Acaba de
terminar la cumbre del G-20 en St. Petersburg y el presidente Barack Obama
consiguió parcialmente su objetivo, aunque no un apoyo directo para intervenir
militarmente en Siria y castigar al régimen de Bashar al Assad por el uso de
armas químicas contra sus conciudadanos.
Obama
deberá esperar hasta el martes y ver si podrá convencer a la opinión pública
estadounidense que todavía se muestra reacia, según las últimas encuestas. Y
también tendrá que seguir librando una dura batalla en el Congreso, donde no
obtuvo todo el apoyo esperado, especialmente de aquellos congresistas que frente
a las elecciones legislativas que deberán librar el año próximo, prefieren
obedecer a sus electores que al presidente o a sus partidos.
Pero de si
algo le ha servido el tema de Siria a Obama durante la cumbre en Rusia, fue de
cortina de humo para disipar un problema que lo roza personalmente y que sigue
cada día cobrando mayor fuerza: el espionaje de la Agencia Nacional de
Seguridad (NSA, según siglas en inglés) que, por motivos de seguridad nacional,
se ensañó en espiar a varios gobiernos aliados y muchos enemigos, algunas organizaciones
intergubernamentales y, especialmente, a todos los usuarios de internet.
Obama se
reunió en Rusia con Dilma Rousseff y con Enrique Peña Nieto, dos gobiernos que
fueron blanco directo del espionaje, pero evitó centrarse sobre ese tema con
muchos casos peores, en especial porque la búsqueda de consenso para
intervención militar en Siria fue su agenda prioritaria.
Mientras Obama
hablaba al cierre de la cumbre del G20 de la “línea roja” que Assad no debería haber
traspasado y trataba de ganar credibilidad para su cometido con argumentos de
que “no fui elegido para comenzar guerras, sino para terminarlas”, el The New
York Times, The Guardian y la agencia de noticias sin fines de lucro,
ProPublica, erosionaban aquella confianza buscada, revelando nuevos indicios
del masivo sistema de espionaje implementado por la NSA.
Según
nuevas revelaciones de estos medios, basadas en los documentos filtrados por
Edward Snowden, la NSA ha robado claves de codificación de mensajes poniendo en
peligro las garantías de privacidad que las empresas de internet ofrecen a sus
usuarios.
Aún peor,
la NSA ha presionado a empresas de tecnología para que incluyan dispositivos de
espionaje en software y hardware, con el fin de espiar las comunicaciones de
internet y telefonía, tanto de gobiernos extranjeros como de todo tipo de
usuarios.
La NSA no habría
actuado sola en su trabajo encubierto, sino en alianza con aparatos de
seguridad de Inglaterra, Canadá, Nueva Zelandia y Australia, de espaldas a lo
que la Constitución de EE.UU. ordena al gobierno en materia de respetar el derecho
a la intimidad y privacidad de sus ciudadanos.
Se informó
que la NSA pidió a los dos medios estadounidenses, New York Times y ProPublica,
que no se publique esta información por temor a que los “objetivos extranjeros”
espiados, cambien la forma en que codifican sus mensajes.
En los
últimos días, Obama se ha esforzado para convencer sobre los castigos que deben
aplicarse al régimen de Assad. El mismo empeño debería tener para reducir y
hacer más transparente el extensivo aparato de espionaje.
1 comentario:
Perspectives....
A doctor from France says:"In France , the medicine is so advanced that we cut off a man's testicles; we put them into another man, and in 6 weeks he is looking for work."
A German doctor comments quietly : "That's nothing, in Germany we take part of the brain out of a person; we put it into another person head, and in 4 weeks he is looking for work."
A Russian doctor says boasting :"That's nothing either. In Russia we take out half of the heart from a person; we put it into another person's chest, and in 2 weeks he is looking for work."
The U.S. doctor laughs and answers loudly immediately: "That's nothing my colleagues, you are way behind us....in the USA , about 5 years ago, we grabbed a person from Kenya with no brains, no heart, and no balls....we made him President of the United States, and now....... the whole damn country is looking for work.
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