viernes, 3 de agosto de 2012

Argentina: + polarización y confrontación

Estuve de visita en mi país tres días, suficientes para sentir que la situación política en Argentina sigue en franco deterioro. El gobierno nacional de Cristina de Kirchner sigue apuntando a la polarización y a la confrontación. Desde la última vez que fui en marzo, pocos meses de diferencia realmente, la inflación trepó, el desempleo y la inseguridad crecieron, la corrupción no se destapó y el gobierno se ha metido en varias aventuras con aristas muy variadas: expropió YPF a los españoles, peleó por la soberanía de las Islas Malvinas en foros internacionales, controló el tipo de cambio, utilizó las arcas públicas, metiendo mano principalmente en los fondos de pensiones para pagar propaganda y subsidios, sacó gente de las cárceles para sumarla a marchas oficiales y no escatimó esfuerzos para mantener disensos y confrontación con las demás fuerzas de oposición. Tal vez lo único que aglutinó la unidad nacional fue la expropiación de YPF y el reclamo por la soberanía de Malvinas. Pero el resto, solo suma para la incertidumbre y frustración de una población que se siente hastiada de que le digan que Cristina llegó al poder con el 54% de los votos, pero sin soluciones para los problemas cotidianos. Pocas cosas son tan molestas para los argentinos, como los controles que el gobierno está imponiendo, muy al estilo de los que mantienen gobiernos arbitrarios. El más doloroso es el de no poder comprar y vender dólares con libertad o tener que hacerlo a un precio elevado en el mercado negro y con la incertidumbre de que la pesificación es un nuevo corralito y que el gobierno terminará a todos arrebatándoles los dólares que les quedan en las cajas de seguridad. Es cierto que la fuga de divisas del país es altísima, pero también que los controles son parte de un círculo vicioso que crea mayor desconfianza interna y desestimula la inversión extranjera. El gobierno argentino está aislando al país de nuevo, una receta que es parte de la ciclotimia argentina del pasado, y que nunca resultó. Mientras tanto, juega a lo que sabe hacer mejor: propaganda. El gobierno mantiene una serie de programas propagandísticos entre los que sobresale Fútbol para Todos, con una inversión que ya sobrepasa los mil millones de dólares, en detrimento de otros planes de asistencia social. “Pan y circo”, también receta del peronismo pasado que le ha dado rédito político al partido y sus respectivos gobiernos, pero que han dañado al país y a su democracia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como es que no se pueden comprar dolares libremente? Yo entendia que el Mercosur tiene como requisito la libre convertibilidad de la moneda para que sus paises miembros compitan en igualdad.
Como siempre, hagan lo que yo digo no lo que yo hago.