domingo, 26 de octubre de 2008

¿Hal Turner? y el Amero

Me preguntaron de varios lados sobre la veracidad de los dichos de Hal Turner, quien siempre se las ingenia siempre para hacerse notar. Como aquel que grita “incendio” en el medio de un cine a oscuras y logra una estampida a pesar de que no haya fuego, este racista autodenominado periodista, logró insertar un video en YouTube con una de sus teorías conspirativas, en un momento en que la crisis financiera y económica tiene al público con la guardia baja, y se siente más vulnerable que nunca, pudiendo darle credibilidad a cualquiera que, indistintamente, ofrezca mensajes mesiánicos o apocalípticos.

Lo de Turner es nada más que eso: Un grito. Reapareció con un rumor que ni le pertenece, haciéndolo ver como su primicia. Su teoría conspirativa se basa en un supuesto secreto entre el gobierno estadounidense y el chino para reemplazar al Dólar con la nueva moneda norteamericana: el Amero.

Los desprevenidos pueden darle credibilidad al video. Después de todo se muestra como un periodista que ha sufrido represalias por revelar información sensible por lo que lo sacaron del aire, y habla de embarques de la nueva moneda hacia China para que cuando venga la hecatombe o el desplome, desde el Oriente se consuma el hecho más atroz contra el mundo a manos de la avaricia estadounidense. En realidad todos los puntos se unen, ya que es verdad que China tiene billones de dólares, aunque en bonos de deuda, y sobra hablar sobre la codicia de los banqueros.

Turner, sin ninguna evidencia concreta, excepto con la que él denomina “insoslayable”, muestra ante la cámara un Amero (de paso en la moneda no existe la inscripción Amero, así como en la europea que lleva el nombre de Euro) y lee sus inscripciones. Para asegurarse que el público le crea, lo golpea contra la mesa de metal. En esto tiene razón. ¡Ese Amero sí existe! La moneda es real. Pero lo que no explica, y donde está su gran mentira, al menos evidente, es que esa moneda no fue acuñada por el Tesoro estadounidense, sino por un artista-escultor californiano, Daniel Carr, quien se dedica a acuñar monedas para venderles a los coleccionistas. Los ofrece a 1.000 dólares los de oro y a 9 los de bronces. En otro video puesto en You Tube en diciembre de 2007, Carr confiesa que creó artísticamente los Ameros porque escuchó alguna vez la propuesta y pensó en adelantarse a los artistas oficiales de las monedas. Confesó que no le ha ido nada mal con las ventas.

Es que el Amero, una propuesta que había hecho un economista cuando Candá, México y Estados Unidos sellaron el tratado de libre comercio en 1992, (NAFTA en su siglas en inglés), tuvo más efecto cuando la Comunidad Europea adoptó el Euro. Pero desde entonces solo quedo en eso, en una propuesta, que hasta ahora nunca fue considerada por ninguno de los tres gobiernos, al menos a nivel oficial.

Hal Turner es un personaje más o menos conocido en algunos círculos, pero no como periodista, sino como un racista o supremacista blanco que se ha hecho famoso trasmitiendo en onda corta desde su casa con mensajes de odio, despotricando contra los judíos, contra jueces y congresistas sobre algunos de los cuales dijo que sería mejor si fueran asesinados y por su diatriba contra los inmigrantes. En una noticia del Washington Post se lo observa teniendo problemas con la policía cuando participó de una protesta neonazi frente al obelisco de Washington vociferando contra la migración Latina.

Si este tema fuera verdad o tuviera algunos elementos de razonabilidad, los gobiernos y la prensa lo hubieran discutido abiertamente, así como hace poco el presidente George Bush tuvo que mandar el Plan de Rescate al Congreso para su aprobación. En este caso, además, el Amero necesitaría ratificación de los tres gobiernos involucrados. Que el Dólar este mal no es nada nuevo ni tampoco es un secreto que los economistas hablen que después de esta crisis no será la única moneda fuerte en el mundo.

Este disparate de Turner deja algo que aprender. Si fuera periodista de un medio de comunicación, los filtros de edición no le permitirían a Turner propalar sin sentidos en épocas de crisis, en las que se necesita informar con mayor ecuanimidad, equilibrio y responsabilidad.

Al público le queda no angustiarse, estar calmo y no creer en todo. Y comprender que la globalización, las nuevas tecnologías de la comunicación, como el internet, los buscadores de información y videos, ha traído grandes avances y beneficios, pero también trajeron fuentes diversas y no siempre creíbles, por lo que es necesario saber separar la paja del trigo.