jueves, 16 de febrero de 2012

Correa y su justicia manipulada


Esta madrugada la Corte Nacional de Justicia de Ecuador ratificó la sentencia en contra de tres directivos del diario El Universo y de un ex columnista quienes deberán pagar 40 millones de dólares al presidente Rafael Correa por daño moral en un juicio por injurias que el primer mandatario inició en marzo del año pasado.

Correa prosigue así con su trabajo para malgastar la imagen de la prensa y persiguiendo a periodistas. Ayer, durante la audiencia de casación en la Corte Nacional que terminó esta madrugada, el Presidente se la pasó todo el tiempo en la Corte, un lugar en la que no era necesario que estuviese, ya que no había nada que pudiera declarar, se trataba de una decisión judicial que debía tomarse sobre un pedido de apelación de sus demandados.

Pero además lo hizo con las ínfulas de creerse dueño de los jueces, dando órdenes, enviando tuits a medio mundo y hasta llamando a conferencia de prensa en una sala contigua, pidiendo a los jueces de al lado que debían hacer menos bullicio así el podía proseguir con sus declaraciones.

El estado cantinflesco de la justicia en su país es producto de su propia demagogia y estrategia política, la que es parte de una campaña propagandística en la que trata de infundir temor para que los periodistas se callen, los jueces se autocensuren y los ciudadanos se confundan.

Mientras una horda de funcionarios adictos y de serviciales al poder quemaban diarios y agredían a periodistas y hacían todo tipo de manifestaciones politizadas en contra de los demandados – Carlos, César y Nicolás Pérez y Emilio Palacio – en Miami, en la sede de la SIP sostuvimos una conferencia de prensa en la que César y Nicolás daban sus apreciaciones y sentimientos sobre cómo son perseguidos por la justicia de su país, a través de la manipulación del presidente Correa, y expresaban que temían por su seguridad física.

A mí me tocó hablar del contexto general antes de pasar la palabra a los demandados y observé la cantidad de veces que la SIP denunció al régimen de Correa por haber creado una estructura legal y jurídica utilizada para tomar represalias en contra de los medios independientes y para coartar la libertad de prensa.

No me caben dudas que esta justicia reformada recientemente y adicta a Correa que ratificó el fallo de condena contra los periodistas, es simplemente una demostración más de cómo se utiliza el aparato para cometer atentados contra la libertad de prensa; uno de los más graves de los últimos tiempos.
 

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