miércoles, 7 de diciembre de 2011

Lobo y el punto de inflexión


Al presidente Porfirio Lobo se le pueden aceptar sus críticas a los medios de comunicación, las que ha empezado hacer con mayor vehemencia, como en la reciente cumbre de la flamante Celac, porque todavía maneja cierto halo de respeto. Y comparado a lo que sucede con presidentes como Rafael Correa, que ha intensificado sus críticas mediante acciones concretas de represalia con demandas millonarias, juicios penales y leyes de prensa para censurar a los medios y periodistas, lo de Lobo puede verse como parte del sano ejercicio democrático.

Sin embargo, donde Lobo no puede equivocarse, es en las garantías constitucionales que debe ofrecer a todos los hondureños para que puedan ejercer su libertad a expresarse o en su derecho a recibir información sin cortapisas. Y por el momento, su gobierno está haciendo aguas en asegurar esas garantías, máxime, cuando se observa que los periodistas profesionales son blancos de la violencia, y cuando el resultado de las investigaciones, que el gobierno anunció tendrían el apoyo de España, Colombia y EEUU, todavía no dio resultados concretos.

Ayer fue asesinada la periodista Luz Marina Paz Villalobos de la televisora Cadena Hondureña de Noticias (CHN), y su sobrino, quien oficiaba de chofer al momento del atentado; mientras el día anterior, un guardia de seguridad del diario La Tribuna fue herido durante un atentado en el que se tuvo que soportar el embate de maleantes, presumiblemente por publicaciones sobre la responsabilidad de policías en el asesinato de los dos universitarios, episodio que significó el punto de inflexión, para que el gobierno adoptara medidas de depuración de esa fuerza del orden y lanzara la Operación Relámpago.

Ya son más de 10 los periodistas asesinados en el país en el último año y miles las víctimas de las fuerzas del desorden, así sean del narcotráfico o de otros grupos al margen de la ley y el crimen organizado. Sería oportuno que Lobo actúe ahora mismo para garantizar el derecho a la libertad de expresión y no esperar a que suceda otro episodio o punto de inflexión que motive a su gobierno.

El gobierno necesita resultados concretos para garantizar la libertad de expresión.

7 comentarios:

Juan David Nau dijo...

Cuando el sr. Lobo declaró su admiracion por Correa, el mayor enemigo de la libertad de expresión, estaba dando luz verde a la impunidad. Los sicarios salvajes que masacraron a la periodista y su sobrino se sintieron motivados al compartir las simpatías de su presidente.
Si le queda algo de inteligencia en sus dientes, Lobo debe reconocer que metió la pata una vez mas.

Juan David Nau dijo...

Tal vez el sr. Trotti no se ha enterado, pero el gobierno de Honduras está promoviendo una ley que le permita pinchar teléfonos y escuchar conversaciones privadas, cosa que en cualquier país civilizado es ilegal.
Por sus frutos lo conoceremos.

Anónimo dijo...

La situación en Honduras es más complicada que lo descrito en este artículo. Para empezar, lo peor que le ha podido suceder a Honduras es tener como gobernante a Pepe Lobo, un individuo carente en toda la extensión de la palabra, de aspectos básicos como ser: carácter, dignidad, honestidad, educación y profesionalismo en el ejercicio de sus funciones. Este señor ni siquiera tiene convicción de "izquierda" o de "derecha" ya que simplemente va al vaivén de las olas buscando encajar en grupos que estén en auge para poder validar su propia existencia. Un caso sumamente patético.

Weburdia dijo...

Siempre fue así, Pepe "Huevos Tibios" le llamaban en tiempos de estudiante por su indecisión y ambivalencia. Cobarde, veleta que no se resiste al viento.
No tiene dos años en el gobierno y ya se le considera el peor presidente de la historia patria, y mire que hemos tenido burros como zelaya y rosuco.
Qué vaina de pueblo, no sale de una para entrar en otra.

Maximo Catracho dijo...

La rectora de la Universidad se refería a nuestro paisito como un Estado Fallido similar a Haití, donde la Ley de la Selva decide todo.
Los sicarios han tomado las ciudades de Honduras y no se da un paso sin temblar cuando se oye una moto.
El dia de hoy la ciudadania se siente como si fuera Afganistán.

Anónimo dijo...

Aquí ya no se habla de los poderes del estado sino de los "tres carteles". Asi está la cosa.

Enrique Jardiel Poncela dijo...

Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa.