Los servicios de
inteligencia de EE.UU. no dejan de sorprender. El Washington Post acaba de dar
esta tarde un panorama muy elocuente de los presupuestos del aparato de
inteligencia estadounidense filtrado por Edward Snowden que sobrepasa toda
imaginación. 52.6 mil millones de dólares conforman lo que calificaron el
“presupuesto negro” o secreto para el año 2013, del que se tenía pocas
referencias.
Algunas pildoritas remarcan
el gigantesco aparato de inteligencia y contrainteligencia del país, según se
desprende de la síntesis del presupuesto de 178 páginas. EE.UU. tiene 16
agencias de espionaje con un total de 107.035 empleados, (uno de cada cuatro labora
en tareas de contrainteligencia) un aparato que si bien no tiene detalles año
por año, viene creciendo desde los ataques de setiembre de 2011 contra las
Torres Gemelas en Nueva York. Desde entonces, en algo más de una década, EE.UU.
invirtió 500 mil millones en tareas de inteligencia.
El aparato de espionaje
tiene cinco prioridades: Combatir el terrorismo; detener la proliferación de
armas nucleares y no convencionales; informar a los líderes estadounidenses
sobre aspectos críticos en otros países; defender al país del espionaje
extranjero y conducir operaciones cibernéticas.
La CIA, pese a que era una
agencia en baja debido a fallos de inteligencia que derivaron en la invasión de
Irak en 2003, tiene un presupuesto de 14.7 mil millones de dólares para 2013,
un 50% más del presupuesto para la Agencia Nacional de Seguridad (ANS). Un
porcentaje alto de ese dinero es utilizado para operaciones cibernéticas de
ataque.
Analizando las nuevas tareas
que fue asumiendo la CIA, mediante ataques encubiertos, uso de drones, un
programa de interrogación muy polémico y el establecimiento de una red de
cárceles clandestinas, se explica que pasó de ser una agencia de espionaje a
transformarse en una fuerza paramilitar. Explica que gran parte del presupuesto
de la agencia es usado para entrenamiento de nuevo personal, habiendo pasado en
una década de 17 mil a 21.575 empleados en la actualidad.
La ANS está investigando 4.000
casos de amenazas internas en los que podría involucrar la manipulación de
información confidencial, tratandfo de encontrar a los próximos Bradley Manning
o Snowden.
Las mayores tareas de
contrainteligencia tienen a Cuba, además de Rusia, China, Corea del Norte, Irán
e Israel, como a sus blancos más específicos.
El Washington Post explica
que las agencias de espionaje descansan mucho de su trabajo en tecnología de
punta. Da como ejemplo sistemas electrónicos de vigilancia en Corea del Norte e
Irán que pueden detectar in situ lo que no se puede observar desde satélites.
También se especifica que la
CIA gasta el 12 por ciento de su presupuesto, 1.700 millones, en tareas
técnicas de recolección de datos.
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