lunes, 3 de octubre de 2011

La imagen de Colombia es mejor, pero…

Desde hace una década, Colombia está mejorando su imagen como un país más seguro lo que ha redundado en beneficios políticos y económicos, atrayendo inversores que antes el narcotráfico y el narcoterrorismo repelían.
Sin embargo, un nuevo trabajo de Human Rights Watch muestra que varias de las buenas cosas en materia de seguridad pudieran ser solo apariencias, en especial sobre la violencia impune contra sindicalistas, lo que no ha mejorado ni un ápice como trata de mostrar el presidente Juan Manuel Santos y su colega Barack Obama, quienes empujan al Congreso estadounidense para que se apruebe el tratado de libre comercio entre ambos países.
Desde que inició su Presidencia, Santos ha desafiado a EEUU a firmar el tratado de lo contrario tendrá que aliarse con otros países nada amigos, como ya lo ha hecho con Venezuela, por ejemplo.
Según HRW, la impunidad es galopante. De 195 asesinatos de líderes sindicales ocurridos entre enero de 2007 y mayo de 2001, solo hubo seis condenas; estableciendo que en nueve de cada diez casos siquiera fueron identificados los acusados. Aún peor, es que siendo el país que lidera las estadísticas en asesinato de sindicalistas, 38 de ellos han sido asesinados desde que Santos asumió la presidencia en agosto de 2010, de un total de 2.886 asesinados desde 1986.
Aunque Obama y Santos lo quieran, es muy fácil que el Congreso estadounidense desista por el momento del tratado de libre comercio, ya que las evidencias de que no hay progreso definitivo son concluyentes.
El gobierno de Colombia, más allá de la buena imagen y retórica, tendrá que hacer mucho más para detener la masacre de sindicalistas, especialmente cuando muchos de los casos están relacionados al involucramiento de fuerzas de seguridad, servicios de inteligencia, políticos y terratenientes.

1 comentario:

Juan David Nau dijo...

Usar la firma del Tratado como medio de presionar al gobierno colombiano es equivalente al embargo contra Cuba, que lo unico que hizo es endurecer la actitud contra USA por cinco decadas.
El congreso americano debe pensar muy bien si esta medida puede ser contraproducente. Pero como les gusta tropezar varias veces con la misma piedra.....