martes, 1 de octubre de 2013

Maduro cada vez más cubano

Como en la Argentina del atolondrado secretario de Comercio,  Guillermo Moreno, en la Venezuela de Nicolás Maduro ya se tipifica como delito informar sobre el desabastecimiento de las góndolas de supermercados o sobre la escasez de productos en cualquier disciplina, acercándose su gobierno cada vez más al de los hermanos Castro.
En el último giro de la trama, después de que Maduro ordenó a sus funcionarios y a los vecindarios chavistas defender la revolución y tras la expulsión de tres diplomáticos estadounidenses por actividades subversivas al financiar ONGs, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones abrió un proceso de sanción en contra de Globovisión por un programa de televisión en el que se informa sobre el desabastecimiento.
Como siempre ha hecho desde que asumió en abril, Maduro acusa a cualquiera (menos al gobierno) de todo, en especial a la empresa privada de estar provocando la escasez como una forma de conspiración política.
Ni él ni su antecesor jamás admitieron que la escasez es producto de una pésima política económica basada en el apriete y cierre de la empresa privada y en un modelo importado de Cuba que jamás dio la más mínima satisfacción económica a sus ciudadanos. La política de Maduro, mucho más castrista que Hugo Chávez, es aún más peligrosa, porque fiel a sus mentores, quiere ahondar un proceso que a todas luces hace agua y que terminará por ahogarlo.
La sanción a Globovisión muestra que Maduro en lugar de enfrentar el problema quiere negarlo. Es parte de su política bien agresiva en contra de los medios de comunicación y la libertad de prensa, una estrategia que seguirá profundizando.
Globovisión, así como los diarios y revistas, necesitan de los insumos importados (cámaras de televisión, monitores, micrófonos, impresoras, tinta y papel, entre muchos otros productos) para poder permanecer en el aire y ser publicados. Pero sucede que el gobierno no le da a los medios las divisas necesarias para poder comprar esos materiales en el exterior. Esto demuestra que la escasez es, en este caso, una medida de la que el gobierno es el único responsable; una autorización oficial bastaría para que los medios puedan publicarse normalmente. En cambio, muchos periódicos debieron cerrar su puertas y todos – incluso a partir de hoy El Impulso de Barquisimeto – debieron cortar la cantidad de páginas que publicaban y hasta dejaron de lado fotos en colores ante la falta de tinta.

Claro que estos elementos no son tan prioritarios como el arroz, la harina o el papel higiénico para un pueblo. Sin embargo, la política de calificar de delito la información sobre el desabastecimiento y provocar la escasez de insumos para los medios de comunicación, demuestra el doble estándar del gobierno.

5 comentarios:

Catracho en Caracas dijo...

Es necesario divulgar la realidad de la "revolución bolivariana". Unos pintan maravillas y otros dicen que el pueblo se muere de hambre, ambos exageran.
Si usted tiene estudios y esperanza de un empleo decente, pues la pasa muy mal. Aunque tenga dinero para comprar, no encuentra por ningún lado pollos, huevos, harina de maíz, papel sanitario, aceite ni medicinas.
NO ES POBREZA, sino desabastecimiento.
Si usted tiene un buen sueldo y quiere irse de vacaciones, no consigue pasaportes ni mucho menos dólares. No se puede comprar moneda extranjera en los bancos, es prohibido.
A todo el mundo lo han asaltado alguna vez, todos hemos sentido una pistola en la cabeza por parte del hampa.
Pero esto es mal visto solamente por aquellos que tienen algo, un carrito, hijos en escuela privada.
Si usted nunca ha tenido nada, a lo mejor está mejor que antes, pues el gobierno de vez en cuando le regala cosas, estufa, nevera,lavadora.

Anónimo dijo...

Muy dificil tapar la escasez con el dedo de la censura

Juguito Chavez dijo...

este maduro ya esta podrido y luego se cae !

Alfredo Milano-Maracaibo dijo...

Soy de Tegus y ahora vivo en Venezuela. Tengo un buen empleo pero no se encuentra nada en los supermercados. Todos los días al salir del trabajo tengo que ir a buscar la provisión del día y recibir codazos y empujones porque a veces llegan 20 pollos y hay 50 clientes esperando.
Antes de Chávez aqui había de todo, en abundancia.

Prensa venezolana de hoy dijo...

Una rara sensación existe en Venezuela. Predomina un ambiente de dificultades. Problemas de todo tipo agobian al venezolano. Una inflación galopante diluye los salarios de los trabajadores a lo que se agrega una escasez pronunciada de bienes, que según el BCV alcanza al 20,0%.

Conseguir los alimentos se ha convertido en una proeza a la vez que implica un peregrinaje indignante al ver a los venezolanos deambulando en búsqueda de comida. La respuesta del gobierno a esta situación ha sido la de acusar a los sectores empresariales de estar forjando una guerra económica.
Mientras todo esto sucede, el dólar negro alcanza valores siderales ante la mirada atónita y desconcertada de unas autoridades económicas que no atinan a avenirse sobre cómo encarar esta disparada del precio del dólar.