Tras la cermeonia de asunción frente al capitolio, Barack Obama insistió que una de sus prioridades seguirá siendo el control de armas de grueso calibre. El Congreso está enfocado en temas más urgentes, económicos, y podría resolver otros menos conflictivos, como inmigración. Pero sobre armas...
Comparto mi columna del fin de semana: "Arropado con el sentimiento
popular de indignación que todavía persiste por la matanza de 20 niños de la
escuela Sandy Hook, el presidente Barack Obama cargó una bala de plata para
matar al monstruo de la violencia armada en el país, aunque intimó al Congreso
a que apriete el gatillo.
El Congreso ya reaccionó y no
de la mejor forma. Legisladores republicanos y demócratas se mostraron
escépticos ante el plan de 500 millones de dólares. No por caro ni porque
defienden un derecho constitucional que malinterpreta que alguien pueda comprar
y usar un arma de grueso calibre para defensa personal que serviría para
detener a un batallón, sino por la oposición férrea de la Asociación Nacional
del Rifle (NRA), cuya influencia radica en el auspicio de las campañas
electorales de más de la mitad de senadores y diputados actuales.
Sabiendo sobre las pocas
chances de que el Congreso dispare su bala de plata, Obama cree que la pólvora
la debe encender el público. Por eso, al mismo tiempo que exigía al Congreso
legislar para prohibir rifles de asalto automático y semiautomático y que se
exija la revisión de antecedentes de buena conducta a cada comprador, anunció
que recorrería el país para arengar a la población a que presione a sus
legisladores y no dejarse embaucar por cabilderos ni por publicidad a favor de
la armas de fuego.
El público es su único apoyo
real. En recientes encuestas –Associated Press, ABC, The Washington Post y Pew
Center – la mayoría de la gente favorece la prohibición de venta y portación
armas de guerra e, incluso, quedó demostrado que hay mayor indignación popular
y enojo después de la reciente matanza de niños en la escuela de Connecticut,
que tras los atentados terroristas de Setiembre/11.
En realidad Obama tendrá que
lidiar más con la NRA que con algunos legisladores que piden anular su plan por
inconstitucional e intromisión en el Congreso. La NRA se opone a todo el plan, no
considera que las armas incentiven la violencia, cree que pueden comprarse sin
restricciones, ya sea por internet y en shows sin mostrar antecedentes como
ocurre con el 40 por ciento del público en la actualidad, y que la única
solución al problema es poner guardias armados en las cien mil escuelas del
país.
Para ello, la NRA no
escatima publicidad ni golpes bajos. Anunció que ya comenzó su “lucha del
siglo” contra Obama y en un aviso reciente lo acusa de “hipócrita elitista”,
por defender a sus hijas con las armas del servicio secreto y no dar esa misma
protección a los niños de todo el país. Miles de sus miembros celebrarán
actividades en armerías y campos de tiro el Día del Aprecio por las Armas de
Fuego, instituido el mismo día que Obama juramentará su nuevo gobierno.
Muchas de las órdenes
ejecutivas del Presidente que no deberán pasar por el Congreso son positivas, como
consejería y estudios sobre salud mental, banco de datos sobre armas automáticas
y campañas de educación. Pero algunas son polémicas, como la autorización de
estudios gubernamentales - prohibidos hasta ahora - sobre la influencia
negativa de los videojuegos, el cine y la televisión.
He aquí donde surgirán más
debates, ya que si bien el derecho a la portación y uso de armas de fuego lo
contempla la Segunda Enmienda de la Constitución – aunque en 1791 no se
consideró la potencialidad de las armas en el futuro - la Primera Enmienda es
la que dicta que no podrá haber leyes que limiten la libertad de expresión, por
lo que habrá una dura batalla si se quiere intervenir en los contenidos de la industria
del entretenimiento.
Lo que la industria del cine
y la televisión aceptaría son mayores restricciones en los niveles de
clasificación de sus contenidos y medidas adicionales para su autorregulación,
pero jamás permitirá que se cuele el argumento negativo de la NRA, ya que en
otros países del mundo, donde también se consume cultura hollywoodense
violenta, no se registran masacres de la naturaleza y con la periodicidad que
se dan en EE.UU.
El vicepresidente Joe Biden acertó cuando le dijo a Obama que no existe bala de plata o proyectil certero para derrotar a la violencia armada. Pero en la consideración de que ningún derecho es absoluto, ni siquiera los de la Segunda Enmienda, prohibir armas de guerra para uso personal es una buena forma de comenzar.
1 comentario:
NINGUNA LIBERTAD ES ABSOLUTA; SE DEBEN CONTROLAR EL USO DE ARMAS DE GUERRA EN MANOS DE CIVILES. BAJO LA PREMISA DE QUE USA ES UNA VERADERA DEMOCRACIA, NO DEBEN EXISTIR LIBERTADES TAN AMPLIAS PARA QUE OCURRAN TANTOS ASESINATOS INHUMANOS Y FRIOS COMO LOS QUE HAN OCURRIDO EN LOS ULTIMOS AÑOS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS Y CINES DE ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA.
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