domingo, 4 de noviembre de 2012

Romney, cada vez más confiado


Nota especial que preparé a pedido del diario La Voz del Interior, Córdoba, Argentina, publicada hoy: 04/11/2012 | Ricardo Trotti (Desde Boston)

Mitt Romney sabe que tiene posibilidades y está confiado. Sabe también que debe remar cuesta arriba en estos últimos dos días de campaña, en la que el actual presidente Barack Obama sacó algunas ventajas con el manejo de la desgracia que Sandy llevó por Nueva York y otras ciudades del este del país.

Con sonrisa y peinado “reganiano”, Romney hace sus últimos esfuerzos para convencer a los obstinados electores independientes, que todavía quedan en los ocho estados indecisos, los que pueden definir la elección.

Cinco estados en un día, 13 ciudades en otro, los viajes son agotadores, pero el trofeo de alcanzar los 270 electores es inconmensurable.

Su confianza, apoyada por sondeos de última hora que en Florida le dan una ventaja de seis puntos (estado con 29 delegados en el Colegio Electoral), ha impregnado de optimismo a miles de partidarios en la sede central de la campaña republicana, algunos de los cuales se sumaron a Romney para sus viajes finales.

Atrás quedaron miles de coordinadores y un comité de celebración con su visión enfocada en la celebración del martes. Ese día, desde muy temprano, se espera a Romney y Paul Ryan en el Centro de Convenciones, donde el acto central empezará a las 8 de la noche, en el que confían que el exgobernador se transformará en presidente del país.

Romney no escucha ni tiene tiempo para las campanas victoriosas. Está concentrado en desbancar a Obama, a quien no considera un mal presidente, pero sí alguien que encarna una visión errada y errática.

Romney, republicano al fin, pero no tan conservador como al Tea Party y a otros republicanos les gustaría, a menudo rescata a los padres fundadores del país, quienes pregonaban que la libertad y la persecución de la felicidad son conceptos de derecho individual.

Por eso pregona que el error grave de Obama fue haber traicionado los principios fundacionales, haber creado más gobierno y burocracia, y de haberles quitado lustre a los pequeños negocios y a todo el sector privado, castigándolos con mayores impuestos y menos incentivos.

El último esfuerzo discursivo de Romney en New Hampshire, Ohio, Iowa, Colorado, Wisconsin y Pennsylvania se concentra en lo que domina las elecciones: el bolsillo. Insiste en que reducirá el déficit sideral que se duplicó durante este gobierno, que creará empleos reduciendo impuestos al sector privado, atraerá negocios e inversiones al país y creará nuevos mercados, como en América latina, región a la que considera estratégica.

El exgobernador de Massachusetts también sabe que ya nadie escucha discursos y propuestas. En una campaña tan reñida, lo más importante termina siendo ganar el corazón de la gente, no sus razones.

Al final, todo termina reducido a lo más elemental de la política: cuántas manos estrechar, cuántos bebés levantar, cuántas sonrisas ofrecer.

Hoy, en un acto de cierre de campaña en New Hampshire, Romney pegó un batacazo como en el primer debate. Pidió a la gente “votar por amor a su país”, con lo que consumó dos objetivos: llegar al corazón de la gente, pero, sobre todo, criticar a Obama que horas antes pidió un “voto venganza” en contra de los republicanos.

Perfil del candidato
El primer mormón. El exgobernador de Massachusetts (2003-2007) busca convertirse en el primer presidente mormón en la historia de Estados Unidos. Se presenta en la recta final de la contienda como un candidato centrista y un avezado empresario que desde la Casa Blanca podrá estimular la recuperación económica del país.

Millonario. Nacido en Detroit (Michigan) el 12 de marzo de 1947, en el seno de una familia con profundas raíces políticas y religiosas, fue misionero mormón en París a finales de los ‘60. Después hizo fortuna como fundador y ejecutivo de Bain Capital en 1984. Este es su segundo intento desde 2008 para llegar a la presidencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que siga confiado....

Anónimo dijo...

Preocupa como EE.UU. está transformándose en un país muy similar a los gobiernos fracasados de Grecia, España, Portugal, Italia debido a sus programas populistas y a sus gobernantes ineptos y demagogos. La población norteamericana está perdiendo su norte y se ha vuelto conformista y espera que sea el gobierno quien le resuelva todas sus necedidades. Así las cosas, llegará un momento en que dará igual quedarnos en nuestro país de origen o mudarnos a países vecinos cercanos donde la mediocridad está a la orden del día.

Anónimo dijo...

Si Obama gana de nuevo, a quién le va a echar la culpa esta vez por los pasados 4 años de calamidad? Habrá que unirse al movimiento de las cacerolas...