Un
cambio de paradigma se avecina en el periodismo estadounidense según se
desprende de la primera entrevista que dio el flamante propietario del
Washington Post, Jeff Bezos, el multimillonario creador de Amazon.
La
última etapa de los diarios estadounidenses fue y es desastrosa, especialmente
debido a la crisis desatada por la migración de anunciantes que prefieren al
internet como plataforma para sus productos. Desde que Craiglist desbarató el
negocio más rentable de los diarios, los anuncios clasificados, hasta cómo
Google y Facebook acapararon la publicidad que antes iba a los impresos, además
de la competencia de la televisión, los diarios siempre tuvieron a la
publicidad como su norte y como el eje que salvaría a una industria de su
muerte casi anunciada.
En esa
crisis y desesperación por flirtear con los anunciantes y mantener un flujo de
dinero para los exigentes accionistas, muchos diarios dejaron de hacer lo que
mejor hacían: periodismo. Despidieron a periodistas, achicaron sus salas de
Redacción, hicieron alianzas con la televisión para mostrar sus noticias,
buscaron formas de cómo compensar las pérdidas de entregar las noticias gratis
por internet y de qué hacer con una circulación de papel que se va degradando
día a día.
En
todo ese marasmo, los diarios – que no se sabe hasta cuándo serán los medios de
comunicación que nutren la agenda pública – se olvidaron que lo principal sigue
siendo la información, su negocio intrínseco. Descubrir noticias, no solo cubrirlas
como hacen otros medios; ¡en eso radica su esencia!
Bezos
adquirió el Washington Post cual salvador de la familia Graham que venía de
siete años consecutivos perdiendo dinero, circulación y prestigio. El Post, un
diario que hace una década atrás valía por lo menos dos mil millones de
dólares, fue adquirido por 250, pero con la expectativa de que se convertirá de
nuevo en una gema del periodismo mundial y en un nuevo modelo de éxito para la
falleciente industria de los periódicos.
Por ello
no pudo haber mejor salvavidas para la prensa escrita que alguien que viene del
exitoso internet, un hombre que en poco más de una década amasijó una fortuna
de 60 mil millones de dólares en ventas y ayudó a revolucionar la forma en que
se leen los libros.
Pero
lo mejor de Bezos fue que en lugar de seguir con la estrategia de buscar los
dólares como prioridad, insistió que primero está la información, el periodismo
y los lectores, ante que los anunciantes. Inspirado en su éxito en Amazon, Bezos dijo
que para su nuevo diario, habrá tres prioridades como estrategia: “Lo primero
es el consumidor (el lector). Inventar. Ser paciente”.
Bezos considera
que tendrá que hacer cambios en el contenido y cómo fabricarlo porque “cualquiera
puede resumir tu trabajo y publicarlo gratis. La pregunta es cómo puedes
sobrevivir en ese entorno y, si no puedes, cómo inviertes recursos en ello”.
Incluso argumentó que por más que se imponga un pay-wall riguroso, muchos otros
sitios pueden resumir el contenido y ofrecerlo gratis. “Desde el punto de vista de un lector, se puede
preguntar ¿por qué iba a pagar por todo ese esfuerzo periodístico cuando puede
conseguirlo gratis en otro sitio?”.
Aunque Bezos
no tiene la varita mágica y todavía dijo que no tiene un modelo a seguir o
experimentar, donde se concentra la esperanza de que puede ser el salvador, es
que la tiene muy clara en cuanto a volver a la raíz y esencia del periodismo
escrito relegando a los anunciantes como la prioridad del negocio: “Cualquiera
que sea esa misión (de los diarios), debe girar en torno a la información”.
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