lunes, 17 de septiembre de 2012

La perversión de los Boy Scouts

Gracias a informes periodísticos se pudo saber que la pederastia también existió en el seno de la organización juvenil los Boy Scouts, y que poco hizo esa entidad para denunciar el abuso infantil, llevar a la justicia a los adultos que cometieron esos actos y, mucho peor, que la organización mantuvo esa información en forma confidencial. La falta de transparencia, así como sucedió en el seno de la jerarquía de la Iglesia Católica, es el mayor pecado cometido por la organización, ya que muchos de los pederastas a los que encubrió por años, terminaron reincidiendo en sus crímenes, destruyendo la confianza de los padres de familia que enviaban a sus hijos para aprender sobre liderazgo y camaradería de grupo. Según el diario Los Angeles Times, los Boy Scouts por dos décadas no informaron a las autoridades sobre los casos de abusos - varios cientos - y en una revisión de mil seiscientos expedientes confidenciales entre 1970 y 1991, encontró que las autoridades de la organización siempre pedían la renuncia del abusador pero escondiendo los motivos del despido o que los abusadores argumentaran razones falsas para su alejamiento. Según el diario "en las décadas de 1970 y 1980, el secreto estaba incrustado dentro de las políticas y procedimientos de los Scouts para manejar el abuso sexual infantil". Como siempre ocurre, los abogados de los Boy Scouts han alegado desde hace mucho tiempo que mantener confidenciales esos expedientes es clave para proteger la privacidad de las víctimas, de los que informaron del abuso sexual y de cualquiera falsamente acusado. Pero por años, cientos de expedientes se han admitido como pruebas – usualmente sellados – en demandas presentadas por las supuestas víctimas. Por suerte, las cortes del país ya están actuando sobre estos expedientes y obligando a la organización a hacerlos públicos, para que las víctimas se puedan defender abiertamente, con la informacion necesaria y para que la organización pueda, con los castigos necesarios, aprender de sus errores e indemnizar a las víctimas.

1 comentario:

Ácido dijo...

Qué tiene que ver esto con la libertad de expresión? O solo se trata de promover morbosidad?