La ejecución de una joven afgana de 22
años con disparos a su espalda por haber cometido adulterio, cuyo video fue
subido a internet por algunos de los pobladores que presenciaron el acto, conmocionó
a la opinión pública internacional, ya que se trató de un simple asesinato.
En el
video se observa a Najiba escuchar su sentencia mientras estaba arrodillada de
espaldas, a la vez que un juez ocasional o tribal lee los versos del Corán
donde se condena el adulterio de las mujeres. Supuestamente su marido es quien
se paró detrás de ella para disparar 13 balazos, cuatro de ellos contra su
cadáver.
Muchos enseguida condenaron a la
religión musulmana de propiciar este tipo de asesinatos enmascarados de
justicia divina. Pero pocos son los que admiten que en nuestro continente vienen
en aumento acelerado los actos de ejecuciones extrajudiciales y crímenes de
odio contra personas con orientaciones diferentes, ya sean políticas, de género
u orientación sexual.
Ayer, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) condenó los asesinatos en Guatemala, Estados Unidos y
Jamaica, perpetrados contra personas por su orientación sexual, una tendencia
creciente en las Américas.
La CIDH condenó los asesinatos de
William Geovanni Aguilar Pérez y Alison, quienes se identificaban como mujeres
trans, en la municipalidad de Villanueva, Guatemala, ocurridos el 17 de junio, estableciendo
que “estos homicidios se enmarcan en una grave situación de violencia y de
falta de investigación de la violencia contra las mujeres trans en Guatemala”.
También condenó el asesinato de dos
hombres homosexuales en Kingston, Jamaica, hechos ocurridos el 13 de junio.
Según la CIDH, sus cuerpos fueron “mutilados o cortados en trozos, cerca de
rocas manchadas con sangre”. La CIDH denuncia que este crimen se dio en el
contexto de una fuerte violencia contra la comunidad LGTB en Jamaica, “en donde
ocho hombres gay fueron asesinados en los últimos tres meses”.
En EE.UU., la CIDH denunció el asesinato
de Mollie Judith Olgin y el intento de asesinato de su pareja, Mary Christine
Chapa, de 19 y 18 años de edad, en el estado de Texas, casos ocurridos el 22 de
junio. Las autoridades indicaron que no se trató de crímenes
comunes, sino por razones de u orientación sexual.