jueves, 21 de agosto de 2008

A la guerra sí, alcohol no

Uno de los grandes debates que se instaló en la opinión pública de Estados Unidos en estos días, es el tema de la reducción de la edad legal para consumir alcohol, de 21 a 18 años, edad límite establecida en la mayoría de los estados.

La particularidad esta vez, de una discusión tan añeja como el vino, es que la trajo a colación un grupo de 100 decanos de universidades, entre las mejores del país, que no pretenden que la ley cambie de inmediato, sino de que el tema vuelva a ser debate público.

Quienes prefieren la edad de 18 como límite siempre aducen que si un chico de 18 años es apto para la guerra también lo debe ser para confiar en su responsabilidad a la hora de beber. Los decanos alegan que los menores de 21 sí consumen alcohol con sus amigos mayores, pero que esa ilegalidad evita que vayan a recibir tratamiento a las salas de emergencia de los hospitales, una especie de autocensura en el cuidado de su salud.

Para los que sostienen que el límite de los 21 es una edad prudente, dicen que de esta forma se evitan miles de muertes en accidentes de tránsito y las estadísticas les dan la razón. Sostienen además, que cuanto más joven se comienza a beber, existe mayor propensión a caer en el alcoholismo.

El debate tiene esas aristas bien definidas y no hay mucho que discutir. A favor o en contra. Varios estados ya están asegurando que bajarán el límite de edad, como Kentucky, Wisconsin y South Carolina. En Missouri habrá referendo. La tendencia aparenta ser irreversible.