miércoles, 18 de septiembre de 2013

Golazo brasileño de Rousseff

Casi terminando las Eliminatorias para el Mundial 2014, la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, convirtió un golazo tempranero con buenos presagios para su derruida popularidad tras las protestas ciudadanas en su país, al cancelar su visita a EE.UU. prevista para este próximo 23 de octubre.
Aunque sin sorpresa, la gambeta de Dilma - de cancelar su vista a la Casa Blanca en represalia por la falta de explicaciones sobre el espionaje de EE.UU. contra ciudadanos, empresas y contra ella misma - la muestra como una líder firme frente a su pueblo y ante la comunidad internacional.
El presidente estadounidense Barack Obama todavía no pudo dar explicaciones sobre el espionaje perpetrado por los servicios de inteligencia. Como anillo al dedo, mostrándose firme pero no enojada, Dilma sabe que está justificada moral y diplomáticamente para reclamar soberanía e incentivar el nacionalismo que le ayude en su carrera por aumentar una popularidad que ha perdido a raudales con las protestas sociales y a motivar el voto de cara a las nuevas elecciones.
La torpeza pero sobre todo la ilegalidad de Washington de enojar a países amigos no tiene muchos precedentes. Por ello, con el consenso nacional e internacional a cuestas, Dilma puede exigir explicaciones por “everything” sin temblarle la voz y desafiar al mismo Obama para que él se encargue de darlas.
No hay nada mejor para la popularidad de un líder, dentro y fuera del país, que desafiar a la máxima potencia. Y mucho mejor cuando se reclama por una causa de la que no hay dudas fue amoral e ilegal, y violatoria de toda norma internacional sobre soberanía y autodeterminación.
Las relaciones y la alianza entre los dos países a nivel comercial, educativo y migratorio persistirán sin mayores trances, pero Obama tendrá que hacer algunas concesiones especialmente para tratar de detener la ofensiva de Dilma, que va mucho más allá de la cancelación de esta visita, y que tiene que ver con el pedido de que EE.UU. deje de manejar hegemónicamente el tráfico de internet a nivel mundial.
Hasta ahora, EE.UU. y muchos de sus países aliados, fueron ganando la batalla en las discusiones dentro de Naciones Unidas para seguir manejando el internet a través de ICANN, y que la web mundial sea administrada por un cuerpo colegiado de países, entre los que destacan – y son los que más quieren - los más opresores del planeta.
Si EE.UU. no neutraliza a Dilma con buenas explicaciones, el problema podría ser que ella tuviera que seguir con su discurso desafiante. El riesgo es que se le plieguen otros países que, anteponiendo excusas sobre violación de sus soberanías, aprovechen a limitar y bloquear el internet a sus ciudadanos.

Una movida en falso de Dilma sin medir las consecuencias de alejarse de Washington, puede hacer que su primer golazo internacional se convierta en un desastroso gol en contra.

1 comentario:

hoteles en managua dijo...

Es una eliminatoria bastante reñida la que se lleva hasta ahora! SALUDOS