Si algo le faltaba a la crisis española es que su monarquía - una de las más comedidas de las de Europa que siempre fue superada por los escándalos de la Casa Real Británica y los accidentes del Principado de Montecarlo – saltara a la palestra con el Rey Juan Carlos quebrándose la cadera en Botsuana mientras cazaba elefantes, su nieto Felipe se disparara en un pie y que su yerno, estuviera involucrado en un caso de fraude y corrupción.
Toda la prensa española tomó partido en contra y a favor del Rey y, obviamente, se fueron por criticar o alabar la legitimidad de la monarquía, un tema de sangre azul que cada vez más preocupa a quienes creen que una democracia no necesita de una clase dirigente parásita para sostenerse.
Pero más allá de esas disquisiciones, lo importante de este caso es la falta de estándares éticos de la monarquía española. Los españoles, incluyendo el gobierno, supieron de este viaje del rey Juan Carlos porque tuvo un accidente, de lo contrario el viaje hubiera pasado desapercibido. El tema de que fue una invitación no esconde el deber del Rey de dar a conocer detalles sobre sus viajes, especialmente cuando los ciudadanos de su país están soportando una crisis mayúscula y cuando se debate en toda España el tema de la crueldad animal por las corridas de toro, algo que parece importar cuando se trata de un toro de lidia, pero no de un elefante de Botsuana.
Esta nueva acción antiética del Rey deslegitima a la monarquía. La acción del Rey es reprobable, especialmente cuando en una foto de un viaje anterior a África, se lo observa posando con un fusil delante de un elefante muerto.
3 comentarios:
Yo nunca he comprendido para que necesitan los españoles tener un rey. Solo de adorno y para que se dé la gran vida.
Pero el que por su gusto muere, que lo entierren parado.
Me imagino que el chávez dirá que es castigo divino por haberlo mandado a callar.
Mientras el rey andaba de bonche por Africa, la presidenta de Argentina le expropiaba la compañía YPF que tiene mayoría accionaria de españoles.
Como dicen en Venezuela: expropiar es robar. Se ve que la Kirchner aprende, y mucho.
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