reunión, sin embargo no es así en la realidad.

La reciente manifestación de indígenas que llegó a Quito a protestar por un proyecto minero fue recibida por una gran multitud que a las órdenes de Correa (y traída por operativos del gobierno) que les instigaba e insultaba. Correa y el vicepresidente en todo momento arengaban a sus manifestantes partidarios y les obligaban a entonar cánticos a favor de su “revolución ciudadana” y en contra de los indígenas “golpistas”. Era obvio que el cántico de reelección no se haría esperar mientras entre la multitud era azuzado por los propios militantes correístas.

El derecho de asociación requiere tolerancia y es obligación del gobierno proteger ese derecho, algo que Correa y otros colegas del ALBA procuran no entender a su conveniencia. Siempre organizan contra marchas para neutralizar a quienes hacen uso de los instrumentos democráticos que estipula la Constitución.

Correa es un presidente de barricada, cada vez más enceguecido, y cada vez más patético.   

marzo 22, 2012

La presión contra Benedicto XVI

Nunca un viaje del Papa Benedicto XVI sufrió tanta presión política como éste que debe afrontar a México y a partir del lunes a Cuba. Políticos e intelectuales de todo el mundo, exiliados cubanos en Miami y la disidencia interna en la isla, claman para que el Pontífice se reúna con las Damas de Blanco y otros grupos e individuos independientes y opositores al régimen.

Más allá de su viaje pastoral, el Papa no puede soslayar que no se trata solo de una oportunidad única para motivar a los ciudadanos a acercarse a la Iglesia, para que el gobierno deje ser tan dictador, para que todos sientan la esperanza de la libertad, sino también para que haya un gesto simbólico para aquellos que en forma cotidiana arriesgan sus vidas a favor de la libertad religiosa, de expresión, reunión y asociación.


El Papa como jefe de Estado y piedra de la Iglesia Católica tiene una doble responsabilidad. No cumplir con la necesidad de reunirse con los disidentes, aunque se trate de un simbolismo, permitirá al gobierno comunista continuar con su prédica anti libertaria y anti cristiana.

La dolorosa libertad de prensa

  Hoy, Día Mundial de la Libertad de Prensa, como hace 32 años cuando publiqué "La Dolorosa Libertad de Prensa", estoy convencido ...