martes, 21 de septiembre de 2010

Lula mete la pata internamente; también

El presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva quiere a toda costa que su candidata Dilma Roussef gane las elecciones presidenciales en octubre y no tiene empacho en demostrarlo, lo malo es que lo hace a expensas de cualquier cosa, haciendo propaganda electoral que lo tiene totalmente prohibido o atacando a los medios de comunicación porque están denunciando hechos de corrupción que enturbian a la candidata oficialista y sus alrededores.

Lula tuvo varios pecados en materia de libertad de prensa, pero en nada se compara a lo que sucede en otros países, por eso la sorpresa cuando este sábado acusó a los medios de comunicación de comportarse como partidos políticos – hacer oposición – por haber denunciado corrupción. Lula fue un poco más allá en defender a Dilma y dijo que los medios en Brasil son una vergüenza y que “los vamos a aplastar algunos periódicos y revistas que se comportan como si fueran partido político y no tienen el valor de decir que son partido político y tienen candidato".

La actitud chavista de Lula no se explica muy bien, más que tratar de defender los puntos de ventaja, aparentemente insuperable de su candidata. Las denuncias de los medios obedecían a la ahora ex ministra de la Presidencia, Erenice Guerra, quien renunció el jueves pasado después de denuncias periodísticas sobre tráfico de influencia.

Vale la pena recordar este episodio, porque hace semanas, varios sectores de la prensa se mostraron un poco perturbados por las críticas que el presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, hizo contra Lula, que si bien tenía que ver más con la política exterior de Brasil, incluyeron críticas sobre aspectos relacionados a la libertad de prensa en el país.

El carismático Lula daría la apariencia de tener dos caras; una bien democrática hacia adentro (a pesar de actitudes como las que describo) y la otra hacia afuera poco recomendable, si se considera su apoyo a Irán, Chávez o el papel que jugó en la crisis hondureña con Manuel Zelaya.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lula no es mas que un presidente con complejo de estadista que pretende ganar un premio Nobel. Su comportamiento amenazante en contra de Honduras revelo claramente su actitud presuntuosa de ser mas que otros cuando su cuerpo y cerebro alcanzan dimensiones de enanismo. Irrespeto a Honduras manteniendo a un indeseable en su embajada en Tegucigalpa. Su verdadera personalidad se desnuda amenazando a la prensa brasileña, claramente este individuo es como el pato, si no se defeca en la entrada, lo hace a la salida.

Anónimo dijo...

Siempre ha sido un gnomo cinico, aliado de los fascistas represivos de Cuba y Venezuela, y de los islamoterroristas de Iran y tuvo la tan poca verguenza de atacar a Honduras, prestandole su embajada al macaco de Sabaneta para crear el caos en el pais.Doble moral en todo. Brasil que debiera ser un ejemplo en la region es otro maratrucha, bueno ellos son grandes porque despojaron a otros pequenos paises como Bolivia y Paraguay de cientos de miles de km. cuad y ahora pujan por ser un imperio.

Anónimo dijo...

Siempre ha sido un gnomo cinico, aliado de los fascistas represivos de Cuba y Venezuela, y de los islamoterroristas de Iran y tuvo la tan poca verguenza de atacar a Honduras, prestandole su embajada al macaco de Sabaneta para crear el caos en el pais.Doble moral en todo. Brasil que debiera ser un ejemplo en la region es otro maratrucha, bueno ellos son grandes porque despojaron a otros pequenos paises como Bolivia y Paraguay de cientos de miles de km. cuad y ahora pujan por ser un imperio.