Este parece un mundo al revés. Periodistas de varios medios de
comunicación de Colombia y funcionarios del gobierno de ese país criticaron al
ex presidente Alvaro Uribe por publicar una foto en Twitter de dos policías
masacrados por las narco guerrillas de las FARC en la zona de La Guajira, con
la frase “policías de la patria asesinados”.
Las reacciones el fin de semana no se hicieron esperar. Según lo
publicado por el diario El Tiempo, varios directores de noticias de otros
medios consideraron que se trató de una sobredosis de amarillismo político y
una forma de Uribe para buscar rédito político, en momentos que quiere defenestrar
a las FARC que mantienen negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos
para llegar a la paz.
Incluso el experto en ética periodística, el renombrado periodista
Javier Darío Restrepo declaró a la página electrónica del diario El Tiempo, de
Bogotá, que se trató de una “violación de la intimidad, no solo de los policías
víctimas sino de sus familias”. Mientras tanto, el ministro colombiano del
Interior, Fernando Carrillo, aseguró que “la sangre de nuestros policías es
nuestra sangre. No puede exhibirse como trofeo de guerra contra la paz”.
Creo que más allá de las intenciones de Uribe, la publicación de su
parte no fue desacertada. La responsabilidad de los medios y del gobierno – que
achacan Restrepo y Carrillo - en este caso es muy diferente a la que tiene
Uribe, de la misma forma que su responsabilidad era diferente cuando era él el
Presidente y seguramente no hubiera publicado algo así o hubiera criticado a
quien lo hubiera hecho. Pero ahora, como ha cambiado el contexto, y él está en
la oposición y en otro partido político, tiene mayor libertad para fiscalizar
la acción de gobierno o mayor libertad para expresarse. Me parece que es una
buena forma de hacer ver las atrocidades de las FARC, y demostrar que las guerrillas
no están apegadas a la negociación, tanto por los asesinatos como por el
secuestro de otros policías y militares.
Uribe por su calidad de ex presidente, su relevancia y sentido de
servicio público y fiscalización, tiene mayor libertad para publicar. Creo que
las críticas de Restrepo, de Carrillo y otros periodistas sobre intimidad, responsabilidad
patriótica y amarillismo respectivamente contra Uribe, están enfocadas como si
el ex presidente fuera un medio de comunicación independiente y apegado a
ciertas reglas éticas periodísticas, sin considerar que se trata de un simple emisor
político, interesado en una causa particular.
Aunque no sea agradable lo que hizo, tampoco se puede correr el riesgo
de endilgarle a él un mayor delito por publicar fotos que el que le corresponde
a los responsables materiales e intelectuales por asesinar a los policías.