Primero fue la revista Time
que escogió al papa Francisco por sobre Edward Snowden como la Persona del Año.
En un largo y claro reportaje, los editores de Time dijeron que la austeridad,
el don de conectarse con la gente y las profundas reformas en el Vaticano en
tan corto tiempo, y que empezaron con muestras de frugalidad personal, hicieron
del Pontífice el único líder del mundo que se diferenció del resto.
Quedaron en el camino de esa
elección otras personas que también influenciaron el mundo y la forma de percibirlo
y apreciarlo. El segundo lugar le perteneció a Snowden, por lo que demostraron sus
denuncias sobre el masivo y escandaloso programa de espionaje del gobierno de
EE.UU. que en aras de la seguridad nacional invadió la privacidad de ciudadanos
y vigiló a líderes amigos y enemigos por igual.
Y ahora apareció la
prestigiosa revista The Economist que eligió como el personaje del año, no a
una persona o un hecho como habitualmente lo hace, sino a un país. El agraciado
fue el más chico de Suramérica, Uruguay, que con 3.3 millones de habitantes se
proyectó mundialmente sobre la base de la flamante ley que legaliza el consumo
y estatiza la producción y distribución de la marihuana, legalizó los
matrimonios gay como ya se había hecho en Argentina, y tiene un presidente, José
“Pepe” Mujica, cuya filosofía austeramente campesina, muestra que también se puede
ser Presidente sin tanta pompa, lujos y poder.
A diferencia de otros,
Mujica, como militante de izquierda y que de joven fue Tupamaro junto a su
esposa, jamás abandonó sus ideales y forma socialista y frugal de vivir, aquellos
que otros comunistas la dictan a los demás, pero desde sus Mercedes y
privilegios en el poder. Mujica todavía hoy, en un mundo que pide a gritos
ejemplos, dona el 90% de su salario, vive en su chacra de pocas hectáreas,
cultiva la tierra y recoge hortalizas desde su tractor y, mejor aún, enseña a niños y jóvenes pobres cómo ganarse
la vida en el campo.
En un mundo en el que el
consumo distorsiona los valores y la trivialidad propone tentaciones, la
elección del Papa argentino y del Presidente uruguayo se hace la más apropiada.
La vida de estos dos líderes - marcadas por la humildad, el desprendimiento y
el servicio, y por el coraje para cambiar las cosas después de los 70 años - invita
a la reflexión, justo a tiempo para esta época navideña.
3 comentarios:
Excelente artículo!!
Es un orgullo tener un Papa Argentino.-
Muy buena tu nota Ricardo Trotti.-
Saludos para vos y tu flia. en estas fiestas y un próspero 2014.-
Lic. María Inés Castiglione Garay.-
Jejeje... Q cosas, los argentinos están orgullosos de tener un papa q es humilde...
Publicar un comentario