jueves, 7 de noviembre de 2013

Dilma Rousseff y el escupir hacia arriba

Error de cálculo o le salió el tiro por la culata son los modismos que se pudieran aplicar al incidente que tuvo que sortear la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, quien después de despotricar contra el gobierno estadounidense por sus actividades de espionaje, debió salir a dar explicaciones sobre las que realizó su país años atrás.

Después de que Edward Snowden denunció el programa masivo de espionaje del gobierno de EE.UU. contra presidentes y países aliados y enemigos, todos los gobiernos se rasgaron las vestiduras, aunque de a poco los diarios de cada país están ventilando las operaciones de inteligencia de sus propios gobiernos, las que por razones de seguridad, soberanía o contrainteligencia, siempre existieron.

Así tuvo que salir Rousseff después de que el diario Folha de S. Paulo denunciara que el gobierno brasileño, especialmente durante la presidencia de Lula da Silva, espió a diplomáticos y funcionarios estadounidenses, rusos, iraníes e iraquíes en dependencias diplomáticas de ese país en Brasilia.

Claro que Rousseff dijo que no se trataba de espionaje como tal, sino que calificó esas actividades con el eufemismo de actos de “contrainteligencia”, respaldados por la legislación vigente. Algo similar a lo que el gobierno de Barack Obama dijo: Actividades lícitas, destinadas a combatir el terrorismo y proteger a sus ciudadanos.

Rousseff quien ahora busca junto con Alemania que el internet sea regulado por una comisión de Naciones Unidas, en respuesta a cómo EE.UU. utilizó el internet en operaciones de espionaje, dijo que no se puede comparar lo que hace EE.UU. de lo que hizo Brasil.


Es probable que no se puedan comparar las acciones de espionaje de Brasil contra las demás potencias, debido principalmente a las facilidades que las altas tecnologías les permiten. Sin embargo, más allá de los avances tecnológicos, esta denuncia contra el gobierno de Brasil demuestra que el espionaje es una actividad de siempre y de todos, y que solo denunciarla contra otros y sin medir las palabras ni tampoco hacerse responsable, puede resultar en un escupitajo hacia arriba.

3 comentarios:

Aquiles Dejo dijo...

Por cierto que el articulista ha dedicado cientos de parrafos atacando al "espionaje de Obama" y ahora viene a criticar a la Dilma despues de haberla aplaudido por el mismo tema.
El cuento antiguo del perro del hortelano.

Miriam Mercado dijo...

Me gusta leer este blog porque siempre habla de cosas tan lejanas y sin importancia. Me ayuda a olvidar el crimen, el abandono social, el desempleo, la corrupcion, el abuso de las autoridades, la falta justicia.

Anónimo dijo...

alarmante como se tiene tiempo para escribir estupideces