domingo, 3 de octubre de 2010

Corrupción detuvo a Dilma Rousseff

Dilma Rousseff había caído en las encuestas en la última semana debido a las denuncias de corrupción y tráfico de influencias en su contra y sus allegados, pero se esperaba que todavía tuviera suficiente techo para llevarse la Presidencia en la primera vuelta, tras sondeos que en el peor de los casos le daban el 52% de los votos.

Este domingo unos 136 millones de brasileños, con una abstención del 17%, le dijeron que no a la corrupción y no le dieron la oportunidad de haberse convertido en la primera mujer presidenta del país, por lo que habrá que esperar hasta el ballotage del 31 de octubre. Escrutados el 98% de las mesas, la delfín del presidente Lula da Silva consiguió un 47% de los votos, José Serra (Partido de la Social Democracia Brasileña) como mejor opositor consiguió el 33% y Marina Silva (Partido Verde) fue la sorpresa de la jornada con el 19%.

Lula no debe estar muy contento. Su 85% de popularidad después de ocho años de gobierno y su campaña a favor de su candidata particular, parecía la fórmula perfecta para que Rousseff obtuviera más del 50% de los votos.

La subida de Serra y la explosión de Silva en la última semana - las encuestas los daban a los dos muy por debajo de los porcentajes que sacaron - hablan a las claras de que las denuncias sobre corrupción y la pelea de Lula y Rousseff contra la prensa debido a esas acusaciones, fueron hoy los factores claves.

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