Los
candidatos a la Presidencia de EEUU, Barack Obama y Mitt Romney, se olvidaron de hablar esta noche en el tercer
debate sobre la importancia geopolítica de América Latina en materia de
política exterior. Solo Mitt Romney mencionó América Latina pero desde una
perspectiva económica, de comercio exterior.
Fast
and Furious, Plan Mérida y Plan Colombia, el crecimiento de Brasil como fuerza
de liderazgo en América Latina, o el acercamiento constante del presidente Hugo
Chávez a Irán, o los problemas limítrofes entre Canadá y EE.UU, entre México y
EE.UU., el problema del narcotráfico en Centroamérica y la falta de políticas
explícitas y concretas de inmigración que afectan a millones de
latinoamericanos, el tema de las remesas familiares, el desarrollo de los
países más pobres del continente como Haití y Nicaragua y la cuestión del
embargo sobre Cuba, fueron temas totalmente excluidos por los candidatos.
El
moderador fue esta noche el mejor de los tres debates, fue firme, administró
bien el tiempo y sin tratar de ser protagonista como la periodista de CNN en el
segundo, se mostró con la autoridad y el respeto suficiente para que el debate
no se alejara de su curso. Sin embargo, no acertó en tratar de inclinar a los
candidatos hacia el tema de América Latina. Ignoró el tema.
Es
probable que Obama ganara este tercer debate, sin embargo Romney no se mostró
como perdedor. Se mostró moderado en materia de exponer al país a una nueva
intervención militar, ya sea en Siria como en Irán.
No creo
que los debates hayan modificado los resultados de las elecciones. Simplemente
reafirmaron las simpatías y lealtades que cada individuo ya tiene tanto en los
demócratas como en los republicanos.