martes, 22 de febrero de 2011

Ortega y Castro muestran su calaña


América Latina parece una dama descocada. Mientras Muamar al Kadafi anunció que se perpetuará en el poder y dijo que prefiere morir como un mártir a tener que abdicar su reino, le salieron a apoyar dos de sus amigos no alineados, más vale alineados a una izquierda retrógrada alérgica a la democracia y a la participación.

Fidel Castro que junto a su hermano mandó a maniatar este miércoles cualquier manifestación popular en apoyo a la figura del fallecido – por obra y gracias del Estado – Orlando Zapata Tamayo para que nadie se contagie de las revueltas populares de Medio Oriente, escribió de nuevo en sus reflexiones de este martes a favor del jefe libio y amenazó con que la Otan, empujada por EEUU, invadirá el país para asegurarse pertrechos energéticos estratégicos, aunque no hizo referencia a que se hace necesario una intervención de Cascos Azules para que no se siga derramando sangre.

Y el cada vez más democrático Daniel Ortega, quien irá de nuevo a un proceso electoral guiado por una Corte que lo avaló con una reelección de espaldas a la propia Constitución, resaltó los problemas y desafíos que sigue sorteando el “pobre” de su amigo Kadafi al que no se cansó de idolatrar y de confesar que le vive hablando por teléfono desde que el país se le salió de las manos.

En Venezuela, que se corrió la voz en estos días de que el dictador libio ya estaría en el país o que podría ser su destino final, los jóvenes universitarios depusieron una huelga de hambre que habían iniciado el 31 de enero, en reclamo por la liberación de presos políticos, y de que se les permita a la OEA y a la CIDH visitar el país para investigar sobre violaciones a los derechos humanos.

La tregua de los estudiantes, dándole un crédito de credibilidad al gobierno que prometió conversar, durará el tiempo que Chávez necesita para medir que las revueltas populares del mundo árabe no amenazan a extenderse en el país. Si los alzamientos continúan en el Medio Oriente, Chávez alentará algunas concesiones, como por ejemplo liberar algunos presos políticos o al menos cortar algunos procesos. Si las revueltas cesan y todo empieza a volver a la tranquilidad, los estudiantes tendrán que reiniciar sus medidas, porque Chávez muy pronto se olvidará de sus promesas de diálogo. Chávez no es creíble, es ventajista, oportunista y estratega, para él, por su formación militar, todo es cuestión de ganar batallas (se da el lujo de perder algunas pulseadas) con las que sumándolas, sabe que ganará la guerra. Su guerra ahora es la reelección en el 2012.

3 comentarios:

Juan David Nau dijo...

Es de resaltar que Fidel habla como un ciudadano común ya que no es más el presidente de Cuba, así que su comentario se debe tomar a título personal. En cambio, el pederasta de Managua sí que compromete al gobierno de su país porque es su titular. Claro, como el que paga sus sueldos (Chávez) está "chorreadito" con la situación de los pueblos que se rebelan, entonces le ordena a sus sirvientes que devenguen la paga.

Ácido dijo...

Ortega es el único que ha defendido al Gaddafi. Hasta el presidente de Siria que era su gran amigote lo ha abandonado y se ha negado a recibir a su familia como exiliados. Pero el hediondo de Nicaragua recibe órdenes del burro petrolero y tiene que obedecer. Si Zelaya hubiera triunfado a él le hubiera tocado hacer este mandado.

Ali Primera- cantor venezolano dijo...

Segun la prensa inglesa hay pilotos cubanos volando los aviones libios que bombardean a la poblacion. Esto se debe a que han fusilado a 17 pilotos nacionales que se negaron a ametrallar a su pueblo. Los cubanos se prestaron para pelear en Angola a cambio de paga de los rusos y ahora son mercenarios de Gaddafi. Eso es Sucialismo del siglo XXI