Algo pasó en Cuba luego de la visita del Papa Benedicto XVI la semana pasada, porque en lugar de reinar la paz para aquellos que disienten del régimen lo que les ha tocado son palos, tubazos y pura represión de parte de la Seguridad del Estado.
Con buen tino, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, emitió un comunicado pidiendo ayuda a la comunidad internacional y denunciando la “ferocidad” desplegada por los agentes del gobierno para silenciar las voces de los disidentes.
Soler expresa en su comunicado que “durante los últimos meses el régimen de Raúl Castro ha incrementado las amenazas y los encarcelamientos arbitrarios contra nosotras y contra todos los que luchan por instaurar en nuestro país un gobierno democrático”.
“Pedimos la solidaridad internacional y a los primeros mandatarios de todos los países que condenen la ferocidad de un régimen que en sus últimos estertores, golpea, hostiga y encarcela sin piedad a indefensas mujeres y a defensores de los derechos humanos y la democracia”, agregó.
Según el diario El Nuevo Herald “la nueva ola represiva comenzó en las primeras horas del lunes y se extendió al martes. Se registraron violentos allanamientos de casas y confiscaciones sin órdenes judiciales, cortes de servicios telefónicos y actos de repudio. Los incidentes ocurrieron en Palma Soriano, Santiago de Cuba y Palmarito de Cauto”.
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