Mostrando entradas con la etiqueta sublevación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sublevación. Mostrar todas las entradas

octubre 02, 2010

Correa y sus maestros se aprovechan

El presidente ecuatoriano sabe cómo sacarle jugo a las situaciones conflictivas. Lo hizo en toda su Presidencia con su estilo arrogante y prepotente. La sublevación policial del jueves pasado le dio la excusa perfecta para tratar de posicionarse mejor en la política de su país, donde los grupos no solo de derecha, sino también de izquierda, están erosionando su base popular.

No hay evidencias claras de que el estúpido amotinamiento haya sido parte de un golpe de Estado por el ex presidente Lucio Gutiérrez, quien declaró desde Brasil que las alucinaciones de Correa solo tratan restarle credibilidad; además de que son infundados los fantasmas de los maestros del presidente ecuatoriano, Hugo Chávez y Fidel Castro, de que el “imperio” es el que estuvo detrás del supuesto golpe.

La única sorpresa esta vez con Correa es que atribuyó la reyerta del jueves a todos menos a la prensa. Es que no pudo sacar provecho de su veta anti mediática, ya que desde el hospital, desde donde estuvo secuestrado, según él, firmó el decreto de estado de sitio, por el que los medios electrónicos del país se tuvieron que encadenar. Obligados a propalar la “verdad oficial” no les pudo acusar de estar inmiscuidos o como promotores de las escaramuzas que fueron responsabilidad única de policías.

Los señalamientos de Correa y sus maestros de tirarle la responsabilidad a Estados Unidos es por demás boba. La sublevación de la policía y el irrespeto en contra de Correa se debió a una ley que le quita beneficios a los policías, así como al veto de numerosas leyes que demuestran el presidencialismo excesivo que supo acaparar con las reformas constitucionales, que también determinaron el principio de “muerte cruzada” establecido en la Constitución, que le permite cerrar el Congreso, como ya ha amenazado al menos en dos oportunidades.
La inestabilidad del Ecuador es producto de la forma de gobernar y de la personalidad de Correa, que con un temperamento desencajado, desbocado y confrontativo, que dejó traslucir el jueves durante todo el día, mostró a las claras el por qué su país está polarizado y dividido.
Desde ahora en adelante, con la ayuda del Unasur y las mentiras hacia el extranjero, Correa buscará ser más populista que antes y no sería descabellado que aproveche para justificar y profundizar su revolución.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...