El canciller venezolano, Elías Jaua, planteó
ayer la pregunta del millón, que dará titulares para las noticias, munición
para los columnistas, sarcasmos para la oposición, risas para la clase política
extranjera y bronca, frustración, impotencia y desesperación para sus
connacionales. Dio a elegir a los venezolanos entre “¿patria o papel higiénico?
Después de tomar un rollo de papel higiénico
en la mano y gritonear que el opositor Henrique Capriles se lo puede poner
donde mejor le quepa, ofreció una clase magisterial de economía de mercado,
explicando que la “patria” algo que considera que solo el chavismo ha podido otorgar
a Venezuela, no se puede medir ni comparar con la escasez de productos en los
supermercados. Jaua considera que a pesar que existe un 21% de escasez de
productos, según la medición que viene haciendo el Banco Central, y que no hay
en los anaqueles de los supermercados productos básicos como la harina de maíz,
papel higiénico o azúcar, los venezolanos deben considerarse afortunados de que
tienen una patria socialista, bolivariana y revolucionaria.
Las declaraciones a la cubana de Jaua le
hacen poco favor al presidente Nicolás Maduro cuya presidencia seguirá disminuyendo
en porcentajes de aprobación a medida que haya más patria y menos consumo. La arrogancia por hablar estupideces
ideológicas por sobre la necesidad de que el gobierno explique las medidas
económicas que debería aplicar para reflotar la economía, seguirán destruyendo
al régimen.
El ex presidente Hugo Chávez se dio el lujo
de hablar e imponer su ideología a toda costa, porque tuvo la gran suerte de
ser favorecido por una industria petrolera que experimentó ingresos siderales
en la última década. Pero luego, cuando los petrodólares escasearon y PDVSA
creció en déficit y falta de producción, tuvo que medirse y ser más prudente.
Ni Jaua ni Diosdado Cabello, y mucho menos
Nicolás Maduro, parecen entender esa fórmula clásica del mercado, de la oferta
y la demanda. Quieren anteponer la ideología a los productos de primera
necesidad, imponiendo excusas que los venezolanos – incluso quienes simpatizan
con el régimen – ya no desean seguir escuchando. Ya ocurrió en Venezuela, así
como en muchos países latinoamericanos, desde Argentina a Haití, que la escasez
y los precios de los productos (el Caracazo por el aumento del transporte como ahora en Brasil) terminan por debilitar a
los gobiernos y crear crisis sociales.
Para responder la pregunta de Jaua: A la hora
de las necesidades, siempre será mejor consejo disponer de un tangible rollo de
papel higiénico que de una abstracta imagen de patria o una de Simón Bolívar, a
no ser que esta sea un retrato en papel de diario.
4 comentarios:
Patética situación la de Venezuela. Después de ser un país referente de la cultura y las artes, ahora es un referente de la vulgaridad, la ignorancia, y la intolereancia. Sigan nomás...
Jaua es un imbecil
Patria? Con que se come eso? Increible que algunos pueblos todavia se dejen llevar por esas tonterias.
Patria es la idea absurda de creer que un país es mejor que los demas solamente porque uno ha nacido allí.
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