Hoy hubo una nueva señal de parte del gobierno de los hermanos Castro, seguramente para insistir en que quieren que EE.UU. deje en libertad a los cinco espías cubanos atrapados hace años en el país.
Por eso hoy, el gobierno cubano, sintiéndose con el sartén por el mango, a través de la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular, ratificó la condena a 15 años del subcontratista del gobierno estadounidense, Alan P. Gross.
El gobierno de Barack Obama vino haciendo muchas concesiones y lobby para conseguir la liberación de Gross, un hombre de 62 años arrestado en La Habana el 3 de diciembre del 2009, acusado de entregar un teléfono satelital y otros equipos digitales de conexión a internet a la comunidad judía.
Seguramente habrá un nuevo período de tire y afloje en las relaciones bilaterales, y Cuba reflotará el pedido de liberación de los espías cubanos; mientras la oposición republicana exigirá que no haya más concesiones para los Castro. Digamos que continuará la Guerra Fría que nunca finalizó entre ambos países.
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