miércoles, 2 de junio de 2010

Fútbol y básquet: la gran diferencia

A juzgar por la decisión y actitud de las grandes estrellas seleccionadas para integrar los equipos nacionales de fútbol y básquet que se disputarán a partir de la semana próxima en Sudáfrica y desde fines de agosto en Turquía, la diferencia entre las dos disciplinas es cada vez más grande.
Si bien el fútbol es el deporte más popular del mundo, el básquet venía creciendo como la espuma gracias a una agresiva campaña de mercadeo de la NBA, la liga de básquet estadounidense y la FIBA, la federación internacional. Sin embargo, el problema es que mientras para una estrella del fútbol ser convocado es el mayor honor en su carrera deportiva, los del básquet se dejan embarullar por los contratos supermillonarios de sus equipos, dejando el honor nacional por el piso, justificándose tras posibles lesiones y cansancio.
Mientras a un Messi o Kaká o Ronaldo ni se les pasaría por su cabeza desairar a sus países, distinto es con los basquetbolistas. El español Paul Gasol de los Lakers ya anunció que no integrará la selección española, así como antes lo hizo el argentino Manu Ginobilli y el francés Tony Parker, ambos de los Spurs de San Antonio.
El desaire de estas estrellas, permitido por los dirigentes, no es más que una torpeza que perjudica al propio deporte que están tratando de posicionar en el mundo.