Tal vez lo mejor que pudo
haber pasado en las elecciones del 6 de noviembre pasado y con la relección del
presidente Barack Oabama, es que todos se hayan dado de la importancia del voto
latino en el resultado final.
Eso
ha impulsado esta semana a senadores republicanos a presentar un proyecto de
ley para blanquear – con prioridad – el estatus de más de 11 millones de
personas indocumentadas involuntariamente – denominadas dreamers - quienes de
pequeños fueron traídos a EEUU y de pronto quedaron ilegales. Se trata de los
senadores Jon Kyl
y Kay Bailey Hutchison, pronto a jubilarse, quienes presentaron el Achieve Act una
versión acotada del Dream Act.
Hoy, en otro episodio que puede determinar un arreglo necesario entre
demócratas y republicanos, el comité de legisladores hispanos demócratas, presentó
un grupo de nueve principios rectores que debería ser la base de una reforma
migratoria integral que incluye la nacionalización de los dreamers.
Los
demócratas buscan un arreglo bipartidista. Consideran que los dreamers que no
tengan prontuario criminal, hablen inglés y paguen impuestos podrán obtener la
residencia permanente, paso previo a la ciudadanía.
Sobre
la mesa los republicanos tienen un conflicto de interés en ciernes. Saben por
un lado que los latinos tienen cada vez mayor fuerza electoral y que deben
hacer algo específico para ganar su voluntad. Pero, por otro, mantienen la idea
de que no puede premiarse a aquellas personas que han violado las leyes, por lo
que la reforma integral migratoria como tal, solo consiga hacer acuerdos en
materia de los dreamers y no se convierta en una amnistía para todos.
1 comentario:
Esperemos que asi sea. No vaya a ser que todo quede en pura expectativa.
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