Hoy todos esperábamos la explosión de Cristiano Ronaldo en el primer partido del Mundial, pero lejos del fútbol que acostumbra a jugar en el Real Madrid, lo único que logró es superar los 4.5 millones de fanáticos en Facebook, y ser en estos momentos el hombre más buscado del planeta en el buscador de Google.
No es para menos, muchas se desesperan por sus abdominales, por sus calzoncillos Armani que le “robó”a David Beckman y por su personalidad mediática y arrolladora. Pero de fútbol… nada todavía.
Un pelotazo contra el palo, un par de tacos malogrados, bicicletas que no condujeron a nada, muchísimos lloriqueos y una tarjeta amarilla fue todo el arsenal que mostró. Claro, no dejó, eso sí, de mirar el monitor arriba de las gradas, cual espejo de toilette.
Esos televisores, más allá de que permitan las repeticiones para deleite del público, deberían prohibirse porque le están haciendo muy mal al fútbol o a los equipos, ya que desnudan la verdadera pasión de algunos futbolistas en el Mundial: yo, yo y yo.
En el partido entre Portugal y Costa de Marfil, se pudo ver muchas veces a Ronaldo y a Drogba mirando al televisor en las gradas, más preocupados de su imagen que del propio comportamiento de su equipo. Samuel Eto’o de Camerún no se quedó atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario